Capitulo 6

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Habían sido unos días de pura adrenalina, se sentía muy mal, pero necesitaba la pasta, y después de montarse un laboratorio con Valerio en el departamento de ellos, se dedicaron a distribuir la mercancía. Ella sabía que estaba súper mal, pero cuando Valerio le entregaba el dinero se decía a si misma, que ella no estaba obligando a nadie a meterse la droga, que ellos de todas maneras la comprarian, si no fuera con ella, lo harían con alguien más, y pues ella necesitaba el dinero.
Valerio y Rebeka se habían vuelto muy amigos, siempre de alguna manera u otra estaban juntos, y hablandose y en comunicación continúa, Rebe estaba ayudándolo con la cosa de dejar las drogas, y aunque odiaba a Polo y Cayetana, pues que estaba contenta que él se sintiera amado y motivado, se podría decir que eso los habia hecho amigos, y eso no le gustaba a Samuel, más que por celos, era por el hecho de a sus ojos Valerio era un traidor, que se estaba enrrollando con Polo, y eso hacia que le hirviera la sangre. Ellos estaban felices, mientras a él, la culpa no lo dejaba vivir. Además el hecho de que se metiera en el negocio con Rebeka y la invitará era la cereza del pastel, pero Rebeka no escuchaba de razones y eso lo calentaba.

-Hola Ander, cómo estáis?- se acercó al chico, pues sabía que era muy amigo de Rebeka, aunque se habían alejado un poco. Había notado que Ander faltaba mucho a la escuela, y seguía súper resentido con él por no hablar en el juzgado, de alguna manera sabía que si lo hubiera hecho, Polo no estaría tan contento como lo era. Sin embargo había perdonado a Carla, tenía que hacerlo con Ander también.

- Bien bien tío, y tú?- El día de hoy había tenido quimio y estaba muy mareado y tenía náuseas, por suerte no había vomitado, pero tenía una cara de asco que no podía con ella.
- Seguro que estás bien? Te ves un poco pálido -
- Si sí, es que no he desayunado, pero todo bien - Samuel no sé tragaba esto, pero sabia que si Ander no quería hablar, no pasaba nada, además el venía a hablarle de otra cosa.
- Oye Ander, quisiera pedirte un favor, sé que tú y yo no somos amigos, pero si eres amigo de Rebeka, y es para el bien de ella - Ander no había hablado mucho con ella, cada vez se sentía peor físicamente y se sintió mal de saber que algo podía estar pasando con su amiga y él no supiera.
- si claro, dime-
- Está metida en algo malo Ander, está haciendo cosas de las que puede arrepentirse. Y lo peor de todo, es que se está metiendo con Valerio-
-Como?- lo interrumpió Ander, la había visto con Valerio, pero estaba seguro que amaba a Samu.
- No de la manera que imaginas- Samuel le adivino el pensamiento -Pero sé están haciendo amigos y ... - Samuel volteo para todos lados - Están vendiendo droga-
-Joder- Ander de tallo los ojos con las palmas de las manos -Mierda, mierda, mierda-
-Rebeka no me escucha, quizás a ti sí-
Ander miró a Samuel incrédulo.
-Si no te escucha a ti, todos los demás estamos perdidos Samu, es qué no te das cuenta?- Ander le dijo - Que eres su mundo, eres su luz, su bienestar, eres lo que ella más quiere, y si no te escucha, tampoco me escuchará a mi - Samuel se sintió fatal, él sabía que Rebeka lo amaba, pero escuchar todo eso le rompía el corazón, él la había puesto en esa situación, y la culpa iba a matarle.
-De igual forma hablaré con ella, tampoco me gusta que sea amiga de Valerio, pero Samuel, tengo que serte honesto- lo miró fijamente -Yo no tengo nada en contra de las drogas- Samuel suspiró. Bueno, tenía que intentarlo.

Durante toda la semana, Ander había intentado hablar con ella, Rebeka ya sospechaba que quizás pudiera saber algo de su negocio con Valerio, y que su amigo quisiera hablar con ella, pero es que no podía mirarle a los ojos, siempre le venía a la mente Azucena diciéndole que ella no era buena influencia para él por ser hija de una narco, la verdad no quiere ni imaginarse que pensaría si supiera que es ahora ella la narco.
Ander había intentado hablar con ella, pero es que cada vez se sentía más cansado. En la última semana había faltado dos días por qué se sentía demasiado cansado para levantarse. Hoy había sido de esos días, después de la quimioterapia, había estado todo el día en la cama, las náuseas y los mareos no le permitían mucho más que pararse al baño, generalmente era para vomitar, lo que era la peor parte. Vomitaba mucho, y ya no comía casi nada.
Omar tenía que irse ya a trabajar, pero no podía por la cara de preocupación de dejar a Ander viéndole tan mal. Había estado todo el día en la cama. Lo único que se le ocurrió fue llamar a Guzmán, a ver si podía venir a hacerle compañía. Cuando Ander desperto de su sueño, se encontró con Guzmán a su lado.
- Omar ha tenido que irse, así que vine a hacerte compañía, traje películas y botanas, que hoy es noche de chicos, solo no vayas a confundirte, que no te haré mimos ni te daré besos- Guzmán trato de ser gracioso y Ander se rió
-Qué no se te va a quitar lo macho por darme un abrazo y un besito- le siguió con la broma. Guzmán si soltó una carcajada.
-Vamos, traje unas películas de terror, para mirarlas y luego no poder dormir, como en los viejos tiempos- Ander suspiro, recordó los viejos tiempos, pero en esos tiempos, eran los tres, Guzmán, Polo y Ander. Otro efecto del cáncer era lo melancólico que se sentía con mucha facilidad
-Qué pasa tío?- Guzmán se preocupó al instante
-Nada, es que creo que voy a vomitar- Guzmán le acompaño al baño, y le ayudó a vomitar, estuvo ahí y le ayudó a regresar a la cama.
-Quieres que ponga la película? - Ander asintio, - Tío, mañana hay examen de literatura, yo creo que lo mejor es que no vayas, y hablemos con el profesor, estoy seguro que aceptará hacerte el examen otro dia- comenzó Guzmán, su madre ya le habia dicho que Ander se negaba a decirle a nadie sobre su enfermedad, y creía que debían saberlo.
-No Guzmán- éste, iba a renegar, pero Ander continúo - la escuela, los días que estoy ahí, son los únicos días en que puedo sentirme como un adolescente normal, que va a la escuela, que reprueba los exámenes y tiene todos los problemas de un niño normal, ahí con todo ese bullicio, me siento como yo- Guzmán se sintió triste, pero asintio, iba siempre a apoyar a su amigo.

 Élite ANDER Y REBEKA FRIENDSHIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora