El camino al paraíso; [ Harco ]

• 14; Pecador.

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Draco conocía muy bien a Harry Potter, y si sabía algo de él, es que era malísimo para disimular algo cuando tenía sospechas de cualquier cosa.

Los últimos dos días había sentido su presencia aunque esté trataba de pasar desapercibido, en verdad que su mirada era tan penetrante que tenía que fingir seguir en lo suyo fingiendo que no sabía que cierto soldado lo estaba mirando desde lejos.

Sospechaba que este iba a estar así después del maldito error que había cometido hace unas noches.

Tenía que hacer algo.

Él lo sabe, te va a descubrir y va a terminar contigo.

Ignoró su consciencia acercándose hasta una anciana que se encontraba sentada en la calle cercana al templo, se le quedó mirando antes de sacar una manzana de la canasta que llevaba para poder entregarle está. Siendo bendecido por está que no dejaba de agradecerle.

Y el supo cómo engañar de nueva cuenta con una sonrisa.

Tenía que hacer algo para alejar esos pensamientos de querer saber la verdad sobre lo que ocultaba debajo de sus mangas pero no se le ocurría nada más, tampoco podía ir con Tom para buscar una solución, porque este de inmediato iba a tener la respuesta: matarlo. Y él no quería la muerte de Harry.

No quería que eso pasara ni mucho menos con Harry. Los demás no le importaba pero este si que lo hacía. Lo odiaba por haberse metido tanto en su vida.

Para él podía ser fácil el ir a decirle a Pansy, Blaise o Tom qué Potter había descubierto la marca de su brazo, quizás no la vió bien pero había logrado hacerlo, pero eso no quitaba que esa mirada de acusación se fuera. Pero no podía, no queria exponerlo ni hacer nada. Porque bien sabía que sabiendo la identidad de uno, los otros iban a hacer algo.

Y si llegaban a tocar a Harry, él mataría a todos.

Continúo el día repartiendo comida a las personas que se encontraban en situación de calle, no podía darles más que eso porque los galeones los manejaba su padre. Y él no tenía acceso a ellos, además poco le importaba el dinero ahora. Eso se iba a ir a la basura cuando ese pueblo se fuera a la mierda.

E incluso tuvo que fingir con el mismo Tom cuando se lo encontró de enfrente.

-¿Va todo bien? -le dijo en un susurró.

Asintió al tiempo adecuado, sin prisa y sin dudar.

-Se ha cancelado la búsqueda de mi madre, en verdad me siento tan triste por eso -su tono de voz había cambiado, y él tuvo que sonreír por pena- espero que pueda rezar por ella porque este bien y pueda volver a su pueblo.

-Estoy orando por ella, su majestad.

-Me parece muy bien ese gesto de solidaridad.

-Tambien oraré por usted y su padre para qué estén bien, los dioses van a protegerlos y estarán de su lado para que ganen -el inclinó un poco su cabeza en muestra de respeto.

-Así va a ser, Draco -extendió la mano para que le diera la suya- todo sea por Hogwarts.

Le dió su mano para que besara el dorso de ella, pero sintió una gran punzada en su espalda más la tensión. Sabía muy bien de quién se trataba cuando los labios de Tom habían tocado su piel.

-Draco...-Tom le dijo en voz baja, solo para que el escuchara- te estoy vigilando. Más te vale mantenerte al margen.

No tenían nada más que hablar de manera pública ante los demás. Por eso Tom tomó su lado y Draco volteó para ver a cierto soldado que había desviado la mirada fingiendo que un puesto de flores era más interesante que la pelea de borrachos que unos magos estaban teniendo enfrente suyo donde otros soldados tuvieron que meterse para hacer algo.