AuronUna mudanza incluye miles de cosas molestas, no solo es el hecho de tener que adaptarse a un nuevo lugar, sino que la pesadez empieza desde el tener que colocar todo en cajas, lo que se vuelve muy pesado después de la tercera y sin contar que el tener que volver a sacar todo ya se oye como que he perdido mucho tiempo de mi vida en algo tan aburrido. Si bien nos habíamos mudado por una causa mayor pues mi padre había tenido complicaciones de salud, para los médicos solo quedaba una opción y era recomendar mudarse a un lugar más apacible, obviamente menos contaminado en el que la vida no sea tener pulmones de fumador sin haber siquiera probado uno. Este cambio no significaba un gran sacrificio para mi, ya que no era la primera vez que pasaba, no solía ser muy apegado a las personas por el mismo motivo, claro que tenía algunos amigos que echar de menos, pero socializar no era una cruz que cargar y ahora solo quedaba adaptarse a su nuevo lugar, rezando para que no haya ninguna persona desagradable alrededor.
Pensar en algo más molesto que desempacar era tener frente a mi la idea constante de que debía empezar de cero en la escuela y entrar dos meses después de que las clases iniciaran significaba que todos ya se conocerían, tendrían amigos y me sería más difícil sobrellevar la escuela sobre todo en mi último año, donde a nadie le interesaría ser amigo de alguien a quien solo verán unos meses.
En cuanto llegamos vi la casa que tantas veces habíamos visitado, me parecía bonita, no muy diferente a las demás del barrio, pero debía comenzar a recorrerla con todas las cajas del auto y con las del camión que mi padre había rentado, así que sin más empezamos bajando algunos muebles pequeños como la mesa de centro, llevando y trayendo cajas para apilarlas donde la etiqueta decía, mi madre también estaba ayudando a empezar a acomodar todo lo que incluían dichas cajas en especial en la cocina, por otro lado mi padre debía no esforzarse mucho y ayudaba a su esposa en lo que podía, aun así se sentía mal por mi que debía llevar todas las cajas y que tendría que descubrir como bajar un puto sillón solo, se le veía en la cara que le pesaba la idea de no ayudar como el quisiera. Sin embargo ya casi había llevado la mitad de las cajas el solo, así que decidí sentarse un momento sobre el pasto del patio delantero y descansar un poco, mientras meditaba si lo más difícil de llevar sería el sillón o los malditos colchones junto con las camas ¡¿Cómo iba a hacer eso solo?! Cerré los ojos un momento para descansar la mente y al abrirlos y girar la cara vi acercarse a un chico con el cabello castaño, jeans y sudadera negra, iba tranquilo y saludando.
-Hola, soy Borja, pero por favor dime Luzu, vivo a dos casas de aquí, y no pude evitar ver que estas llevando muchas cajas solo, si quieres puedo ayudarte, nuevo vecinito- Me sonreía y me estiró la mano, la tomé me levanté. Me pareció muy amable de su parte ofrecerse a ayudar, aunque me daba un poco de gracia que me llamara "vecinito" con total confianza y esa felicidad, incluso podría decir que su sonrisa tan confiada era contagiosa, pues mi animo cambió totalmente.
-Muchas gracias, creo que aceptaré tu oferta, me llamo Raúl, pero puedes decirme Auron- Así ambos nos estrechamos las manos sonriendo, me levanté y le indiqué a Luzu donde irían las cajas, al entrar a casa le presenté a mis padres, quienes lo saludaron y agradecieron la ayuda. Realmente entre nosotros dos el trabajo fue rápido y en dos horas y media todas las cajas estaban ya en casa en sus respectivos cuartos. Al terminar ambos nos encontrábamos exhaustos, y estábamos donde iniciamos solo que ahora ambos nos encontrábamos tirados en el césped platicando de algunas cosas y riendo, incluso nos burlábamos de ciertas cosas que ocurrieron en la mudanza, como cuando al llevar el colchón por accidente lo solté y empezó a ir escaleras abajo y como Luzu tuvo que empezar a correr para no ser aplastado por el colchón.
