Capítulo 4

8.7K 645 132
                                    

—Eres tan bonita —dijo acariciando con su mano suavemente mi mejilla—. Y yo he estado solo tanto tiempo... —ya no me miraba a los ojos, sino que miraba mi mejilla mientras la acariciaba como si se tratara de un tesoro que acababa de encontrar y quería mantener en secreto— ¿Has estado alguna vez sola, Sienne?

La pregunta me pilló de sorpresa y, tras parpadear unas cuantas veces seguidas, le respondí.

—Solo en una ocasión, señor —le respondí, apartando la cara lentamente de su mano. Me apenaba hablar de esto porque me hacía recordar a mi madre. No sabía qué era de ella ni si estaba bien, nada.

—No me llames señor, Sienne —me agarró la barbilla y me hizo levantar la cabeza para mirarle—. Dime papi.

Me ruboricé en cuanto pronunció esas palabras. No quería preguntarle el motivo, pero me resultaba raro. Él no era mi padre, por lo que, ¿por qué quería que le llamara así?

Él me sonrió de nuevo.

—Piensas demasiado —comenzó—, dime, ¿has dejado a alguien especial atrás? —me preguntó. No sabía por qué cambiaba de tema tan de repente, pero en parte me relajó.

—A mi madre —le respondí, mordiéndome el labio inferior después de contestarle—. Fue todo tan... inesperado —me sinceré. Necesitaba hablar con alguien sobre cómo me sentía, y que el Sr Styles me preguntara me hizo confiar un poquito más en él. Él pareció perplejo con mi respuesta, como si se hubiera esperado otra distinta.

—¿Estabas casada, bonita? —me volví a sonrojar con su nueva pregunta. No sabía por qué me preguntaba, pero decidí no mentirle y ser completamente sincera. Ahora era lo único que tenía.

—No —respondí modesta y escuetamente.

—¿Has estado con algún hombre? —preguntó de nuevo, apenas un segundo o dos después de responderle yo.

Volví a decirle que no, a lo que él aspiró aire profundamente y se levantó, poniéndose frente a mí, sus manos a ambos lados de su cuerpo. No sabía qué esperar de él.

—¿Confías en mí? —me preguntó sin inmutarse. Yo me quedé quieta unos cuantos segundos, no queriendo parecer una desagradecida, pero tampoco ciega por su hospitalidad.

Asentí con la cabeza, por lo que él siguió hablando.

—Entonces espero que comprendas que quiera protegerte como un padre a su hija, ¿no? —Entendí eso a la perfección y asumí que por eso quería que le llamara papi—. Pero, Sienne, también espero que entiendas que tengo necesidades y me gustaría saber si vas a poder ayudarme a satisfacerlas.

Entreabrí los labios de sorpresa cuando enunció las últimas palabras. No sabía a qué se refería, pero esperaba que me ayudara a entender. 

Little Beauty [h.s.] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora