☾ Mɪ ᴘᴇϙᴜᴇñᴏ Dᴏɴᴄᴇʟ ☽

CAPITULO XXVIII

POV WOOHYUN

Mire a mi pequeño como se alejaba de mi de poco a poco, las puerta cerrándose para ya no verlo jamás, viendo aquellos papeles en mi mano. Recordando lo último que me había dicho.

— Sé qué harás lo correcto — beso mis labios — te amo Hyunnie y donde sea que vaya siempre voy a estar a tu lado y nunca voy a dejarte de amar —

Sintiendo como mi pecho se comprimía, el doctor a mi lado dándome pequeñas palmadas y susurrarme que debía de decir ahora, no quería hacerlo, no quería perder a hijo ni a SungKyu, mire al doctor para firmar por aquella petición de mi pequeño y entregarle las hojas, viendo cómo se iba pero no sin antes tomarlo de la manga con verlo con tristeza, desesperación.

— Salven a los dos por favor — le mire suspirar y asentir —

— Vamos hacer todo lo necesario WooHyun —

Asentí para verle irse, dejándome caer de rodillas y seguir llorando por mi amado, sintiendo los brazos de mi madre y sentar se a mi lado, contándole todo lo que estaba pasando, escuchándole llorar, mi padre la tomo entre sus brazos y dejar que llorara, mis amigos ahí a mi lado, Key tratando de calmarme, pero nadie podía. La única persona que podía hacer aquello era él, en ver de nuevo su sonrisa, en esos pequeños ojitos llenos de brillo al mirarme.

Empuñe mi mano al odiarme por no acompañarlo yo, yo debía estar ahí, debía estar protegiéndole al saber que ella regreso, mire a Key para acercarme a él y verle con mi cara de molestia.

— Quiero que te encargues de refundir a la cárcel a SeungYeon — dije serio y decidido, le mire asentir—

— Yo me encargo de todo no te preocupes —

Me dedico una sonrisa para verle alejarse con teléfono en mano y hacer una llamada, quería que pagara por todo lo que estaba provocando y si él no logra salir de esta, yo me encargaría de matarla, porque una vez le advertir por Sunggyu metería mis manos al fuego y no me importaría estar en la cárcel por él.

Escuche mi llamado para ver a una enfermera susurrando que mis pequeños habían nacido ya, eran niño, quedándome un poco confundido por aquello, Yeol diciendo lo que el doctor le había dicho y entregándome aquel regalo por parte de mi pequeño, aquello trajecitos de marinero que había comprado para darme la noticia, no pude evitar en tomarlo entre mis manos y llevarlos a mi pecho para llorar, mi pequeño había comprado esto para mí.

Sintiendo mi cuerpo tenso al ver como la enfermera volvía de nuevo adentro con rapidez, aquel desfibrilador llevarlo con rapidez en aquella habitación, aquella habitación donde estaba mi pequeño, mi corazón acelerado, mi madre abrazándome e ignorando cualquier llamado de su parte, lo único que podía pensar y preocuparme era en él.

Mi pequeño estaba grave

Me aferre de nuevo aquellos trajecitos y por primera vez pedirle a mi hermano que no me quitara a SungKyu que uno no era tiempo de que se fuera y mucho menos ahora que debíamos cuidar a mis pequeños y a su pequeño.