Allan
Estaba entrando a mi cafetería favorita junto a Carlos y Mery. Después de clases siempre venimos, es el mejor lugar para relajarse, desahogarnos con respecto a nuestros problemas y pasar el rato en general. Pero me llevé tremendísima sorpresa al escuchar una voz familiar casi gritando; en especial por lo que dijo...
—¡Que no voy a acostarme con mi roommate! —gritó mi...¿roommate?
¿Está gritando en público que no va a acostarse conmigo? Wow, eso sí me dejó helado.
Ella se encontraba de espaldas, sentada en una de las mesas próximas a los ventanales y la acompañaba una chica. Una chica igual a mi cuñada. Y cuando digo igual, me refiero a idéntica, con la única particularidad de que su cabello en lugar de rubio era castaño. Esta nos observó con sorpresa y no me pasó desapercibido que toda su atención se centró en su doble.
Mi roommate se giró lentamente y su cara se puso roja al verme. Pero su expresión dio un gran cambio al instante al ver a Mery; la misma que yo puse al ver a su amiga.
Decidí acercarme junto a los chicos a la mesa que ocupaban. Tanto Mery como la amiga de Emma se miraban de forma extraña, mientras que las expresiones de sopresa no desaparecían del rostro de Carlos ni del de Emma, ni mucho menos del mío.
Era un momento demasiado incómodo.
—Mery —musitó la chica.
—No me dirijas la palabra —mi cuñis saltó furiosa, eso me confundió el doble con respecto a este asunto.
—Lo entiendo, yo... —comenzó a decir antes de ser interrumpida por Emma.
—Un momento, ¿entonces tú eres Mery? —sonrió, animada.
—Sí, soy yo —respondió la rubia, intentando no ser grosera.
—Yo soy Emma, roommate de Allan y la mejor amiga de tu hermana —se levantó para presentarse y fue entonces cuando caí en cuenta de que esa chica es la famosa hermana gemela de Mery, de la cual evita hablar todo el tiempo.
—Es un placer conocerte formalmente, Emma, pero tu amiga no es mi hermana. Quizás compartimos el mismo ADN pero no somos familia y no la quiero cerca —sentenció molesta y acto seguido salió de la cafetería a paso rápido.
—Jane, ¿verdad? —preguntó Carlos y ella asintió—. Un placer. Soy Carlos, tu...cuñado. Me gustaría quedarme a charlar pero tengo que ir a calmarla. Un placer para ti también Emma —dijo antes de salir corriendo del lugar tras su novia.
Me giré nuevamente hacia las chicas. Jane estaba llorando —o más bien dejaba escapar un par de lágrimas que secaba de inmediato con suma sutileza— y Emma, que antes estaba frente a ella, se posicionó a su lado para darle consuelo.
—Chicas, yo...lo siento.
Ni siquiera sabía porqué me estaba disculpando, pero necesitaba hacerlo. Jane lucía inconsolable y la actitud de Mery aún me tenía algo descolocado. A ver, sabía que llevaban años sin mantener contacto alguno, pero aquí parece haber más historia de la que me han contado.
—Tranquilo, Allan. Tú...no tienes nada que ver con esto —Emma me brindó una débil sonrisa.
—¿Les gustaría que las lleve a casa? —me ofrecí al ver que Jane seguía encontrándose mal y varias personas estaban mirando en nuestra dirección—. Dudo que una cafetería sea el lugar indicado para esto.
—Gracias, Allan, pero...ahora mismo no tengo cara para mirarte siquiera después de lo que dije y...Jane me necesita —declinó mi roommate mientras su amiga lloraba deliberadamente sobre su hombro.
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Love Dúplex
RomanceEmma Wilson no sabe de la existencia de Allan Lerman. Allan Lerman ignora la existencia de Emma Wilson. Eso cambia cuando ambos descubren el mismo día que fueron traicionados por sus respectivas parejas. Y eso no es todo. Un contrato de arrendamient...