Capítulo 26

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—Por fin solos tú y yo —Harry rodeó mi cintura con sus brazos, dejándome estupefacta por su repentina muestra de afecto. Yo estaba doblando el vestido que había llevado aquella noche; me había sentido fuera de lugar llevándolo, pero no quería decirlo para no parecer una desagradecida o una chica falta de atención.

En silencio los dos, puesto que no le respondí, nos quedamos unos cuantos minutos en esa posición, con él apoyando su barbilla en mi hombro y su mano sujetando mi cintura mientras que con la otra frotaba su palma con mi bajo vientre. Eso me hizo sentir fatal al recordar que, tarde o temprano, tendría que hablar con él sobre lo que realmente estaba pasando. No estuve embarazada y, en el caso de lo que haya estado, ese bebé ya no era parte de mí ni nuestra realidad.

—Sienne —Harry llamó mi atención—, ¿pasa algo? —noté su tono de voz preocupado, con un atisbo de desesperación. Tal vez se daba cuenta de lo distante que estuve el día de hoy, y quizás esa era la señal para decirle la verdad.

Entonces, él hizo algo que me sorprendió. Me giró para mirarme a los ojos y lo vi nervioso. Se relamió los labios y tragó saliva un par de veces, sin apartar la mirada de mí, y posó ambas manos en mi vientre.

—Sé que no soy un hombre muy afectivo y, mucho menos, expresivo —comenzó y yo ya me estaba preparando para lo peor—; pero, Sienne, soy completamente sincero cuando te digo que tu presencia aquí me hace los días más amenos y el hecho de que lleves a mi hijo en tu interior me hace muy feliz.

La burbuja de felicidad en la que estaba se había pinchado en cuestión de segundos.

Little Beauty [h.s.] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora