10. Empezamos

3.5K 425 214
                                    

Vegetta

No puedo creer que lo único que le pedí a Doblas sea lo único que hace mal... bueno, estoy siendo muy amable, el es experto en hacer las cosas mal, incluso ahora que ya habían pasado 10 minutos de la hora acordada y tenía mis cosas listo para irme cuando estando en el marco de la puerta lo vi corriendo hacia el salón, no pasó mi un minuto cuando estaba ya frente de mi.

-Justo a tiempo, no Vegetta?- Parecía que había corrido un maratón, sudaba demasiado, lo que era una imagen muy desagradable pues parecía que no se acordaba ni de respirar correctamente.

-Llegaste a tiempo para ver como me voy- Aunque se viera tan deplorable seguía muy enfadado por su irresponsabilidad.

-Vamos Vegetta, solo fueron 5 minutos- Y más me enfadaba que me dijera mentiras tan estúpidas a la cara.

-Fueron 10!-

-Es casi lo mismo, por favor-

-Mira, cómo te explico que es lo doble?- En serio tenía que soportar a este todos los días, ni siquiera habíamos empezado y ya me estaba arrepentimiento de todas las decisiones que había tomado en mi vida.

-Exactamente para eso son las asesorías, para explicarme todo lo que no sé, vamos!- Me tomó del brazo y me encaminó al salón, algo hacía que ignorara su impuntualidad, así que me senté frente a él, tal vez solo debía dejarlo pasar para acabar lo más pronto posible con esto.

-Bueno en la clase este periodo vamos a analizar Antigona, por favor saca el libro para empezar- Me senté, abrí mi libro y esperé, trataba de tranquilizarme, todo podía mejorar ya empezando con la asesoría.

-Si, dame un momento- Solo podía observar como sacaba mil porquerías de su mochila, ya llevaba dos bolsas de frituras, una lata de refresco, tres tomos de un manga y una "libreta".

-Eh...Vegetta, me puedes prestar el libro?- La forma de Rubén para afrontar la vida era un misterio, me hacía cuestionarme como es que había llegado a este punto de su vida.

-Eres tonto? Me estas diciendo que sabias que tenías asesoría de literatura y olvidaste el libro que estamos leyendo?.- Si que era todo un caso este chaval .

-No! Es que lo tenía hoy en clase, tal vez lo perdí, o me lo robaron!- Comenzaba a entender que estos comentario no eran para burlarse de mí, sino que eran parte de su naturaleza.

-Vamos a ver! ¿Quién te iba a robar la porquería de libro que me imagino estaba igual que ese cuaderno?- Me estaba sacando de quicio sus explicaciones tan estúpidas. -Mira, toma el libro y empieza a leer-

-Muchas gracias Vegetita, vamos a ver- Empezó a leer hasta que se detuvo, no llevaba ni dos frases.
-Quién coño es Edipo?-

-Edipo lo leímos el periodo pasado, lo terminamos de leer cuando estabas roncando.-

-Oh el tipo que se casa con su madre, que enfermo-

-Ok, creo que mañana vas a traer el libro de Edipo y vamos a empezar desde ahí, necesito que entiendas Edipo para empezar con Antigona-

-Por qué?-

-Porque Antigona es su hija-

-Oh, tiene sentido...- Lo odiaba, despreciaba su desinterés por todo.

-Bueno la asesoría de hoy duró 20 minutos y 10 fueron esperarte, adios- volví a guardar todo en mi mochila con prisa.

-Oye Vegetta, quieres ir a comer algo en el tiempo que queda?-

-Doblas, no me interesa ser tu amigo, es más en este punto de mi vida pienso necesario tomarme unas vacaciones de ti- La cara de Rubius hacía un puchero, le veía con toda la intención de contestarme, pero antes de abrir la boca su expresión cambiaba, tal vez se daba cuenta del problema que podía ser para el si yo llegara a declinar en las clases.