-Bueno Auroncito, creo que terminamos-Se oía un poco agitado, pero no dejaba de ser tan amable y aunque yo no fuera así ese chico me daba esa tranquilidad para tratarlo de la misma forma. Definitivamente no sé como es que hubiera logrado la mudanza sin el, era como si por primera vez dios me respondiera una plegaria.
-Si, esa fue la última-no entendía como este chico podía ser tan confianzudo de decirme " Auroncito", pero había algo en el que hacía imposible que le molestará esa actitud, al contrario le parecía lindo que fuera así de amable y que a pesar de el cansancio extremo que tenía por mi culpa todavía riera con toda libertad.
-Por cierto, antes de irme quisiera saber ¿Dónde estudiarás Auroncito?- Luzu me veía muy serio a los ojos, lo que me daba risa.
-Creo que en el instituto del pueblo, tal cual no creo que haya otra opción, este lugar esta en el ano del mundo- Ambos reímos por mi comentario.
-Tienes razón, pero respeta mi hogar lo dices como si fuéramos una comuna o algo así , solo quería saber si no eras fan de la educación en casa o algo así, ya sabes - Luzu fingía estar indignado pero al mismo tiempo seguía riendo.
-La verdad es que nunca lo había pensado, pero no suena muy factible y más cuando creo que mis padres tienen menos paciencia que yo para los estudios-
-¿Y cuándo iniciarás las clases? ¿En qué curso estas? Diría que somos de la misma edad, pero siempre puede haber sorpresas -
-Estoy en último año y comienzo el lunes, espero que las clases no sean tan pesadas como el trabajo de hoy-
-No, para nada, todos los profesores son muy amables y los chicos igual, ojala te toque en mi grupo, también voy en último año- Luzu me miraba con una sonrisa mientras decía eso,de pronto estaba sonrojado.
-Ojala- Cuando terminé de hablar me di cuenta de que lo dije como un impulso, lo que me causó más vergüenza y terminé mirando hacia otro lado. Por suerte mi madre acababa de sacarme del momento incomodo que había creado en mi mente pues invito a Luzu a comer.
-Me encantaría señora, pero mi madre se veía ilusionada con la cena de hoy, y no puedo fallarle-
-Que mala suerte, tal vez en otra ocasión puedas venir con tus padres a cenar-
-Si, yo les haré llegar la invitación, gracias- Luzu se veía apenado por no poder quedarse.
-Gracias a ti por ayudarnos tanto, bueno los dejo platicar un poco más, pero no tarden porque ya es un poco tarde- El cielo comenzaba a oscurecer, la noción del tiempo se había perdido en medio de la plática tan interesante que había tenido con Luzu.
-Creo que tu mamá tiene razón Auroncito, ya debería ir a casa-
-Claro no te preocupes, gracias por todo- Mientras Luzu iba caminando hacía su casa que estaba demasiado cerca iba moviendo su mano gritando.
-Adiós Auroncito!- Su cabello despeinado junto con sus fuertes movimiento lo hacían lucir muy gracioso. Estaba a punto de reírme de Luzu, pues me resultaba muy cómico verlo gritar cuando su casa estaba tan cerca, pero solo moví mi mano en señal de despedida y lo vi entrar a su casa.
La noche paso muy normal, cenamos y hablamos de cosas triviales como el vecino tan amable y en como por fin nuestra nueva vida iba arrancando de nuevo, al terminar la cena fui a mi cuarto a dormir pues realmente estaba exhausto y quería descansar para mañana comenzar a organizar mi cuarto, quise pensar en un momento en el porque me sonrojé al ver a Luzu sonriendome así, pero el sueño me libró de esa discusión interna.
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Adorable Encuentro l
FanfictionAuron es el chico nuevo del instituto, por tanto al llegar tendrá que adaptarse a sus nuevos compañeros, incluído Luzu, su nuevo vecino con quien se llevará una gran sorpresa. Ruben esta apunto de reprobar literatura por dormir en clase, su única op...