Capítulo 4

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Estos días siendo novia de Samu la habían hecho una persona muy feliz, tener una pareja y que esa pareja fuera Samuel era algo que Rebeka nunca se hubiera imaginado, era del tipo de follar, y nunca comprometer los sentimientos, se le hacían niñerías, pero francamente, estos últimos días le habían cambiado la percepción por completo, era increíble poder dormir abrazada de alguien, mensajear como una tonta por horas, y darle todo tu afecto físico a una sola persona.

Que ahora entendía por qué había personas que decían que había una diferencia entre follar y hacer el amor.

Durante este tiempo se había acercado también a Guzmán, que se la pasaba en el departamento de Samuel, al parecer, después de la graciosada que se les había ocurrido el año pasado se habían unido más.

Un día estaban los tres viendo una película en el departamento de Samuel cuando al pasar una escena triste, Guzmán de repente se levantó con lágrimas en los ojos, salía del departamento cuando Samuel se acercó a abrazarlo y lloraron juntos. Rebeka no sabía nada acerca de lo Marina, nada más allá de lo que le había contado Nadia, pero una cosa era escuchar una historia, y otra muy diferente era haber conocido a las personas involucradas en esas historias.

-Oigan, que no se sientan mal chicos, es completamente normal llorar, de hecho, es muy de machos - Les había dicho cuando le pidieron disculpas por romperse.

-Es que, ayer hubiera cumplido 17- exclamó triste Guzmán -Y lo peor es que parece que todos lo habéis olvidado, para todos siguió la vida, para todos menos para Marina, y menos para mi- Samu le tocó el hombro en señal de confort.

-Yo también me acordé, y sé que no te va a gustar lo que te diré, pero Nano habló para decirme que él también lo recordaba, lo lleva de la ostia.
Guzmán asintió en comprensión

-Siempre voy a odiar a Nano, en mi mente, si él y Marina nunca se hubieran enredado, ella seguiría viva, y podría entrar a Oxford y hacer su vida, a su manera.- Más lágrimas cayeron por el rostro del rubio -Pero sé que la amaba, y que gracias a él Marina supo lo que era el amor. Tal vez no fue el amor más sano, pero qué amor lo es?- De repente la expresión afligida del rubio cambio por una de odio.

-Y sin embargo, el puto Polo sigue ahí, viviendo su vida como sin nada, como si no le hubiera quitado la vida a Marina- bufó enojado.

-Nano y Marina pagaron muy caro sus errores, pero en esta vida si tienes pasta no tienes que pagar nada- exclamó Samuel muy triste, lo que partió a Rebeka.

-Le puedo dar un par de puñetazos- susurró ella

-Si fuera por darle cañas, yo le he dado muchas, y Samuel también, merece algo más que le partan la cara, merece que su vida sea un infierno- al mirar a Guzmán, Rebeka no pudo más que reconocerlo, a ella le tocó ver a un Guzmán más violento y enojado, el sentimental era nuevo para ella.

-Deberiamos hacerle miserable su existencia-. Murmuró Rebeka -Yo no conocía a Marina, pero me duele ver qué ustedes dos estén tan mal por culpa de que Polo no pueda pagar por lo que cometió, ustedes no merecen eso- Se acercó a Guzmán y le dio un pequeño abrazo -Sois unos tíos increíbles, y estoy segura de que Marina los amaba a ambos. Sepan que cuentan conmigo para hacer cualquier cosa, para que Polito nunca tenga paz.

Samuel y Guzmán se vieron mutuamente, y ahí, comenzaron a idear el plan de los Twitts.














Cuando ejecutaron su plan, parecía que era el mejor de todos, no esperaban que Azucena les hiciera semejante drama, había mandado a traer a Samuel y Guzmán al final del día para hablar con ellos. Rebeka había tomado sus cosas, dispuesta a ir a buscar a Samuel para platicarle acerca de su idea de saltarse la clase de deportes y estudiar. Estaba decidida a entrar a una buena universidad.

 Élite ANDER Y REBEKA FRIENDSHIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora