12. ME GUSTAS MUCHO

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Steve Rogers estaba tan borracho que fue incapaz de atinar con las llaves. Las recogió Tony la tercera vez que se le cayeron al suelo, y abrió él mismo la puerta del apartamento.

Todos se dirigieron a las habitaciones que habían seleccionado antes de salir de fiesta.

Thor y Loki se metieron en la que habían elegido para compartir la misma cama. No era demasiado grande, pero sí lo suficiente como para que cupieran sin serios problemas.
Constaba de una televisión, por lo que tenían aseguradas unas cuantas horas de películas, a un volumen moderado, antes de que el sueño les venciera.

Tony y Peter entraron en otra de las habitaciones, donde había dos camas individuales colocadas en paralelo, y cerraron la puerta tras de sí al mismo tiempo que Barnes y Rogers cruzaban el pasillo, el primero sosteniendo aún al rubio y escuchando sus tonterías de borracho.

—No vuelves a beber, Steve—gruñó, hastiado.
—¡Pero si estoy mejor que nunca!—gritó, alzando los puños.
—¡No grites! Los vecinos duermen.
—¡Que despierten!

Entraron en la habitación, la única con cama de matrimonio que pertenecía además al rubio, pues pagaba el precio más alto para obtener más espacio.

Este se tumbó, mareado, contra la cama, mientras el profesor se desnudaba y se quedaba en ropa interior.

Al ver que Steve no hacía ningún empeño por moverse, resopló y comenzó a quitarle la ropa.

—Antes de dormir vas a beberte un buen vaso de agua, o dos—le dijo, desabrochándole el pantalón—, porque menuda resaca te espera mañana.
—¡Quiero más alcohol!
—No.
—Dame otra copa, Bucky.
—No.
—Backe copra ota, Ducky.
—¿Qué?
—¡Déjame ir por donde!
—¿Te estás escuchando? No puedes ni hablar.
—Sí que por donde abal.

James le quitó la camisa, acabando por fin, y le obligó a deshacer la cama para meterse.


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—Me espantaste a las tías, maldito niño cara de bebé—le dijo Tony, aunque no parecía realmente enfadado.

Peter, tumbado en la cama junto a la suya, le sacó la lengua.

—Casi las muerdes—le recordó el mayor—. Parecías un perro enrabietado. Algo has aprendido de Roy.
—No te metas con mi mejor amigo.

Peter le lanzó la almohada, dándole de lleno en la cara.

—¿Ah, sí? ¡Con que esas tenemos!

Tony la agarró y se la devolvió, atinándole en el estómago.

Peter abrió la boca, picado, y se metió en la cama de Tony para atacarle directamente.

—¡Fuera de mi cama!—le reprendió Stark, intentando tirarle al suelo.

Peter se aferró como pudo al colchón, ejerciendo fuerza suficiente como para que su cuerpo no se moviera.

Tony desistió, finalmente, y dejó que el chico se acurrucase a su lado.

—No te acostumbres mucho. Me has quitado a las chicas. Ahora tendré que desfogarme contigo.
—¡Vaya!—exclamó el castaño—. ¿No decías que no se iba a repetir lo del pantano?
—No he dicho que vayamos a follar en un pantano, así que técnicamente no se va a repetir.


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—Quiero follar.

James encendió la luz. Era la tercera vez que tenía que hacerlo. No había forma de hacer dormir al rubio.

Lo había probado todo. ¡Hasta cantarle una nana! Pero nada daba resultado.

Rogers llevaba varios minutos insistiendo en las ganas que tenía de acostarse con él, y quejándose de que era difícil resistirse si escuchaba los gemidos de Tony y Peter en la otra habitación.

—Ellos lo hacen. ¿Por qué nosotros no?
—Porque estás borracho, Steve.

Un vaso de cristal, con pocos milímetros de agua en su interior, descansaba en la mesilla de noche.

—Buuuuckyyyy.
—Quéeeeeeee.
—Quiero hacerlo contigo AHORA.
—No, Steve, ya basta. Estás muy borracho y no piensas. No quiero que la primera vez sea de esta forma.
—¡PERO YO QUIERO HACERLO!
—No grites—le pidió, tapándole la boca—. Thor y Loki están al otro lado de esta pared, y no les interesan tus tonterías.
—¡Sí que nos interesa!—gritó Thor desde el otro lado.
—¡Dile a Steve que grite más!—añadió Loki—. ¡Hay palabras que no se escuchan!

Bucky puso los ojos en blanco. Contrariamente a las peticiones, bajó más la voz.

—No, Steve. Además. No tengo preservativos.
—Puedo ser yo el activo—le dijo sonriendo—. Sabes que no tengo preferencias.

Thor abrió la puerta y les lanzó lo que James se temió: un profiláctico envuelto.

—Que lo disfrutéis.

Dicho esto, salió de la habitación.

Steve se incorporó para cogerlo, mirando a Bucky con ilusión.

—¡Problema resuelto!
—No. Esta noche no—insistió.

Le estaba costando negarse, en realidad. Él era vulnerable a aquellos estímulos, y más desde lo que sucedió. Steve no solía ser tan lanzado, y era evidente que el motivo por el que lo estaba siendo era la cantidad desorbitada de alcohol en sus venas.

Barnes ya había hablado con él sobre sexo y, hasta la fecha, Rogers siempre decía no sentirse del todo preparado.

No era ningún secreto que James llevaba meses contentándose con las caricias por la indecisión de Steve de mantener una relación sexual con penetración.

Y entonces... Lo tenía en ese momento tan dispuesto...

—Steve—Le sujetó la barbilla—. Escúchame. Igual mañana no recuerdas lo que te digo, pero te lo digo esta noche—Le miró intensamente a los ojos—. El día que lo hagamos quiero que recuerdes todo, con tal detalle que cuando lo recuerdes puedas correrte solo, sin necesidad de tocarte. Es por eso que me voy a contener, y que tú vas a quedarte sin polvo. No es por falta de ganas, sino porque me sobra conciencia.


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—¡Oooh! ¡Tony!

Peter se agarraba a los barrotes del cabecero de la cama. Los muelles de la misma crujían sonoramente, cosa que no importaba a ninguno de los dos.

Stark le sujetaba las caderas y movía su pelvis, penetrándolo una y otra vez. El más joven se arqueaba, sin dejar de gemir, sintiendo que lo llevaba a la locura.

El de ciudad lo tumbó boca arriba, abriéndole las piernas y metiéndose de nuevo en él, empujando sin descanso.

Sus bocas se encontraron al tiempo que el éxtasis hacía su acto de aparición.
Tony se corrió, y Peter le siguió debido a la fricción del estómago de este contra su endurecido miembro.

—¿Sabes qué, Parker?—le dijo, recostándose a su lado.
—Dispara.
—Me gustas mucho.

El castaño se rió, secándose el sudor de la frente.

—No estoy para bromas, Stark.
—No lo es.

Peter le miró, dispuesto a discutir aquello, pero Tony estaba tan cansado que se acababa de quedar dormido en tiempo récord. 

Luna llena (Starker, Thorki & Stucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora