25. Solos

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Rubius.

Después de mi victorioso plan de dormir en casa de Vegetta, ahora estábamos caminando, bueno yo estaba lo estaba siguiendo sin dudar, hasta que Vegetta se detuvo y giró a verme.

-Bueno tu sabes que no vas a dormir en mi casa, no?-

-No me puedes dejar morir a las 12:00 de la noche en un barrio tan peligroso, cuando mi casa esta tan lejos- Vegetta puso sus manos en la cintura mientras me miraba.

-Vaya que te gusta exagerar las cosas chaval, son las 10:30 y tu casa esta a unas calles...- Lo mire fijamente y después abracé a mi nuevo cerdo.

-Tienes el corazón para dejarnos en la calle a ambos?- Vegetta no nos miraba con pena, sino que quería reírse aunque se contenía bastante para seguir fingiendo su enojo.

-Puedes quedarte, vamos- Vegetta suspiró y ahora estaba un poco más calmado que en el auto.

-Olé! Vamos ahí!- Se paro en frente de una casa enorme que parecía una puta mansión -Oye Vegetta esta es tu casa?-

-Si, por qué? -Vegetta estaba abriendo la puerta cuando terminó de abrir me invitó a pasar.

-Coño!!! Es enorme!!! Tienes tu propio Mc Donalds aquí adentro?- Estaba viendo todas las cosas que tenía Vegetta en la pared de su casa.

-No, Doblas, no soy Ricky Ricon- Se estaba sobando la cien con una cara de irritado. -Igual ven, te voy a mostrar donde puedes dormir- Seguí a Vegetta mientras seguía curioseando todos los adornos raros que había hasta llegar a una habitación muy normal y de colores muy neutrales.

-Mira este es cuarto de invitados, por ahí esta el baño y si necesitas algo avisame estaré en mi cuarto- Vegetta estaba a punto de salir, pero de verdad me mataba de curiosidad saber como era su cuarto.

-Vegetta, si necesito algo no tengo ni idea de donde queda tu cuarto-Vegetta me miro unos segundo y asintió.

-Ven, sigueme- empezamos a caminar y todo estaba demasiado silencioso, hasta el punto de dar mal rollo.

-Oye Samu, y no hay mayordomos como en las películas de mafiosos?- Vegetta me contestó mientras seguía caminando.

-Si, por la mañana,dejan la comida hecha y en las tardes regresan a casa, como solo estoy yo todo el fin de semana regresan el lunes- Oh, la casa era realmente bonita, pero sinceramente me cagaría de miedo si tuviera que dormir solo aquí. -Mira este es mi cuarto- Era relativamente simple igual que la habitación en la que me quedaría pero con un pc, una televisión y varias consolas, bueno también tenía unos libreros y varios muebles, me acerqué rápidamente a las consolas.

-Vegetta, quieres jugar un poco? Qué tal Mario Kart? - Estaba listo prendiendo la consola antes de que Vegetta pudiera contestar.

-Vale vale, pero si pierdes te duermes en el sótano de la casa- Joder! Eso si que me daba miedo, qué coño iba hacer ahí yo solo, pero era bueno jugando así que no tenía miedo.

-Y si gano me duermo aquí y tú en el sótano- Nos reímos y empezamos a jugar, la primera carrera la comencé ganando pero a como iba avanzando las pistas iba perdiendo cada una de ellas de las peores formas, al final perdí quedando en los últimos lugares y Vegetta quedo segundo. -Puto juego!! Maldito Mario subnormal!-

-Bueno, recoge tus cosas para llevarte a donde vas a dormir- Vegetta estaba en el marco de la puerta esperándome, me levanté muy frustrado, tomé mi cerdo gigante y las demás cosas y estaba a punto de salir cuando se me cayó uno de mis premios por llevarlos todos al mismo tiempo, para levantarlo Vegetta y yo nos agachamos al mismo tiempo, por unos segundos nos miramos y la cara de ambos se sonrojó, sinceramente no supe quien inicio pero nos fuimos acercando hasta que nuestros labios chocaron, solo fue un choque y nos separamos nerviosos, no pude evitar girar la cara, pero Vegetta me tomo el mentón con su mano para que lo mirara.

-Ruben, no te gustó?- Negué con la cabeza, realmente no me había molestado y no sé hasta que punto me había gustado, cuando contesté Vegetta se río un poco. -Me alegra oír eso chiqui- Acercó su cara a la mía y me volvió a besar, yo no tenía ni idea de que hacer, había salido antes con chicas, pero esta era la primera vez en que estaba así con un chico.

Sentía que el corazón se me saldría del pecho y me daba mucha vergüenza pensar que Vegetta podría oír mis latidos, nos volvimos a separar y nos levantamos. Vegetta me abrazó y lo que yo temía tanto le pasaba a Vegetta podía oír como estaba tan nervioso como yo, lo miré a los ojos y ahora fui yo quien tenía la necesidad de besarlo, realmente sentía esa sensación de mariposas en el estomago, pero antes de hacerlo recordé a Willy y cuanto quería todavía a Vegetta, así que aparté a Vegetta y salí del cuarto sólo con mi cerdo gigante hacia donde se supone tenía que dormir en un inicio. Escuché los pasos de Vegetta atrás de mi y empecé a caminar más rápido hasta el punto que fue absurdo vernos correr a los dos en su casa.

-Doblas por qué coño estas corriendo?!- Vegetta se oía frustrado.

-Porque me vienes siguiendo maldito acosador!!-

-Porque tenemos que hablar, cómo es que puedes ser tan subnormal?!- Vegetta se oía más enojado.

-No quiero, yo no soy un mal amigo!- Ya estaba en mi límite, de verdad no podía correr y Vegetta seguía atrás de mi, hasta que me alcanzó con su brazo.

-Vamos a ver Doblas, a qué te refiere a con lo de mal amigo?- Vegetta tenía una mirada muy seria.

-Pues...Willy- Estaba sintiendo un remordimiento horrible por todo lo que había pasado en la feria, por todas las veces que había coqueteado con Vegetta, por todo lo que empezó en forma de burla y ya no era así, pero fue ese beso el que me había caído como un balde de agua fría, estaba traicionando de la peor forma a Willy y no era solo en este instante, estaba siendo la peor persona.

-Ruben, yo con Willy terminé hace tiempo, ya solo somos amigos y terminamos bien, por favor explicame mejor el problema- Ahora ambos estábamos sentados en el piso uno enfrente del otro.

-Es que Willy todavía gusta de ti y soy el peor amigo de todos porque no supe cuando detener esto- Estaba agachado mirando al suelo me llevé las manos al cabello y me despeiné de la desesperación.

-Chiqui, quiero ser sincero contigo hay días en que de verdad me vuelves loco y quisiera reventarte a ti y a tu risa boba, pero ese no es todo lo que tú eres, eres todos los momentos en que reímos y jugamos, eres toda las buenas intenciones que tienes y todos los cuidados y amor que le das a Kira sin esperar nada a cambio- Vegetta se recargaba en la pared y se tapaba la cara cuando hablaba. -Ruben, lo que quiero decir es que ...- Interrumpí a Vegetta.

-Solo mi madre me dice Ruben- Vegetta se quitó sus manos de la cara y me veía con una cara estupefacta y creo que hasta un ojo le temblaba.

-Justo a eso me refiero, eres tú, desesperándome y divirtiendome.- Ahora su cara estaba otra vez sonriéndome.

-Chiqui me tienes loco de todas las maneras en que puedas imaginar- Y aunque mi moral me gritara que estaba mal...nos volvimos a besar con más intensidad que la vez anterior sintiendo una electricidad que nos recorría el cuerpo. -Piensalo mejor, por favor- Vegetta se levantó y se fue...ahora el verdadero problema era que no sabía en que maldita parte de la casa estaba, solo quería dormir y mañana ya podría pensar mejor como decirle a Willy que aunque en un principio le juzgaba su gusto por Samuel de Luque ahora lo compartíamos, caminé sin ganas hasta un armario en el pasillo, habían unas toallas, saqué dos y con mi cerdo gigante me acosté en el piso a dormir, mi cabeza necesita analizar todo lo que había pasado hoy.

Adorable Encuentro l Donde viven las historias. Descúbrelo ahora