Te Encontraré. #segundo Libro

capítulo 57

Mis pulmones pedían aire mientras yo acababa de sacar el poder de La guadaña del Anubis. Mi cuerpo se destransformo y caí de rodillas.
Mis pulmones gritaban por aire mientras sentía el trizquel corretear por toda mi piel, esto es más grande que toda yo. Yo sabía que esto funcionaba por que mi fuerza vital era muy grande. Una simple criatura lo intentaría y su cuerpo se desintegraría.

Sentí los brazos de Malec rodear mi cintura para ayudar a levantarme no lo logré así que me levanto en sus brazos. La guadaña desapareció con un polvo negro.

- Amor, no quiero que hagas esto.

Mire a Malec. Parecía tan triste y desolado, Sabía que se estaba preguntando que haría sin mi.

- Es mi destino mi amor e escapado de muchos destinos pero este es imposible... Cuando ese rayo sale de mi cuerpo me debilitó y se que cuando esas cosas vean que no puedo defenderme me atacarán.

Apoye mi frente en su pecho mientras seguía jadeando por aire, maldita sea.

- Yo te cuidare mi amor.

Sonreí con cansancio, había tratado años de que esa cosa no me cansara de esa manera pero era imposible, Walfus era el único que podía hacerlo con un poder compartido, la mitad de nuestro poder era filtrado y quedábamos con fuerzas de pelear. Pero Walfus no podía salir de su isla por más que quisiera.

- ¿Por qué no haces eso que hacías con Walfus?

Rodee mis piernas en su cintura y me colgué de su cuerpo para que el empezará a caminar. Odiaba saber que no volvería a sentir su calor y sus palabras de amor cuando no lograba dormir por las pesadillas.

- Solo un Anubis puede hacer esto, o alguien con alma compartida pero eso es muy difícil ya que es muy difícil conseguir a un ser que logré compartir la vida con un Anubis y si la encontramos tiene que ser digno.

- ¿Es como el martillo de Thor o algo así?

Lo mire a la cara, sus ojos ámbar se veían tan angustiados que no sabía cómo podía calmarlo.

- Si, algo así.

- ¿Ya preguntaste a Lainus? El sabe muchas cosas.

- Amor.

- Tal vez el sepa una mane...

- Malec, no hay otra opción.

Su agarre se debilitó monumentalmente de mi cuerpo. Me agarre lo más fuerte que pude de su cuerpo a pesar de mi debilidad y tome su rostro entre mis manos, el esquivaba mi mirada a toda costa, sabía que estaba triste y no quería que lo viera.

- Mi amor, mírame ¿Puedes?

Sus ojos se fijaron en los míos y pude ver todo el dolor impreso en ellos.

- Amor.

- No quiero perderte Ariana, apenas empecé a tenerte y no quiero perderte, no sería capaz de vivir sin ti.

Vi como las lágrimas empezaron a bajar por sus mejillas, mi corazón se rompió al verlo de esta manera. Era muy difícil ver llorar a Malec y de verdad no me gustaba y más cuando yo era la razón.

- Mi vida, sabes que no quiero irme, apenas estoy procesando que es tenerte a mi lado pero... Esto es más grande que yo, la tierra está en peligro y yo soy la única que puede matar a esa cosa sin que pueda regresar.

El apretó mi cintura haciendo que pudiera aflojar un poco el agarre de mis piernas.

- A la mierda la tierra Ariana, te verías sexi con un traje postapocaliptico.