-Vamos Vegetta, yo invito, no quisiera siempre estar gritando contigo, si vamos a vernos diario al menos deberíamos llevarnos bien- En eso tenía razón, pero no esta consiente de que lo único que hace que yo grite es él y su forma de ser tan indulgente ante la vida.

-Mmmm... Está bien, a dónde quieres ir?-No entiendo como este chaval me hace ceder tan fácil, debe ser que me da pena el pobre, ver sus intentos era algo que mínimamente hacía que lo respetara.

-Pues mira cerca del instituto hay un restaurante, solo debemos pasar por Mangel y pasamos para allá-

-Vamos rápido antes de que me arrepienta- salimos del aula y caminamos a la entrada, de repente Rubius empezó a asomarse a todos lados.

-¿Y mi Mahe?- Se estaba rascando la cabeza y buscando con la mirada.

-Le dijiste qué te esperara aquí?-

-No...es verdad! No le dije nada, mi Mahe me dejó, pero debería estar implícito-

-Bueno entonces solo seremos los dos- Su cara de tristeza era inminente, traté de seguir con el plan de comer para al menos ambos despejarnos la mente.

-Me estas invitando a una cita Vegetta?- ¡¿Como puede ser tan tonto?! Adiós a mis buenas intenciones.

-No!- Estaba totalmente sonrojado, jamás le pediría una cita a Doblas, prefería la muerte en cualquier escenario.

-Tranquilo Vege, era broma, pensé que lo entenderías- Bueno si no bastaba con que él por si solo fuera raro también lo era su humor.

-Creo que debería irme a casa, no soporto más del hilarante Rubius- Ya no podía estar más tiempo con alguien que me ponía los nervios de punta así.

-Vamos Vege, primero me invitas a una cita y ahora me dejas varado en la calle, en medio del frío y ma lluvia- Hablaba mientras tenía una pose telenovelesca como si realmente fuera abandonado, incluso se veía triste.

-Tú me invitaste, el clima está perfecto y estamos frente al colegio, tú sabes regresar perfectamente a casa-Le iba explicando eso cuando me jalo del brazo y empezamos a caminar al restaurante.

-Si si si- Caminamos en silencio un rato, le quite mi brazo y llegamos, era un local limpio y eso me daba confianza, entramos y nos sentamos, la camarera nos trajo los menús y unos vasos.

-¡¡Vege!! Mira a mi Mahe!- Giré la cabeza y era cierto, Mangel estaba en una mesa con Lolito, me pareció muy raro.

-Ya se conocían Mangel y Lolito?-

-No, ese tipo una vez nos siguió a Mangel y a mi como todo un psicópata y de seguro ahora drogó a Mangel para tenerlo ahí, Vegetta me prestas tu vaso?- A este punto entendía que no debía pedir explicaciones a las preguntas raras de Rubius, solo seguí viendo a Mangel y Lolito.

- La verdad no creo que lo haya drogado se ven muy cómodos juntos, tu sales con Mangel o algo?- Me giré para esperar la respuesta y vi a Rubius...con los dos vasos como binoculares. -Ruben ¿Qué haces?- Me estaba sobando la cien en este momento.

-Vigilo al stalker de Lolito, y no no salgo con Mangel, no seas celoso Samu- Esa fue la gota que derramó el vaso, tenía la cara totalmente roja y él solo me molestaba.

-Me voy! Mañana trae el maldito libro, Doblas!- Me levanté de la mesa y cuando me giré todo el mundo nos estaba mirando, incluido Mangel y Lolito, salí de ahí rápidamente y me dirigí a casa.

Perfectamente sabía que si cedía ante Rubius es porque una parte de mi se divertía con sus respuestas inesperadas y su actitud tan poco predecible, pero todo tenía un límite, bueno no todo, su estupidez no tenía.

Adorable Encuentro l Donde viven las historias. Descúbrelo ahora