☾ Mɪ ᴘᴇϙᴜᴇñᴏ Dᴏɴᴄᴇʟ ☽

CAPITULO XXI

POV SUNGKYU

Sonreí al ver cada una de los rasguños y marcas que WooHyun tenía en su cuerpo, pase con cuidado uno de mis dedos por aquellos rasguños y notar que aún estaban fresco, viendo al mayor removerse por mi tacto, sonriendo como tonto al saber que aquellos rasguños eran hechos por mí.

Sintiendo mis mejillas sonrojadas por todas esas veces que había sido suyo y era algo que no podía controlar, lo arrinconaba por todas partes, como también hacia lo que sea por provocarle para que me hiciera suyo y no digo que WooHyun no hizo lo suyo cuando me arrinconó en su oficina y hacerlo en el baño, sintiéndome nervioso y excitado por saber que podían descubrirnos.

Tape mi rostro con mis manos por la vergüenza que sentía, como aquella vez que casi la madre del mayor nos descubría, logrando en mantenerme callado cuando la escuche hablar, susurrando que pronto se acercaba el día de la muerte de BooHyun.

Negándome a quedarme solo en casa, quería ir y DongHyun debía ir con nosotros, aunque no pensaba decirle a mi pequeño sabía que tenía derecho, podría preguntarme en un futuro y prefería que fuera antes de que él creciera.

Sonreí al ver aquellos ojos cafés observándome y mostrarme una sonrisa, el mayor me había susurrado que ahora le tocaba guardia, pero que mañana seria completamente mío, espere al mayor que saliera de bañarse e irnos a desayunar los dos.

Viendo ya a mi pequeño sentado en su pequeña sillita y comenzar a gritar al verme, me acerque a él para besarle y acomodarme a su lado. La señora Nam dándome aquella papilla que le estaba dando, susurrando que debía de irse y que cualquier cosa que se me ofreciera que no dudara en decirle a Minie una de las mucamas.

Le dedique una sonrisa cuando hizo una reverencia, viendo a WooHyun dedicarme una sonrisa y besarme, diciendo que se cuidara y que volviera pronto. Me quede con mi pequeño para que terminara de comer, llevándomelo a la habitación para bañarlo, colocándole aquel overol azul combinado con sus tenis rojos y una playera roja. Me encamine hasta aquel patio que tenían los Nam, sonriendo al ver los juegos que los padres del mayor se habían encargado de colocar, deje a DongHyun en uno de los columpio y comenzar a pasearlo.

Pasaron unos segundo y dejarlo en la alberca de pelotas, viendo aquella sonrisa al estar jugando con las pelotitas, deje salir un suspiro al ver todo lo que mi pequeño estaba teniendo. Como estaría mi vida si no hubiera conocido a WooHyun, si aquel chico no hubiera decidido aventar y yo llamara a la policía. ¿Dónde me encontraría en estos momentos? ¿Cómo estaría mi pequeño? Sentí un poco de triste al pensar que mi pequeño estaría sufriendo mucho y pasaría hambre a mi lado, pero jamás me paso en abandonarlo, en darle la oportunidad que tuviera un lugar mejor para vivir.

Observe a mi pequeño sonreírme y caminar hasta mí, su cabecita recargándola en mis piernas, balbuceando unas cuantas palabras que aún no se le entendía. Acaricie su cabello y ver como comenzaba a bostezar, ya era un poco tarde y la señora Nam aún no llegaba, tome a DongHyun entre mis brazos para llevar lo hasta su habitación, Mimi se me acerco para entregarle a DongHyun y que lo llevara a la habitación mientras yo iba por un biberón, me apresure hacérselo.

Me apresure para encaminarme hasta la habitación viendo a Mimi para dárselo cuando la puerta comenzó a sonar, le indique que fuera a darle el biberón a DongHyun para yo recibir a quien sea que fuera, pero jamás pensé que ella vendría de vuelta, sus ojos encontrándose con los míos y mirarme aun molesta.

— Así que tú eres el escuincle por el que me dejo — comento molesta, deje salir un suspiro para verla —

— Sabes muy bien que no eres bienvenida — comente para verla con un sonrisa de alado cuando la escuche gruñir —

— Jamás dejare que seas feliz con WooHyun — comento molesta, rodé los ojos —

— SeungYeon lo perdiste y sabes los dos que WooHyun nunca te amo —

Dije sonriente, no iba a dejarme intimidar por ella, no iba a tenerle miedo. La observe acercarse a mí, la mire aun serio para levantar una ceja y verla aun sonriente.

— Me has quitado lo que más quería, a WooHyun, a sus padres, esta casa, todo me has quitado — comento molesta para tomarme del brazo, provocando que gruñera por el dolor que sentía —

— Yo no te quite nada — me solté de su agarre — tu nunca lo obtuviste, ellos jamás te quisieron y menos WooHyun — dije sonriente —

— Nunca dejare que seas feliz con WooHyun — comento, bufe para mirar al chofer —

— Park, puede mostrarle la salida a la señorita — la mire de pies a cabeza y soltar una pequeña risa —

Me di la vuelta para regresar con mi pequeño para sentir como me tomaba del brazo y comenzaba a insultarme, gritándome una y otra vez que nunca iba hacer feliz con WooHyun, cansado me solté con brusquedad, sintiendo mi corazón dejaba de latir al presenciar aquello, al ver su rostro en pánico, mi mano estirándose para tomarla pero fue demasiado tarde.

SeungYeon había caído por las escaleras quedando inconsciente con el golpe que había recibido, lo único que podía pensar era en su bebe. No dude en apresurarme hasta su lado y susurrar su nombre, diciendo al chofer que llamara a una ambulancia, sintiéndome nervioso al ver un poco de sangre en su cabeza.

Mis manos comenzaban a temblar, la ambulancia llegando a los segundos y llevándose a SeungYeon, diciendo a Mimi que se encargara de mi pequeño mientras yo acompañaba a Yeon y yo mismo le diría a WooHyun, sintiendo mi corazón acelerado por pensar que diría WooHyun al saber que yo lastime a su pequeño.

Aborde la ambulancia para observar a los paramédicos como le colocaban un respirador, viendo como también le limpiaban la sangre, mis manos comenzando a temblar una vez que llegamos al hospital y me quede afuera esperando por ella, mis manos en el teléfono pensando en que le diría al mayor, con miedo le marque, esperando que me contestara.

— Amor, ¿ya me extrañas? Porque yo si lo hago — comento, provocando que dejara salir un sollozo — Gyu ¿Qué tienes? ¿Qué paso? — pregunto alterado y nervioso —

— Hyunnie —

Mordí mi labio y dejar salir otro sollozó al pensar que él podía dejarme al saber que yo lastime a su bebe.