Emma
En cuanto deducimos en dónde podría estar Jane, decidimos que debíamos ir a comprobarlo. Podríamos haber esclarecido nuestra duda con una simple llamada telefónica a los padres de las gemelas, pero en vista de que no sabíamos si ella había ido a verlos o no, no podíamos preguntarles acerca de la hija a la que no ven hace cuatro años. Esperamos al día siguiente para salir, al ser un viaje tan largo llegaríamos de madrugada a Phaells si no lo hacíamos y ya estábamos bastante cansados de antemano.
Ahora estábamos a bordo de la camioneta de Allan, él conduciendo, Carlos y Mery en los asientos traseros y yo en el asiento del copiloto. Nos reunimos temprano en la mañana y nos pusimos en marcha, pero el viaje era más largo de lo que me había imaginado. Según tengo entendido, Phealls limita con Hale en el otro extremo de la ciudad, solo que había olvidado lo extenso del trayecto.
¿Por qué tenemos que vivir todos en los condados más alejados de la universidad?
—¡Dios! ¿Cuánto falta para llegar? —se quejó Carlos por enésima vez.
—¡Carlos! —gruñó Allan cansado de las quejas de su amigo—. Eres como esos niños pequeños que no paran de preguntar si ya llegamos al destino. ¡Cállate de una buena vez!
—Es que estoy acostumbrado al viaje largo a Valery Place, pero ir a Phealls es mil veces peor.
—Has ido conmigo a ver a mis padres en otras oportunidades —intervino su novia.
—Lo sé, pero las otras veces eran viajes de carretera divertidos y tu madre nos esperaba con su deliciosa tarta de manzana. Ahora todos estamos tensos por lo de Jane y el viaje parece eterno.
Touché.
Desde que conozco a Allan, Carlos y Mery, cada vez que subíamos juntos a esta camioneta, acabábamos creando memorias dignas de recordar. Pero ahora todos estábamos preocupados por Jane y Mery, y en un segundo plano en cómo reaccionarán sus padres ante la nueva versión de la historia.
—Lan, pon música al menos —pidió Mery.
—Buena idea —suspiró el pelinegro y encendió la radio.
Lo primero que escuchamos fue la voz de un locutor anunciando la próxima canción que reproducirían: Girls like you de Maroon 5. ¡Amo esa canción!
—¿¡Girls like you!? Chicos, vamos a cantar —sugirió Carlos a lo que todos asentimos animados.
—Spent twenty-four hours. I need more hours with you —comencé, por inercia mi mirada se desvió hacia Allan, como si le estuviese dedicando ese verso.
—You spent the weekend getting even, ooh ohh —me siguió Mery.
—We spent the late nigths making things rigth, between us —continuó Carlos, sorprendiéndome con su melodiosa voz, desconocía eso de él.
—But now it's all good baby. Roll that Backwood baby and play close —terminó Allan.
—'Cause girls like you run around with guys like me 'til sundown, when I come through I need a girl like you, yeah yeah. Girls like you love fun, yeah me too. What I want when I come through I need a girl like you, yeah yeah —cantamos todos juntos y así hasta que acabó la canción.
Luego del improvisado karaoke, continuamos el viaje bastante más relajados. Aún estábamos nerviosos por el tema de Jane, en especial Mery que era la que más lo demostraba, pero las restantes horas fueron menos tediosas.
Mery me preocupaba. No mantenía con ella una relación tan estrecha como con su hermana, pero igualmente era mi amiga y no me gustaba verla mal. Tanto ella como Jane se merecen reconciliarse, las relaciones de hermandad son de las más fuertes que existen y más cuando se trata de los gemelos, esos años que han estado separadas debieron ser muy duros para ambas. Entendía que para Mery seguía siendo muy díficil y su vínculo con su gemela no restablecería de la noche a la mañana, pero esperaba que al menos quisiera intentarlo.
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Love Dúplex
RomansaEmma Wilson no sabe de la existencia de Allan Lerman. Allan Lerman ignora la existencia de Emma Wilson. Eso cambia cuando ambos descubren el mismo día que fueron traicionados por sus respectivas parejas. Y eso no es todo. Un contrato de arrendamient...