capítulo 16

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Estaba retocando las puntas de mi cabello mientras Aila me miraba atentamente.

- ¿Quieres intentarlo?

Miro a su hermano, el cual me miró a mi y después miró a Cristal que venía entrando en la casa.

- maldito calor de mierda.

Se amarró el cabello en una cola y nos miró a todos.

- ¿Qué dices Aila?

- Yo...

Se sonrojo de sobre manera y su hermano nos miró a ambas cuando Logan rodeó sus hombros.

- Salgan con la chica, hagan todo eso que hacen ustedes Alex paga todo.

Tiro una tarjeta de crédito que yo tome entre mis dedos.

- Nosotros una tarde de chicos.

Mateo entró a la casa y miro confundido a Logan, para después mirarme a mi.
Se veía tan tierno cuando estaba confundido, sus ojos verdes se iluminaba y arugaba un poco la nariz.

- Tendrán una tarde de machos.

No pude evitar soltar una risita ante la seriedad de Cristal. "Machos" Logan y Mateo eran unos inmaduros.

- Amor.

Logan le sonrió a su mate haciendo que este le hiciera lo mismo.

- No puedo dejar a Aila sola.

- Las chicas la cuidaran.

Rodee a Aila de los hombros y mire a su muy desconfiado hermano.

- Ella estará bien nosotras la cuidaremos ¿verdad Criss?

Ella asintió, su hermano nos miró desconfiado pero terminó accediendo.

Me acerqué a mi mate y le di un beso en la mejilla.

- No dejes que Logan haga ninguna estupidez.

El sonrió y asintió.

- Deberías cambiarte amor.

Yo sonreí divertida.

- No cometas ninguna estupidez Logan.

Soltó Cristal en forma de advertencia hacia su mate.

- Yo no hago estupideces.

Cristal lo miro mal.

- Si amor me portate bien. ¿vas a salir así vestida?

Desde que empezó a estar mucho conmigo empezó a vestirse mejor, eso del traje de combate todo el día no me convencía.

- Cuidense.

Grité desde la puerta mientras halaba a las chicas hacia afuera, salimos hasta el centro comercial, para poder consentir a la chiquilla asustada que iba detrás de nosotras.

- Chicas no creo que haya sido buena idea venir aquí.

Miraba todo con una mezcla de terror y admiración.
Los montones de armarios atestados de ropa y cosas brillaban mostrando lo que cada tienda tenía para ofrecer.
Cristal miraba sus uñas mientras caminaba a mi lado.

- Ali no tienes que tener miedo son simples humanos.

- Y demonios y vampiros y...

- Alia no tienes que andar diciendo eso por aquí.

Sonreí apenada hacia una vampiros que nos miraba mal. Le compraría un licuado.
Las miradas sobrenaturales estaban fijas en Alia, no sabia si era por su muy peculiar olor o por su muy fea ropa pasada de moda, la pobre no le cabía nuestra ropa por ende tenía la misma que tenía cuando la encontramos.

Te Encontraré. #segundo LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora