Sólo él podía dormirse justo el día que le tocaba prepararse para la transformación.
La siesta se le había ido de las manos. Le había despertado su madre, anunciándole la hora de la cena.
Por suerte, en verano la luz del sol permanecía más tiempo sobre sus cabezas, por lo que pudo bajar a comer y subir seguidamente para escaparse por la ventana.
Corría rápidamente por el bosque cuando se le hizo de noche. No le daba tiempo. No iba a llegar a tiempo a la cabaña.
Un intenso dolor punzante en sus sienes le advirtió de que la luna comenzaba a mostrar su influyo.
Sus músculos se negaban a continuar caminando, y cedió ante la sensación, deseando que no se alargara demasiado.Era horrible cuando aquello sucedía. Si la luna se dejaba ver sin incidentes, la transformación se daba de manera inminente y rápida, casi indolora.
Pero, en noches nubladas como aquella, el tira y afloja del astro contra las nubes se traducía en una fuerte jaqueca para el chico.Por suerte, Thor y Bucky le habían explicado que aquello pasaría cuando controlase su lado animal.
No veía la hora de que ese momento llegara.
Se desprendió de la ropa, tirándola a la hierba, y se hizo un ovillo en el suelo mientras el dolor se cebaba con él, reacio a desaparecer.
Y había seguido así durante un tiempo más, hasta que notó que algo pateaba su espalda y caía ante él.
—¡¿Qué estáis... haciendo aquí?!—les gritó desde el suelo, al reconocer a Tony y Steve.
—¡¿Y tú?!—le espetó el moreno, que se incorporó con la ropa enfangada—. ¿No ibas a verte con los demás en la casa abandonada? ¿Qué haces aquí?
—No... puedo...—les intentó explicar, pero la jaqueca se volvía más fuerte y le impedía vocalizar—. Te...néis que iros. YA.
—Hemos venido a avisaros—le dijo Steve—. Mi padre, su abuelo y otros hombres han salido a cazaros. Van armados, Peter.
—¡LARGAOS!—consiguió gritar el muchacho, clavándose las uñas en las rodillas que mantenía pegadas a su pecho—. ¡No... na... el peligro... soy yo! ¡Ellos no...! ¡Largaos!Como una aparición fantasmagórica, la lluvia cesó, y un foco de luz blanca apuntó directamente hacia Peter.
Los dos amigos miraron al cielo para ver lo que era más que evidente: la luna acababa de salir.—¡Corred!—les gritó Peter—. ¡Corred antes de que...!
Su frase se cortó a la mitad y abrió los ojos. Tony observó cómo brillaban por el reflejo del satélite, de un color amarillo intenso.
Casi pudo percibir cómo perdían su esencia humana para mutar hacia otra naturaleza menos amigable.
Abrió la boca, de donde ya asomaban unos mortíferos colmillos que se alargaban con cada segundo, y lanzó un gruñido que se propagó por todo el bosque.
Stark reaccionó primero, agarrando el brazo de Steve y tirando del chico para huir despavoridos.
Hallaron el final del bosque, desembocando en un sendero poco transitado donde la hierba había crecido. Sus zapatos enfangados escupían agua con cada paso, agradeciendo el semi marcado camino que les facilitaba la tarea.
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Acababan de transformarse en hombres lobo, aún sin señal de Peter.
Podían escuchar con claridad el sonido de la lluvia impactando contra las tejas de la casa, filtrándose allá donde el tiempo había cumplido su función y creando algunas goteras.
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Luna llena (Starker, Thorki & Stucky)
Hayran KurguA sus veinticinco años, Tony Stark jamás ha conocido la escasez. Hijo de padres millonarios, gasta su tiempo en fiestas y caprichos. Su altanería es tal que sus padres necesitan ponerle freno antes de que sea demasiado tarde. En un intento por poner...