Simón Fitzpatrick tenía sueños, su vida puesta en una balanza eran más cosas buenas que malas, era maravillosa, hasta que vio como el sueño que había construido durante toda su vida se destruyó en pocos segundos. Para un deportista decirle que no p...
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Después de leer varias historias de amor, tener la suya estaba a millones de años luz, sin embargo, un día cualquiera, un reencuentro en el aeropuerto lo cambio todo. Lo que empezó hace muchos años como una amistad platónica, termino siendo una verdadera historia de amor, con altos y bajos, con aciertos y desaciertos, pero real, como cualquier otra.
Simon Fitzpatrick se arregló su traje por última vez no sin antes llevarse una mirada de aprobación de su madre, él era apuestísimo y los trajes definitivamente le quedaban increíble. Su padre se encontraba mirando la escena con una mirada tranquila, complaciente.
Los últimos meses habían sido locos, pero era noviembre y él se encontraba en su mejor momento; en paz consigo mismo, a punto de dejar la casa de sus padres por lo alto y por si fuera poco, agradándole a Martin Luther King, el gato de su novia como nunca antes. Eso ya era un avance bestial.
Milena por otro lado se encontraba sentada en medio de su hermana y su madre luciendo glamurosa. Pasó por una larga y tortuosa hora de su vida siendo maquillada por su hermana, pero valió la pena el esfuerzo después de todo, porque su mirada complaciente al verse en el espejo lo significaba todo para ella.
La escena de por sí ya parecía sacada de película, su madre, su hermana y su padre le veían como si estuviera a punto de llorar. Eso le causo risa a la morena quien claramente no pudo evitar reírse de ellos a lo que ellos se quejaron.
Ambos chicos en casas apartadas se arreglaban para algo que hace mucho disfrutaron, algo que la mayoría ya habían vivido, en especial todos los que se encontraban mirándolos con felicidad en los ojos y no, no se trataba de una boda, hablaban del baile de graduación de una escuela.
Sonaba como una locura hace un mes para Simon, pero después de comentarlo con Milena, la idea de cuidar a muchos chicos y vivir un baile de graduación juntos no era algo muy loco después de todo. Por lo que acepto y pidió que le dejaran llevar acompañante.
El chico paso por su novia puntual como lo habían hablado y la entrega fue tal cual como lo vivieron años atrás con diferentes personas, le hicieron bajar del auto, les tomaron fotos e incluso les pusieron ramillete. Se burlaron de eso luego en el auto como dos tontos, pero al llegar al lugar, la decoración, y la música los transportaron a mucho tiempo atrás causándoles ternura.
Al momento que empezaron a llegar los chicos, todo empezaba a recordarle un poco más a la vida escolar. Simon recordaba su baile escolar, Anika había sido su pareja y habían bailado toda la noche, Milena por su parte tuvo un baile escolar bastante peculiar, estudiar en un colegio de niñas hizo que obligatoriamente los únicos hombres del lugar fuesen sus profesores, pero eso no le impidió bailar toda la noche con sus compañeras, quienes ahora se encontraban esparcidas por distintos lugares del mundo.
Hayden apareció tomado de la mano de Bella e hizo su entrada triunfal, este año estaban concursando por rey y reina del baile, aun siendo mejores amigos. En cuanto vieron a Simon y Milena corrieron hasta ellos.