capítulo 36.

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Cuando bajamos del Jet estaba lloviendo a cántaros, Alex estaba parado al final de las escaleras esperándome.
Iba totalmente vestido de negro al igual que la sombrilla.
Parecía la típica escena triste que salían en las películas. Lo conocía tan bien que pude notar como su cuerpo se tenso al ver a mi familia salir detrás de mi, baje las escaleras lo más rápido que pude y me lance a sus brazos.

- Lo siento por no ir contigo hermosa.

Negué con la cabeza mientras el colocaba el abrigo sobre mi para que no me congelará.

- No importa ¿Resolviste todo lo que tenías que hacer?

Rodeó mis hombros y empezamos a caminar hacia el auto.

- Ashton logró averiguar varias cosas sobre los hermanos y Ariana me informó de otras muchas, así que sólo hay que actuar.

Me abrió la puerta del carro y entre al asiento del copiloto, cerró la puerta y a los pocos segundos se subió el para empezar a conducir.
Me dio una de esas miraditas de tienes algo pero no me quieres decir para después tomar mi mano, sabía que lo hacía para que me sintiera segura y supiera que estaba conmigo.

- Me dijo que era una cínica por no aparecer en los meses pasados, pero...

- Gatita, no tienes que sentirte culpable por algo que no estaba en tus manos. El no pidió explicaciones y tampoco las merece.

Le dio un beso a mis nudillos y fijo su vista en el camino.

- Alex se que no es el mejor momento pero... ¿cómo te sentiste en todo este tiempo?

Su cuerpo se tenso y el agarre en el volante se hizo tan fuerte que pensé que lo rompería.
Se humedecio los labios y freno un semáforo en rojo.
Las luces de los autos que circulaban a esa hora se contrastaban contra el cristal húmedo, era una noche triste o eso parecía para mi.

- Culpable, desesperado, perdido. Mis días se volvieron una completa agonia, una ida y venida entre la tristeza y la ira.

Piso el acelerador haciendo que el auto arrancará.
Mientras estaba en ese oscuro lugar no había dejado de pensar en el.
Su imagen se volvió la tortura favorita de esos seres y ese lugar que me consumía y me llevaba al límite de la cordura.

Recuerdo las garras contra mi mente, las sombras trepando mi cuerpo, los recuerdos o ilusiones que se reproducían en mi mente una y otra vez mientras las cadenas quemaban mi piel.

- Victoria, ya llegamos.

La voz de Alex me hizo salir de mi trance y mire hacia afuera, la lluvia se había puesto aún peor y todos los hombres que habían viajado en otros autos se manchaban de barro y suciedad mientras cubrían a mi madre, mi padre y hermana de la lluvia.

Abrí la puerta de un movimiento y salí del auto, no me importó mojarme ni ensuciarme de barro, un mayordomo se acercó a mi corriendo para poder cubrirme de la lluvia.

Sentía que ya había vivido esto, esa sensación de vacío, este escenario. La lluvia, el barro y el bosque oscuro a mi alrededor.

- Alex.

Mi voz sólo fue un susurro entre el bullicio de la lluvia, había sentido esto. Maldita sea conocía muy bien este sentimiento.
Mire hacia el cielo donde vi a Khaled volando.

* - ¿Te pasa algo pequeña?

- ¿Sientes eso?

El mundo a mi alrededor se empezó a mover lento, todos parecían moverse sólo para resguardarse de la lluvia.

Te Encontraré. #segundo LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora