capítulo 31

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- ¿Malec?

El hombre frente a mi sonrió y se acomodó un poco la ropa cubierta de suciedad y sangre.

- Hola Alex.

Se arrodilló en el suelo, lo mire fastidiado y me acerqué a él.

- ¿Qué haces aquí Malec?

Lo ayude a levantarse y a caminar hacia la casa.

- Me enviaron aquí, hay una extraña energía proveniente de este lugar.

Ahora era problema de cazadores, que genial.
Seguro estaban aquí por el Luxurus tendría que esperar que ellos procedieran para poder ir yo, malditos burócratas.

- No es que este en contra de los cazadores pero... ¿por que demonios tienen que meter sus narices en todo?

Malec rió y fijo su mirada ámbar en mi.

- Actividad en el bajo nilo, Lainus dejo abrir el campo de fuerza, el plano astral a tenido comportamientos extraños. De verdad creo que demoramos mucho en meter nuestras narices.

Por amor a Selene, Malec era un cazador que tenía lazos con los Drake más específicamente con Ariana, ninguno de la familia sabe exactamente cual fue la razón de su relación y ahora no importaba o no con todo lo que se avecinaba.

- Entonces ¿vienes a investigar?

Malec sonrió.

- Alex Drake ¿por qué tan preocupado? Es simplemente una visita.

- A mi gente no les agradan mucho los cazadores.

- "Tu gente" todo un Alfa ¿quién lo diría no?

Rode los ojos y mire a mi alrededor tratando de buscar el porque nadie había sentido la llegada de Malec ¿dónde demonios estaban mis guardias?
Los sentía pero no lograba verlos.

- Tienes muy buenos guardias. Gargolas y Dragones, eres una caja de sorpresas.

- El dragón es de mi mate, esta aquí por ella.

Llegamos a la entrada de la mansión y abrí la puerta.

- ¿Mate? E pasado mucho tiempo sin ver a los Drake.

La casa estaba oscura y lo único que se lograba ver eran los guardias custodiando la casa, había triplicado la seguridad y eso era muy notorio.

Subí las escaleras con Malec pisandome los talones hasta el cuarto de huéspedes.

- Date un baño y a dormir, no quiero saber de tu existencia hasta mañana ¿escuchaste?

El hizo el típico simbolismo militar y entró a la habitación, llegue a la de mi gatita y los guardias salieron al instante, su pequeño cuerpo dormía plácidamente sobre las sábanas, me tiré a su espalda y la apreté contra mí. No la dejaría ¿cómo podría? Era necesaria para vivir.

********

Maldita sea.

El comedor era un tremendo desastre, voces iban y venían mientras yo sólo quería tomar una taza de café en paz.

- Papá tengo que hacer una maqueta del plano solar para mañana.

- Campeón ¿no pudiste decirlo antes?

El me miró con la típica sonrisa de inocencia y mire a Daniel quien estaba concentrado en lo que le decía Cristina, creo que mi madre se sentirá un poco sola ya que mi hermana se la pasa mucho aquí.

- Le diremos a mamá que nos ayude, soy pésimo en el arte.

Recordé el grafiti que había hecho con Victoria y sonreí.
No había terminado de bañarse, se estaba demorando mucho. Hice el amago de levantarme pero ella entró al cuarto del comedor haciendo que todo se quedará en completo silencio.

Te Encontraré. #segundo LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora