capitulo 74

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Estaba mirando la chimenea. Las llamas crecían y se consumian mientras jugaba con en anillo en uno de mis dedos.
¿Cómo se lo diría a Victoria? Solo recordar a la mate de Gabe hacia que me preocupara.
Todo esto era mi maldita culpa. Debí atraparlo ese día y nada de esto hubiera pasado.

- Buenas noches.

La voz alegre de Victoria llegó a mis oídos, estaba dándole la espalda pero escuché como dejaba todo en la mesa y se acercaba a mi.

- Hola mi amor ¿Cómo estás?

Me dió un beso en la mejilla y se sentó en mis piernas.

- ¿Estás bien?

Sus ojos grises y preocupados me pesaron hasta el alma.
Apreté su cintura y escondí mi cabeza en su cuello. Ella acaricio mi cabello.

- Mi amor ¿Que pasa?

La apreté aún más fuerte ¿Por qué? ¿Por qué cuando ella de estaba calmando y sonriendo de nuevo pasaba esto?
Ella no era la misma de antes, se había vuelto un poco más cerrada y no sonreía tanto como antes pero en estas semanas ella había empezado a sonreír, a molestar con mi familia mucho más que antes ¿Por qué ahora le tenía que quitar eso?

- Gatita..

Levanté mi mirada y sus ojos preocupados me recibieron.

- ¿Pasó algo malo?

Desvíe mi mirada, no era capaz de mirarla a los ojos.

- Mateo...

- ¿Lo encontraron? ¿El está aquí? 

Su voz se llenó de alegría haciendo que mi corazón se rompiera. No quería hacerle esto, no podía hacerle esto. Bajé la mirada haciendo que su sonrisa se borrara.

- ¿Alex? ¿Que fue lo que paso? 

Llené mis pulmones de aire y la mire.

- Está tarde después que la sacerdotisa se fuera. Gabe y Andrea encontraron...

Las palabras no me salían, no podía lastimarla de esta manera. 

- Alex, mirame.

Hice caso omiso a su petición y empece a huir de su mirada.

- Alex.

Tomo su cara entré mis manos y hizo que la mirara. Sus bonitos ojos grises se habían apagado.

- ¿Que encontraron?

- Ellos encontraron... Su cabeza empalada en los jardines.

El cuerpo de Victoria se tenso y sus manos cayeron como peso muerto entre nosotros.

- ¿Que?

Sus ojos se empezaron a llenar de lagrimas, trate de colocar mis manos en sus mejillas pero ella se levanto de mis piernas.

- Victoria...

Empezó a retroceder con sus manos en su cabeza como si le doliera.

- ¿¡ELLOS HICIERON QUE!? 

Trate de acercarme a ella pero empezó a correr hacia la puerta. Salí corriendo detrás de ella pero corría muy rapido.

- ¡VICTORIA!

El dragón aterrizo frente a ella haciendo que ella se subiera sobre su lomo.

- ¡VICTORIA! 

El dragón despego haciendo que la rafaga de aire me hiciera caer al suelo.

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Las lagrimas resbalaban por mi cara cuando la brisa me pegaba de lleno. Habían matado a mi amigo y yo no hice nada para evitarlo.

-No es tu culpa pequeña.

La voz de Khaled sonó en mi cabeza haciendo que yo negara. Claro que era mi maldita culpa. nunca debí dejar que se fuera después que Ariana lo había dejado ¿por qué me quedé de brazos cruzados? 

- Nadie predijo es...

Khaled se calló haciendo que yo enderezara mi cuerpo sobre el.

- Baja a ese claro Khaled.

- Victoria no creo que sea buena i...

- Hazlo.

El dragón me hizo caso aterrizando en un claro. Bajé de el lentamente y miré hacia el chico rubio apoyado de brazos cruzados mirando fijamente hacia mí con sus penetrantes ojos rojos.

- Marcus.

El sonrió mostrando sus colmillos y levanto las manos en señal de paz.

- Victoria Quien diría que Alex te dejaría salir a pasear tan tarde... y Sola.

Khaled gruñó enrollando su cuerpo a mi alrededor.

- No estoy sola.

- ¿No? 

Se encogió de hombros.

- ¿Que ganabas con eso?

Marcus.

- Tu amigüito no nos servia para nada.

Marcus se encogió de hombros.

- Un simple humano con el corazón roto. Sin convicciones o otra cosa. Un simple imbecíl que se enamoró de Ariana Drake.

Soltó una carcajada sarcástica.

- Solo quería la cabeza de Malec para que en un caso hipotético Ariana se enamorara de el.

Dio el circulo completo a mi alrededor.

- ¿Eso les dada derecho a matarlo?

Se acerco más a mí.

- No, pero fue divertido  escucharlo correr para que yo no lo alcanzara. 

Sonrió macabro y miró a mi dragón que lo miraba con ira.

- Como llamaba a todo el mundo. La desesperación en su cuerpo al saber que estaba solo y...

- Callate.

 Apreté mis manos en puños.

- ¿Por qué? ¿Te sientes culpable? 

Su mano trato de tocarme pero Khaled gruño.

- No es tu culpa. Es de Ariana ¿que crees que hubiera pasado si ella no fijaba sus ojos en el? Ella sabia que se aburriría de el en algún momento y aún así siguió con eso. 

Lo sentía querer meterse en mi mente.

- Es culpa de Ariana.

Marcus sonrío y siguió arañando los muros de mi mente hasta que abrí una puerta para que el entrara. Hice contacto visual con sus ojos.

- Lo tendrás de eso me encargo yo.

Marcus sonrío y yo me dí la vuelta para subirme a Khaled. Era lo único que me pedía y eso obtendría  



Te Encontraré. #segundo LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora