Mi vida sin ti [Libro 1]

Chapter 18

— ¡Al fin puedo vivir tranquilo! Y todo es gracias a ti, mi pequeño príncipe. —dijo tomando a Haim en brazos. —Eres todo un súper héroe.

— ¡No papi! —dice riendo tiernamente.

— ¡Claro que sí! Si no fuera por ti, el malvado villano abría ganado. Salvaste el día. ¡Eres mi héroe! —exclamó con alegría, repartiendo besos por todo el rostro del pequeño, causándole cosquillas.

— ¡Papá, aiuda! —pidió, riendo sin parar. — ¡Papá!

— ¿Se están atacando con cosquillas sin mi? Me vengaré por eso, con más cosquillas para los dos. —dijo Pha llegando a la cama, iniciando una nueva batalla.

— ¡Nooo! —gritó el bebé entre risas.

Liberaron a su hijo para que descansara, pero el pequeño aprovechó para huir del asedio de cosquillas de sus padres.

—Fue muy listo al retirarse. Pero tú no vas a escapar de mí. —volviendo a atacar esta vez solo a su novio.

— ¡P’Pha! ¡Basta! —gritó sin parar de reír.

Detuvo las cosquillas para atacarlo a besos esta vez. Inició con calma, pero a medida que iba subiendo de nivel el calor se intensifica.

—Quiero hacerlo. —dijo Pha bajando los besos hasta el cuello.

—Se paciente, hasta que lleguemos a casa. —respondió suspirando, mientras acaricia el abundante cabello castaño, recibiendo un gruñido de respuesta.

—No quiero esperar. —se quejó como niño, lo que hizo reír a Yo.

—Tienes que hacerlo, hoy nos iremos a casa, y podremos hacer lo que queramos. —le dio un corto beso de vuelta.

—Me la pones difícil, pero tienes razón, y así podremos practicar para el siguiente bebé.

— ¿Qué?

—Hablamos de que cuando todo este problema terminara, intentaríamos buscar un segundo bebé.

—Si lo sé, pero piénsalo bien, Haim aun está muy pequeño, necesita de toda nuestra atención.

—Amo a mi hijo, y eso no va a cambiar por tener otro bebé.

—Lo sé, pero, ¿No crees que es muy pronto? ¿Y si esperamos después de nuestra boda?

—Yooo. —lloriqueó juguetonamente entre sus brazos. —Quiero un bebé, porque quiero pasar por todo lo que no pude acompañarte con Haim. Quiero complacer cada uno de tus antojos, incluyendo los raros. Quiero masajear tus pies, cuando estén hinchados. Quiero abrazar, besar y acariciar esa pancita que nunca he visto enorme. Quiero… que nuestra familia crezca. —dijo recostando su cabeza en el pecho de su pareja.

Yo soltó un suspiro, abrazando a su prometido.

—Bien.

— ¿Bien qué?

—Vamos a intentarlo.

— ¡Sí!

—Pero, no es que vas a hacer que me haga un examen cada mes. Yo sabré cuando pase, ya tengo experiencia.

—Como tú digas, mi amor. —exclamó emocionado, besando todo su rostro. —Voy a esforzarme para hacer una niña hermosa como nuestro Haim.

— ¿Acaso quieres matarme? ¡Estás loco! —dijo Yo riendo.

— Si lo estoy, pero por ti.— dijo volviendo a besarlo.

— ¡Papá, papi! Te llaman. —entró Haim corriendo, interrumpiendo sin querer a sus padres.