La seguridad en el pueblo era mayor de lo que pudiese imaginarse, había muchos soldados en cada calle o incluso en las orillas del pueblo mismo donde estaban al pendiente de todo aquel que pasara.
Pues los soldados siempre detenían el paso de los magos y brujas pidiéndoles alzar sus ropas si llevaban cubierto los brazos: no encontraban nada.
Tampoco nadie se atrevía a pedirle a la familia real que hiciera eso, ni a la familia del sacerdote o la familia de los que conformaban el comité del rey. Justamente donde se encontraban aquellos traidores dejándole el trabajo sucio a los demás quienes tenían que caminar temerosos por la actitud que estaban tomando los soldados, aquellos quienes suponían tenían que cuidarlos, no hacerles temer.
Y se supone que había mucha seguridad también en el castillo, se suponía.
Draco iba caminando a lado de Tom quién iba hablando sobre sus precauciones en el pueblo, los agricultores o la invasión del castillo hace unos días. Solo lo iba escuchando dejando que se desahogara de esos temores. Y fingió que la conversación era muy buena hasta que la reina se acercó a ellos.
—Es un gusto tenerlo por aquí, Malfoy. Su padre habla maravillas de usted —le dijo haciendo una leve reverencia— dice que hace unas buenas confesiones, no deja de decir que dejara en buenas manos su lugar.
Draco sonrió incómodo y pasando sus manos por detrás.
—¿Solo le dijo eso de mi?
—Si, Lucius está bastante orgulloso.
—Pues que honor...yo le contaba al príncipe que vamos al bosque a hacerle una limpieza de sus pecados —dijo de la nada, y señalando al bosque que tenían enfrente suyo— ¿Quiere unirse? Así se daría cuenta que mi padre está en lo correcto.
La reina miró al frente suyo sabiendo que ahora estaba muy prohibido el acercarse al bosque, pero la mirada de su hijo le decía que todo iba a estar muy bien pues estaba muy dispuesto a ir.
Dudó varios segundos pensando en las advertencias de su esposo, pero ella era tan creyente.
Ella asintió, necesitaba limpiar su alma.
—Perfecto, entonces podría comenzar con usted y después con el príncipe, si no le importa —observó a Tom.
—Para nada, por mi está bien que mi madre primero se purifique —extendió su brazo para dejarlos pasar primero.
La reina fue quién primer cruzó muy emocionada (pues ella iba murmurando que jamás había recibido una limpieza espíritual) y después fue Draco quién le dirigió la misma mirada dejando que él fuera el último.
Antes de perderse entre los árboles, Tom sacó su varita mirando a los guardias que habían estado muy cerca.
—Confundus...—murmuró al agitar su varita.
El hechizo se dividió en dos saliendo en ambas direcciones para llegar a golpear a estos dos guardias que se habían removido de su lugar muy confundidos para mirar a su lado.
Ellos dejaron de pensar que habían visto a tres personas en la parte trasera del castillo.
Volvieron a su misma posición sin tener sospechas de nada.
Draco seguía caminando mientras escuchaba a la reina contarle todos sus problemas emocionales, lo mucho que le gustaba rezar todas las noches para que protegiera a su familia y sacarán aquellos mortifagos que ahora le estaban haciendo la vida imposible.
Pero él dudaba que los dioses fuesen a hacerle caso cuando uno de ellos los adoraba tanto.
El camino fue largo fingiendo que debían llegar a las orillas del lago porque era algo más tranquilo, natural y que todo saldría bien. Aunque ya tenía la sospecha de que la reina se estaba arrepintiendo de haber ido por varias razones: su ropa se estaba ensuciando, sus zapatos, estaba cansada y no quería seguir caminando.
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El camino al paraíso; [ Harco ]
FanfictionEl pueblo de Hogwarts siempre se ha caracterizado por ser un reino tranquilo, comerciante y lleno de paz como de magia. Por lo menos habían tenido esa etiqueta hasta que algunos grupos surgieron en los últimos años donde se buscaba el bien y el mal...