Little Beauty [h.s.] ✓

Capítulo 39

—Ya lo sé —me interrumpí, suspirando, intentando encontrar una explicación a todo. Tenía un presentimiento de que sí estaba embarazada, a pesar de la sangre—, pero cuando vivía en Francia, algunas de mis amigas y vecinas estaban embarazadas. Viví con ellas durante toda su gestación, Harry. Reconozco los síntomas. No he tenido aún ningún hijo, pero sé reconocer cuándo hay uno en camino —terminé. Estaba frustrada, sólo quería salir de dudas de una vez.

Harry suspiró asintiendo, mirándome fijamente. Tenía los brazos cruzados en su espalda, era su postura habitual. Los buenos modales no los perdía nunca.

Margareth seguía ahí, en silencio a mi espalda. Me di la vuelta hasta ella y le sonreí, tendiéndole la mano para que me diera la botella donde estaba el vinagre. En silencio la miraba, esperando que me diera indicaciones de cómo proceder.

—Señorita Sienne, tiene que orinar —comentó discreta. Me sonrojé y me puse nerviosa. No recordaba haber visto hacer esto a ninguna de mis compatriotas en Francia, pero me fiaba de Margareth. Ella tenía mucha más experiencia que yo y no podía permitirme dudar de su palabra—. Y una vez que haya terminado, echar el vinagre y esperar.

Sabía que Harry seguía ahí detrás, pendiente de cada detalle. Me daba vergüenza verme en esta situación, pero no podía pedirle que se marchara. Tenía tanto derecho como yo a estar aquí. De hecho, sin él no estaría aquí pidiéndole esta clase de consejos al personal de cocina.

—¿Esperar a qué, exactamente? —Se me adelantó Harry a preguntar. En el fondo se lo agradecía, porque yo no estaba segura de haber podido ser capaz de preguntar. Margareth nos sonrió.

—Depende, si cambia de color o aparece espuma, entonces habrá que preparar todo para recibir al pequeño —respondió ella. Sentí la suave mano de Harry atrapar mi cintura desde atrás, su caricia tan suave y ligera como una pluma, no pareciéndose en nada a la intensidad de hace unos momentos. Tenía la certeza de que esa idea le agradaba tanto como a mí.