||Introducción; El Puente||Mi teoría era que... Mi "historia de amor" había comenzado tan espontánea y tempranamente que acabar de esta forma tan...digamos "fuerte", era algo que debería haber predicho.
No me malinterpreten. Hubo momentos felices.
Muy felices de hecho, no voy a mentirles; pero así como de mágico fue proporcionalmente una cagada.
No me malinterpreten, si, ya sé, lo dije de nuevo. A lo que me refiero es a esos lapsos entre medio de los mejores momentos.
Como una montaña rusa. Llegas a la cima, todo es bonito, tranquilo, ves el paisaje y te sientes feliz. Entonces, llega el punto del declive; donde bajas, gritas, sufres, lloras y lo único que deseas es bajar para pedir unas pastillitas de menta por haber vomitado como si fueras la hija o hijo del exorcista.
No me juzguen, esa montaña de mierda era muy alta.
También escupí a una anciana por accidente, lo que sucedió... Bueno, no viene al caso.
El punto es que Daryl Dixon era esa montaña rusa, cuyas subidas y bajadas eran iguales de intensas. A su vez, yo era la tonta que seguía los concejos de mi abuelita y me subía al carrito... otra vez.
Cuando rechazó a mi hijo y luego volvió llorando a mi como un perrito, literalmente mojado por meterse conmigo a la ducha, logré dejar el rencor de lado e hice caso a lo que mi cuerpo me impulsaba a hacer. Porque sí, seguía enamorada y la química se mantuvo putamente intacta. Y no, nunca lo perdoné por eso, no voy a hacerlo tampoco y sé que él no pretende que lo haga; pues mi hijo es el ser más importante y amado, incluso más que el arquero; sin embargo, mi rencor fue extinguido y eso me permitió volver con él.
¿Por qué recurro a esto? Porque él había logrado aceptar los hechos. El hecho de que tenía un hijo y de que había una persona que lo amaba más que a nada, más a allá de todo, sin prejuicios, de una manera complicada , pero muy pura.
¡Esa soy yo, amigos! Lo siento, las referencias pueden conmigo.
Volviendo al tema...
Posteriormente, nos separamos. ¡Ni siquiera había pasado un puto mes que ya nos llovía vergazos de nuevo! Fue ahí cuando la venganza comenzó a consumirnos. Sabemos lo que pasó después. Y luego, al reencontrarnos, volvió a pasar. Creí que lo había comprendido, pero nuevamente fue preso de su rencor.
Yo no soy una santa, aclaro. Paralelamente, yo también había asesinado, engañado, mentido y creí que esa era la respuesta a "¿cómo sobrevivir en el Apocalipsis? "
Y continuó así hasta que maté a ese hombre, el padre de Gracie.
El tipo estaba protegiendo a su bebé y a mi solo me interesó matarlo para protegerme. A consecuencia de esto, dejé a una recién nacida (que de por sí no tenía madre) sin padre.
Y sí, ya sé, los Salvadores NO son unos santos, pero ¡vamos!
No pido que lo acepten, pero sí que me comprendan. ¿Si hubiera sido Daryl?¿Si hubiera sido yo?
Me hubiera perdido la oportunidad de seguir conociendo a este pequeño niño que le da sentido a mi vida.
¡Y que ya habla!
