Capitulo 37

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Apenas volvimos a mi casa Harper fue a tomar un baño, no tarde en tomar mi celular con un suspiro y llamar a quién sabía la haría sentir en casa, desde que llegamos había visto todo con una mirada perdida, casi como si no reconociera el lugar, me preocupé hasta que finalmente aviso que se daría una ducha y tomó ropa sin siquiera dudar del lugar, era como si lo recordará pero no lo reconociera como un hogar, y eso era algo que no quería.

Pasaron un par de minutos y abrí la puerta apenas recibí un aviso de Alec el cual no dejaba de reír por que había conversado con nuestro invitado, Alec tenía esta fascinación por remarcarme como Camerón tenía algo de Harper, su forma de expresarse o la forma en la que actuaba, pero había algo que volvía a los dos un espectáculo completo para mi mano derecha.

-Imbecil- fue lo primero que me dijo y solo lo mire como aburrido de las palabras que había repetido por semanas -Ya hablamos de esto- le dije y solo bufo -Aunque ella te disculpe yo sigo enojado, y esto te demuestra que no te ha disculpado totalmente... en serio tenias que besarla?- me cuestiono entrando con su mochila colgando de su hombro, suspire resignado a Tener esta conversación nuevamente y él subió a mi cuarto con Harper, pronto cerrándome la puerta en la cara.

POV CAMERON

Me quede un rato esperándola, y pronto salió del baño con unos shorts negros y una camiseta de terciopelo rosa que la hacia ver demasiado adorable, aunque su mirada estaba algo pérdida y al principio  ni siquiera noto que yo estaba ahí, no lucía su sonrisa de siempre -Nunca podré soportar el verte triste- le confesé y alzo la mirada con el ceño fruncido, probablemente confundida hasta que sonrío y se acercó a abrazarme, la rodee con mis brazos y bese su frente -Hola pulga... no sabes lo mucho que te extrañe- le susurré suavemente y acaricie su cabello el cual se notaba que había secado antes de salir del baño.

-También te extrañe... y mucho- confesó en voz baja pero no me soltó, así que la cargue con suavidad antes de llevarla al cuarto donde nos habíamos quedado juntos la última vez que me quede a dormir, se acostó casi de inmediato en ovillo, con su cabeza en mis piernas mientras que yo estaba sentado con las piernas estiradas, acaricie su cabello, jugueteando con los mechones castaños mientras ella me veía atenta -Se que quieres preguntar algo... soy tu hermano, no te dejare pulga,puedes preguntarme lo que quieras- casi de inmediato me tomo la palabra y pronunció lo que estaba atormentando su joven mente -Por que tardaste tanto en ir por mi?...- su voz sonaba rota y eso me robo el aliento, acaricie levemente su mejilla.

-William creyó que estabas conmigo... y apenas hace un par de semanas fue que me pidió verte pero yo no sabía dónde estabas...lo lamento pulga... te estuve llamando y mandando mensaje cada día, aunque me preocupé creí que solo estarías ocupada- vacilo un par de segundos y finalmente asintió levemente ante mi explicación -Y hablando de eso...- abri mi mochila y busque hasta sacar tres cajas, una era rectangular mediana con envoltura de copos de nieve, otra era rectangular pero más pequeña con envoltura de mariposas monarcas y un poco larga mientras que la última era redonda con un moño azul de tela -La de copos es de papá, la del moño azul es de nuestra adorable prima y la de mariposas es mía... feliz cumpleaños hermanita-.

Me miró unos segundos confundida antes de sentarse y abrazarme con fuerza, llorando casi de inmediato en mi hombro- No lo olvidaste... no se olvidaron de mi- acaricie su espalda -Jamás podríamos hacerlo, papá te tiene muchos regalos y quiere hacerte una fiesta cuando vayas a casa con nosotros ¿si? Tenía tantas ganas de abrazarte y consentirte pulga...- le dije con dulzura -Yo... estuve sola... y no me había importado tanto... por que creí que nadie se acordaría, que no importaba- me confesó con voz rota -A mi sí me importas...a nosotros siempre nos importaras-.

-Ahora ábrelos, quiero saber si te gusta mi regalo- le dije emocionado, llevaba tiempo planeando ese regalo, moría por ver su cara, ver su sonrisa tan dulce y adorable.Asintio con suavidad y tomó mi regalo, abriéndolo con cuidado y pronto soltando un chillido, se lanzó en mis brazos y lleno mi rostro con besos leves mientras yo reía, se sentó nuevamente en la cama, sonriendo a su regalo -Cam, no debiste...es tan bello... gracias -Me dijo sonriendo y saco el brazalete con cuidado, la ayude a colocárselo y ella jugueteo levemente con el mismo, parecía disfrutar la forma en que los pequeños dijes de mariposa monarca se movían como aleteos -La amo...gracias Cam- dijo alegre.

Finalmente abrió el de papá, riendo de manera adorable y mostrándome la daga con una sonrisa dulce -Algunas cosas nunca cambian- me dijo sonriendo mientras veía su nueva daga, aunque al sacarla noto que había algo más y saco cuidadosamente una peineta negra, con adornos de flor de cerezo, la tomó con una delicadeza extrema y le sonreí con suavidad -Esa no es de papá, fue un regalo por parte de su amigo, el doctor ese que te cuido- dije alzándome de hombros y Harper alzó una ceja -Por que me regalaría algo por mi cumpleaños? El no tendría que saberlo, y tampoco tendría por qué darle un regalo así a quien no conoce- me comentó con curiosidad.

Las preguntas no duraron mucho tiempo antes de que me pidiera darle las gracias mientras comenzaba a abrir el de Meghan, nuestra adorable pero enfadosa prima, la cual quería venir pero sabía que no era buena idea abusar de la consideración del imbecil alfa que es compañero de mi linda pulga.Harper me mostró el vestido azul oscuro de terciopelo con emocion y yo reaccioné como si no hubiera estado viendo a Meghan coser por horas con alegría, o hablarme de manera aleatoria sobre como ese vestido se le vería perfecto a mi hermana.Meghan no había dejado de hablar sobre como Harper era una modelo perfecta para sus intentos de diseños, y no perdió oportunidad de crear su primera prenda para su adorada modelo.

Mientras veía a Harper no pude evitar preguntarme cómo lo lograba... sonreía mientras jugaba con uno de los moños del envoltorio y hablaba, seguramente con algún tono divertido mientras bromeaba, aunque mi concentración estaba en otro lado.Obviamente yo tenía ese amor por ella al ser mi hermana, al igual que Meghan y mi padre por ser familia... pero los demás?

Por que todos parecían estar tan envueltos? Tan embriagados ante la simple presencia de la menor, y no sólo era William, esos otros lobos también la miraban con adoración, algo los volvía adictos a ella al igual que los vampiros que conocimos, en especial el que estaba tan enfocado en tenerla cerca.Era algo que probablemente jamás entendería, pero jamás saldría de mi mente la forma en que todos la adoraban con solo verla o tenerla cerca -Cam, me estás escuchando? O el tinte te llego al cerebro?- bromeó y rodé los ojos con una sonrisa leve, seguramente esa adoración no es por su sentido del humor.

POV Harper

Luego de ese día, todo paso lento y tranquilo, aunque de una forma extraña, parecía como una rutina usual, y eso era algo que no había pasado en un largo tiempo, un par de visitas a Dylan y Luke, salidas con Meghan o Tess, Noah intentaba mantener contacto ocasional conmigo, entregándole una carta a Cam de vez en cuando aunque Camerón nunca lograba hablar con el, al parecer solo aparecían en su auto o mochila, a veces Cameron iba por mí para entrenar juntos y pocas veces Ian había ido a verme entrenar (aunque mayormente solo iba a criticar la forma en que Camerón me entrenaba).

Tantas cosas habían pasado los últimos meses... pero no me di cuenta de que tantos asuntos pendientes tenía hasta que encontré una pequeña caja de madera debajo de la cama del cuarto de huéspedes cuando buscaba uno de mis aretes... mire curiosa la pequeña caja, algo confundida al no reconocer de inmediato que Jonathan me la había regalado en Navidad, pero apenas note el pequeño candado tome la llave pegada a una de las patas de la base de la cama, casi surgiendo de un instinto el rotarla hasta que un pequeño click metálico me indicó que  el candado se había abierto y lo quite antes de abrirla, inspeccione unos segundos su interior antes de tomar con suavidad el collar más característico que estaba ahí.

Trace con mis dedos la cadena tan fina y el dije cobrizo que sostenía el rubí, unos guantes de cobre lo aprisionaban o protegían... Finalmente me di cuenta que había dejado pasar todo, la mentira que había creado con mi primo Ian aquella vez en el cuartel de los cazadores, la mirada penetrante de ese demonio y su ultima enternecedora sonrisa antes de desaparecer en llamas vibrantes, y esa recurrente voz desconocida que había perdido entre recuerdos.

Hubiera creido que ese día en el cuartel había sido un sueño extraño, donde simplemente al despertar no recordaba como había tenido que hablar francés para salvar la mentira blanca que Meghan y yo usábamos para protegerme.Voltee nuevamente al interior de la pequeña caja y suspire al notar más de un recuerdo en ella, diferentes cosas pequeñas que estuve acumulando para no olvidar quién soy o que he hecho... y sin embargo lo olvide todo, lo había guardado y resguardado con un candado que encerrara todos esos momentos, y a todas esas personas...volví mi vista a la cadena de cobre donde estaba el rubi y mi dedo recorrió sus esquinas suavemente antes de que suspirara -Una reliquia del inframundo...eso eres no?- le pregunté al rubi con suavidad y solo lo volví a guardar antes de ponerle el candado a la caja y volver a ponerla debajo de la cama, oculta para cualquier ojo curioso.

-No te preocupes...volveré por ti... ya no quiero huir- susurre antes de levantarme y salir del cuarto para seguir con mi día.

Al Lado Del Alfa [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora