Chapter 11

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— ¡¿Qué?!

Logró decir, cuando se recompuso de su previa asfixia.

Pha lo miró con inocencia como si no entendiera el por qué de la reacción de su pareja con respecto a ese tema.

— ¿Por qué reaccionas así?

— ¿Es en serio? ¿No escuchaste lo que dijiste?

—Sí, dije que deberíamos darle a Haim un hermanito. O también podría ser una hermanita.

— ¡¿Qué?! ¡Ok! Tenemos que discutir esto.

— ¿No es eso lo que estamos haciendo?

— ¡No! —exclamó levantándose para caminar en círculos.

—Yo, ¿No quieres tener otro hijo conmigo?

— ¡No! ¡Sí! ¡No lo sé! Es... complicado. No sabes lo que... pasé.

— ¡Entonces dímelo, Yo! No puedo entenderte si tú no dices nada. —lo detuvo de los hombros para que dejara de andar, y poder mirarse a los ojos.

—Tengo... miedo. Haim fue un accidente y un milagro al mismo tiempo. Mi embarazo fue delicado, él o yo corríamos peligro. Cuando nació ambos salimos bien, pero yo... tuve depresión post-parto. Los primeros dos meses de vida de Haim, estuve en una especie de "rehabilitación", visité a un psicólogo dos veces por semana. Todo por el asunto de Parkna, y de que hubiera la mínima posibilidad de que fuera el padre de Haim, tuve pesadillas por semanas. Lo único que me hacía sentir bien era tener a mi bebé en brazos y no separarme nunca de él. —finalizó sin apartar la mirada de su novio, derramando una lágrima.

Pha se encontraba en igualdad de condiciones, derramando lágrimas silenciosamente frente a él, sin poder creer todo lo que Yo tuvo que pasar.

—Entiendo cómo te sientes, Yo. Ahora necesito que me entiendas tú a mí. He pasado casi tres años en una rutina depresiva de ir a clases y volver a casa, comer por inercia, y privarme socialmente. Gracias a los chicos sigo vivo, porque si fuera por mí, no estaría al pendiente de nada, ni clases, ni comer. ¿Mi cura cual fue? Tú, cuando regresaste, acompañado de Haim, me diste la mayor felicidad de mi vida. Pero te enfrascas tanto en el pasado que me olvidas en tu presente. Tienes que ser mi cura, Yo. Porque yo seré la tuya, eso te lo prometo.

Ambos expresaron sus sentimientos más puros, desde el fondo de su corazón, sin apartar la mirada del otro. Yo pensó que era cierto, Pha tiene la razón. Ha estado los últimos tres años sufriendo en silencio por todo lo sucedido, cuando él no es el único que sufría, y aun seguía haciéndolo. Estuvo mirando tanto hacia su pasado tormentoso, que se perdió de la persona frente a él que le trae la calma en la tormenta.

Yo no soportó más, se abalanzó a los brazos de su amado, siendo recibido al instante. Lloró en silencio contra su pecho unos minutos. Desde ahora ya no habrá más dudas en su corazón, para terminar con este torrente tenía que confiar, y Yo confía en Phana con su vida entera.

—Tienes razón, P'Pha. Ambos nos apoyaremos para salir adelante. ¿Sabes qué? Cambiaré mi respuesta anterior. —dijo emocionado esta vez, tomando ambas manos de Pha en las suyas. —Aunque creo que no es momento, por ahora, pero si quisiera tener otro bebé contigo.

— ¡Sí! ¡Te amo, te amo, te amo! —exclamó con emoción, abrazando a su novio con euforia.

— ¡Pero! Hasta no resolver este problema, y nuestra boda, no voy a embarazarme.

—Sí, sí, lo que digas. —dijo tomando a Yo en peso, estilo nupcial. — ¿Por qué no vamos a intentarlo?

— ¡P'Pha! ¡No estás escuchándome! —se quejó en sus brazos.

Mi vida sin ti [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora