Chapter 22

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Dónde...? Estoy en casa? No recuerdo en que momento me quedé dormido en la sala. Todo está tan silencioso, dónde están todos?

— ¡Papi! ¡Papi!— Escucho la voz de mi hijo, y lo sigo.

— ¿Haim?

— Papi, llegaste.— dice sonriéndome. Lo abrazo con todo mi amor, pero noto que Haim no está solo.

— Haim, quién es tu amiga?— pregunto observando a la pequeña niña sentada a un metro de nosotros.

— Ella no es mi amiga.— comenta riéndose.

— ¿A no? Entonces...?

— Ella es mi hermanita.

— ¿Qué?

Cómo que hermanita? Me dedico a mirarla con más detalle, la verdad es que se parece mucho a Haim, y... Se parece a mi cuando tenia su edad. ¿Qué está pasando? Hasta hace poco descubrí mi embarazo, esa no puede ser mi hija, o si?

— Haim, ¿Dónde está papá?

— ¡Yo! — me llaman, antes de que mi bebé responda.— Ya despertaste.

— Pha.— dije apenas, al verlo bajar por las escaleras.

Se acercó a mi, dandome un beso en la frente. Se dirigió hasta los niños tomando a la pequeña de ocho meses en brazos, y tomando la mano de Haim.

— Yo... Estoy soñando, verdad?

— ¿De qué hablas?

— Nosotros, solo tenemos un hijo.

— No, tenemos dos.

— Pero... Hace poco me enteré del embarazo.

— ¿Embarazo? ¿Vamos a tener otro bebé? —pregunta emocionado.

— No. Es el segundo bebé... Es ella?— digo acercándome hasta él, para tomar en brazos a la pequeña.— Es tan hermosa.

— Se parece mucho a ti.

Abrazo a mi bebé, acariciando su sedoso cabello, beso su frente y se me escapa una lágrima, rodando por mi mejilla. Le devuelvo a los brazos de mi novio, justo antes de sentir un fuerte dolor detrás de mi cabeza, seguido de una voz llamándo mi nombre.

— ¡YO!

Desperté desorientado, en el piso alfombrado de un auto, más bien camioneta. P'Kit está a mi lado, muy asustado. Ya recuerdo todo lo que nos sucedió.

— Yo, estás bien?

— Si, solo un horrible dolor de cabeza. ¿Dónde estamos?

— No lo sé. Parkna se detuvo hace poco, salió del auto y no a regresado. No se oye nada afuera. ¿Crees que nos abandonó aquí?

— No lo sé, pero veamos si podemos hayar la manera de salir de aquí.

Inspecciono a todos lados, la camioneta está sellada por dentro, no hay ventanas y lapuerta no se abre desde dentro. Solo hay una minuscula ventanilla enrejada y cerrada del otro lado.

Aun esposados, no tenemos opciones de escape, solo probar pateando la puerta. Pero antes de que pueda siquiera intentarlo, esta se abre.

— ¡Buen día! ¿Tuvieron una buena siesta? Bajen del auto, hemos llegado al final de nuestro recorrido. — dijo sacando su arma.

— ¿A dónde nos trajiste? — Bajé seguido de P'Kit.

— Los traje a una cabaña muy lejos de la ciudad, donde nadie podrá encontrarlos, ni siquiera podrán oírlos gritar.

— Parkna, tus problemas son conmigo, porqué no dejas ir a Kit? Quedate conmigo.

— ¡¿Yo, estás loco?!

— Si, claro. Para que vaya corriendo a contarles dónde estamos. No sería divertido. Además...— Haló de un brazo a Kit, apuntándole el arma en la cabeza directamente.— Traerlo fue un seguro, de que si llegas a hacer una tontería, le volaré los sesos.

— ¿Hasta dónde eres capaz de llegar en tu locura? — dije con lágrimas en los ojos.— Dejalo ir, por favor.

— ¡Ay tranquilo! Lo dejaré libre, una vez que te mate. A diferencia de ti, yo solo quiero cargar con tu muerte en mi conciencia, pero si tú haces una estupidez, su muerte pesará en tú conciencia. Estás advertido, Yo.

— Eres un maldito desquiciado.—insultó P'Kit.

— ¡Tú cállate! Tengo muy poca paciencia, y eso es muy peligroso para ti. ¡Yo, camina al frente!

Caminé lentamente, el miedo hacía que mis pasos fueran pesados. Seguí el camino a la cabaña vieja y desgarbada frente a nosotros, parecía más un covertizo grande que una casa.

Por dentro era lo mismo, tierra, trozos caidos del techo, un par de sillas, y paja regada por el suelo.

— Sientate en esa silla. Ahora. Y tú en la otra.

Nos ordenó, liberándonos de las esposas, para atarnos con soga de manos y pies a la silla, dejándonos a la espalda del otro. Esto cada vez se pone peor, tengo mucho miedo, pero hago el intento de disimularlo, solo para no darle la satisfaccion de verme aterrado.

Cuando termina, saca un cigarrillo y lo enciende, sin dejar de verme. Yo solo puedo mirarlo con rabia y odio intenso. Le da una larga calada al cigarro, expulsando el humo.

— Aw, Yo. Te ves tan lindo así. No sabes como me hubiera encantado tener así, pero en una situación diferente. Seríamos felices ahora, pero no, tenías que enamorarte de la persona más fastidiosa y que más detesto en todo el mundo. Y por si no fuera poco, le diste un hijo.— Dijo dándome una fuerte bofetada, dolió como el demonio pero no lo demostré.— Eres una pequeña zorra.

— ¡No lo toques!

— Como soy tan bueno, voy a darte otra oportunidad. Puedes quedarte conmigo, para siempre solo nosotros dos, empezar de nuevo. ¿Qué dices?

— Vete al infierno.

Se queda observándome, soltando un suspiro de frustración.

— Te veré allá entonces. Es una lastima, hacemos tan linda pareja. ¡Oh cierto! Hoy era la boda, no? Es una pena que se la pierdan, pero así son las cosas.

— Todos deben estar buscandonos, liberanos y así podrás escapar, antes de que llegue la policia.

— Ni siquiera le temo a la muerte, mucho menos a esos inútiles. Bien, volveré en un momento, iré por gasolina.— dijo cerrando la puerta por fuera.

— Tenemos que buscar la forma de salir de aquí.— digo con voz baja.

— No tenemos salida. Vamos a morir aquí.

— P'Kit, no digas eso.

— ¿Y qué podemos hacer? Parkna es muy listo.

— Qué? No te rindas, P'. Acaso no quieres ver a tu bebé nacer? O casarte con Ming?

— Estoy muy asustado. Seré un padre terrible, ni siquiera a nacido y ya nos puse en peligro.

Intento reprimir mi risa por su comentario.

— P'Kit, recuerda que no eres el único arriesgando la vida de un hijo aquí. Si es así, entonces yo también soy un mal padre.

— Tienes razón. — dijo riendo levemente.— Gracias por todos tus consejos, Yo. Busquemos como salir, por nuestros hijos.

Sonreí con un momentáneo alivio por la respuesta de P'Kit. Él no lo cree, pero será una gran papá, junto con Ming.

Intenté liberar mis brazos presos de la soga y la silla. Fijo mi vista en el reloj en mi muñeca. Maldigo mentalmente, no voy a rendirme, esperé mucho para casarme con Phana.

Quedan 8 horas para mi boda, y no pienso perdermela.

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Mi vida sin ti [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora