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He vuelto con un nuevo capítulo, gracias a mi futura esposa @Bluemo0n_19 que me dijo que me amaba muchas veces, y cuando me dicen que me aman me dan ganas de subir diez capítulos ahre. Este es el final de la tercera temporada, ojito ojín, disfrutenlo. LAS AMO <3


Barcelona volvió a vigilar a sus rehenes, observando tranquilamente como Río les repartía botellas de agua a cada uno. Menos a Gandía, porque hace un rato había dado la orden de no darle ni una gotita de agua a ese hombre. Tampoco comida. Iba a ser una hija de puta, y a ninguno de sus compañeros podía haberle importado menos. 

—¡Oye, tú, niñato!— y ahí estaba él. Río se giro a verlo para comprobar que era el mismo Gandía quien lo llamaba, y entonces volvió a girarse para ignorarlo.— ¡Hijo de puta! 

—¿Qué pasa, Gandía?— cuestiona ella desde la escalera, recibiendo una mirada asesina por parte del, literalmente, asesino.— ¿Quieres otro baño? 

—Dame agua, hija de puta. 

—Déjame pensarlo un ratito.— le pide ella con burla, incorporándose al ver a Palermo acercarse con Helsinki, su mejor amigo un tanto alterado.— ¿Qué te pasa? 

—Pasa que viene una embarazada con un peluche.— espeta él, extendiendo sus brazos esperando una explicación.— Decíme vos quién llamó al puto circo, o mejor decíme qué carajos está pasando. 

—Manipulación emocional.— se oye la voz de Berlín desde el balcón, haciendo que todos levanten la vista para mirarlo, él sonriente al tener tanta atención.— Eso es lo que está pasando, amigo mío.

—¿Quién carajo va a tener una mochilita emocional con un puto peluche, eh?— espeta el rubio.— ¿Es el peluche con el que dormías cuando eras un chupamoco?— le pregunta a Río, haciendo a Barcelona reír. 

—Eso hay que averiguarlo.— vuelve a hablar Berlín desde arriba, pero incorporándose para bajar con ellos al vestíbulo.— Tenemos que salir a buscarlo. 

—¡Quiero a todos los pitufos con caretas y chalecos puestos!— grita Barcelona, caminando entre los rehenes, que comienzan a ponerse de pie. Estocolmo se encarga de guiarlos, al mismo tiempo que la castaña camina hasta Denver.— Saca un voluntario.— le ordena. 

—Hay que salir por ese oso.— habla Nairobi apareciendo con rápidez, caminando hasta las puertas con intenciones de ser ella misma quién salga a por el peluche que le había comprado a su pequeño hijo muchos años atrás. Barcelona comprendió de inmediato a quién querían manipular emocionalmente entonces.

—Nairobi.— la llama, corriendo hasta ella para tomarla por los hombros.— Vamos a salir por el osito, pero no serás tú, tira de vuelta, anda.— le pide con calma, buscando los ojos oscuros de la morena que no hacían más que mirarla con desesperación.— Lo haremos según protocolo, robi, por favor.— Nairobi asiente lentamente con la cabeza, al igual que Barcelona que busca a Denver con la mirada.— Denver, el voluntario. 

El de ojos claros elige a Miguel, su rehén favorito, en quien ponía toda su confianza para el trabajo facilísimo que debía realizar. Salir, coger el oso, y volver. Sencillo. 

—¡Quietos!— el grito de Arturito pone con los pelos de punta a Barcelona y Denver, solo con escucharlo.— No lo hagas, chaval, no merece la pena querer ser el héroe.— le habla a Miguel, poniéndose de pie. La castaña pone sus ojos en blanco, mirando al techo y recitando el Ave María en busca de un poco de paciencia para sus cojones.— Sabéis perfectamente que mandarlo ahí afuera es un atentado, es un suicidio.

—¡Arturo!— vocifera Berlín, provocando que el silencio reine ante sus pasos. Arturo entra en pánico al ver esa cara, que no había visto desde que entraron.— Arturito.— musita sonriente, cínico, tomando al hombre de las mejillas.— Es un placer verte de nuevo, no tienes ni idea.— musita con gracia.— Extrañaba estas ganas de querer volarte la cabeza.— y entonces su mirada se vuelve sombría, tanto que Arturo vuelve a tomar asiento con rápidez. Así, Berlín se voltea hacía Barcelona para asentirle con la cabeza.

BARCELONA; Berlín [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora