El camino al paraíso; [ Harco ]

• 26; La derrota de la serpiente.

Draco comenzó a despertar sintiendo que todo su cuerpo estaba doliendo demasiado, sus músculos estaban demasiado tensos y su cabeza punzaba demasiado que sus ojos se llenaban de lágrimas. Pero aún así podía recordar la situación antes de que hubiese perdido la consciencia.

Giró su rostro tratando de encontrar a Harry en la dirección donde lo había visto por última vez pero su asustó al no verlo.

Lo que sí logró ver fue como Pansy y Blaise hacían el intento de detener a Greyback que luchaba como un maldito animal contra ellos, también pudo ver a los Lestrange muertos en el suelo a cierta distancia cercana. Nunca creía poder ver eso pero también se percató de que Crabbe y Goyle también estaban tirados en el suelo por alguna maldición asesina que habían recibido.

Comenzó a ponerse de pie sintiendo como su cuerpo le estaba doliendo tratando de impedirle el ponerse de pie pero sus ganas de querer saber dónde estaban Harry, hicieron que tuviera la fuerza suficiente para ponerse de pie.

Cerca de él pudo ver su varita tirada así que la tomó al igual que su propia espada con la que se recargó para no caer.

No puedo, no puedo sostenerme de pie...

Pensó con lágrimas en los ojos pero lo era momento de seguir portándose como un cobarde. Toda su vida o la mayoría de está había luchado con soldados, matándolos y asesinandolos como para pensar qué no podía. Claro que podía, tenía la voluntad de mantener su promesa con Harry de hacer que ambos vivieran, o uno solo.

Vió un resplandor proveniente del interior del bosque sabiendo que en esa dirección había un duelo del que no estaba siendo testigo.

—Harry...—murmuró tratando de caminar pero sus piernas dolieron.

Poco le importaba, el colgó la espada alrededor de su cintura para tomar una gran bocanada de aire antes de ir caminando hacia donde estaba aquella pequeña batalla que se sentía demasiado dolorosa.

Buscó con mucha desesperanza encima e incluso miedo de no poder llegar a tiempo.

Pero al ver dos figuras que conocía muy bien, el avanzó aún más a prisa llegando a reconocer a Harry quién alzaba su varita gritando “Desmaius" contra Tom enfrente suyo quién no había metido las manos para defenderse pero el hechizo había atravesado una ilusión que este mismo había creado para poder engañar al ex soldado quién había abierto de más los ojos por el engaño.

Su corazón latió con mucha más fuerza al notar que Riddle salía detrás de los arbustos donde Harry estaba.

—¡Reducto! —gritó golpeando al mago qué le miró con odio cuando había caído al suelo.

Harry había volteado, mirándole sorprendido por verle ahí parado cuando se supone no podía. Además por haberle salvado de una maldita muerte.

No era tiempo para ponerse a pelear porque uno estaba a punto de morir o porque el otro estaba ahí.

Tenían que luchar los dos para poder ganar.

Harry corrió hasta a su lado con varita en mano para que los dos pudieran protegerse de los ataques de Riddle quién se había puesto de pie sacudiendo sus ropas y mirándolos con mucha ironía encima. Harry le sostuvo del brazo para que se mantuviera en pie.

Tom caminó hasta ellos sin acercarse, después de todo no era un tonto.

—No entiendo sus decisiones, en verdad que no lo entiendo. Pero ahora ambos son un dolor de culo —se limpio con su mano el rastro de sangre que escurría por su boca— y los dos van a perder. ¿O no?

Su miradas se concentró en la de Draco sin decir nada.

Comprendió cuando comenzó a sentirse extraño al ser capturado de nueva cuenta por este por sus malditos pensamientos.