Capítulo 49

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Mis pies se enterraban en la nieve mientras trataba con todas mis fuerzas de parar la hemorragia en mi brazo derecho, estaba en un maldito desierto de nieve tratando de que el aire frió dejara de quemar mis pulmones y mi bestia se tranquilizara y dejara de tirar zarpazos en las paredes de mi mente.

Mis rodillas cedieron haciendo que cayera, me apoye en mi brazo izquierdo y pude ver mi sangre tiñendo la nieve debajo de mi, por favor a todo lo bueno alguien que me ayude, mi vista se empezó a nublar. 

Sentí unas manos frías tocar mi herida. Sin necesidad de levantar la vista supe quien era, solté un gruñido gutural  para que dejara de tocarme pero sus manos pasaron por mi espalda en dirección hacia mi espalda baja, sabía lo que buscaba.

- No lo encontraras.

Recordé el horrible dolor de el soplete quemando mi piel. Pero a ella no pareció importarle y siguió bajando su mano hasta subir mi camisa y ver la cicatriz debajo de a que la bruja hizo. Oí como su respiración se cortaba para después tragar saliva. No podía moverme y eso aumentaba mi frustración.

- ¿Por qué?

Reí sin mucha gracia y mi brazo cedió haciendo que mi cuerpo cayera.

- ¿Debería seguir llevándolo después de lo que me hiciste? 

Me lo había quitado justo después de descubrir todo. 

Estaba parado en el garaje de la casa de mi madre con unas cuantas botellas de licor encima, es más estaba acabando con otra mientras estaba sentado en la mesa mirando las herramientas colgadas meticulosamente en la pared. Le dí  un largo trago a mi bebida y mi vista al instante se fijo en el soplete. El tatuaje en mi espalda baja empezó a picar.

Me lo había hecho por esa maldita perra y ahora me estaba arrepintiendo de sobre manera. Me bajé de la mesa y camine hacia el soplete para prenderlo y ver como salia el fuego de el. No dude en quitarme la camisa y quemar esa parte de mi piel.

Mi cuerpo se tensó al sentir sus manos parar por las cicatrices de mi espalda, trataba de quitarla de encima de mi removiendome pero ella inmovilizo mi cuerpo.

- ¿Sufriste todo esto por mi?

Cerré los ojos con fuerza al evocar cada maldito recuerdo doloroso que sufrí por la persona que inmovilizaba mi cuerpo, hasta intente rechazar a Victoria.

- ¿Que quieres de mi Monica? Sé que buscas matarme ya que estas aliada con el Luxurus, se que amas a Marcus pero ¿por qué no me has matado aún? ¿por qué tratas de echarle sal a la herida?

- Responde la pregunta Alex.

Volteo mi cuerpo de un movimiento brusco haciendo que pudiera verla.

- ¿Que quieres de mi Monica? Una maldita respuesta, es muy obvia ¿Quieres deleitarte sabiendo lo miserable que fui por ti? pues...

Sus labios impactaron con los míos, trate de quitármela de encima pero mi cuerpo no respondía, estaba totalmente anulado, ni siquiera podía escuchar los gruñidos de mi bestia tratando de liberarse de las ataduras de mi mente. Sus labios se separon de los míos y me miro a los ojos, colocando su mano en mi mejilla.

- Alex yo...

- ¡SUELTAME!

Sus ojos se llenaron de terror, mi garganta ardió de gritar tan fuerte. Pero quería que ese ser repugnante se quitara de encima de mi y me dejara llegar a donde mi Victoria y poder sanar mis malditas heridas.

- Alex yo de verdad lo...

- No quiero escuchar nada de tu boca ni escuchar la explicación de generar lastima de por que tu cuerpo esta cubierto de heridas. No me importa tus razones ni por que crees que de verdad me importas.

Te Encontraré. #segundo LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora