Incluso si no te recuerdo | Maze Runner

Capítulo 27. Saldar cuentas con el pasado.

Brenda nos estaba esperando con un autobús en el parking tal y como estaba previsto. En el camino nos hemos dado cuenta de que las alarmas están disparadas y que hay muchos guardias poniéndose en marcha, por lo que intuimos que las cosas se han complicado. Le decimos a Brenda que vamos a buscar a Thomas y al resto y que nos espere, pero nada más partimos Gally me dice que vamos a por Janson.

Volvemos a ponernos el casco del uniforme por seguridad y salimos a la calle. Las puertas están bloqueadas, al menos las principales, y no nos conocemos la zona como para buscar puertas traseras mientras los hombres de Cruel nos acechan. Precisamente por eso decidimos unirnos a una patrulla que encontramos por la calle rodeando al edificio. Gally habla por los dos, explicándoles que nos han atacado y hemos tenido que dispersarnos de los guardias de nuestro grupo. Tampoco es que estos nos hagan preguntas, solo asienten.

Escuchamos el sonido de un cristal rompiéndose y un objeto cayendo al agua. Los hombres corren hasta la puerta principal y suben la vista hacia arriba. Newt, Thomas y Minho están en una de las plantas superiores; demasiado alta como para contar cuantos pisos tienen de caída. Pero de un arrebato cogen carrerilla y saltan. Es cuestión de segundos que caigan en el estanque que decora la entrada a Cruel y no puedo evitar plantearme cuán profundo será. Contengo la respiración hasta que los veo salir a la superficie y, al volver a mirar desde dónde han caído, veo a Janson asomado levemente. No tarda en retroceder.

Los guardias con los que nos habíamos mezclado avanzan hacia los chicos, pero Gally y yo les disparamos a traición dejándolos fuera de combate. Thomas, Newt y Minho se quedan de piedra nada más salir del agua, pero sus rostros se relajan cuando nos quitamos los cascos. Bueno, todos menos Minho, quien mira a Gally con pavor. Es lógico, la última vez que lo vio le atravesó con una lanza.

- Lo habéis conseguido. – sonrío. No tardo en correr hasta estrechar a Newt entre mis brazos, pero cuando me separo unos centímetros ya no estoy tan feliz. – No tienes buena cara.

- Tan agradable como siempre. – me reprocha con ironía, pero yo me alejo un poco más todavía.

- Hablo en serio. No tienes buen color.

- No importa. En cuanto lleguemos al autobús cogeremos una de esas cápsulas y se la inyectaremos. – Thomas trata de sonar apaciguador y tranquilo. Si no hay más imprevistos, eso debería funcionar. El caso es que me alejo un par de pasos y aprieto los labios, nerviosa.

- Id vosotros. Yo voy a buscar a Janson.

- ¿Qué? ¿Ahora? – cuestiona Thomas como si me hubiese vuelto loca. – Quedamos en que...

- Sé lo que hablamos, pero esto no va yendo según nuestro plan. – le interrumpo. – Además, creo que sé dónde encontrarlo.

- Voy contigo. – me asegura Gally, pero niego con la cabeza.

- No. Tú ve con ellos. Eres el que mejor puntería tiene y necesitarán cobertura. – le ordeno. Noto como tuerce el ceño, pero no me amedranto. – Estaré bien. Por favor. Serás más útil para ellos.

Gally asiente aunque no se le ve convencido. De todas formas, no va a presionarme y Thomas parece haberse quedado sin argumentos para disiparme de la idea. Minho a penas sabe de qué va todo esto así que no opina, pero Newt me observa con seriedad.

- ¿Estarás bien? – le pregunto.

- ¿De verdad crees que soy yo quien corre peligro? – inquiere de mala gana, así que me acerco hasta acunar su rostro con delicadeza.

- Necesito hacer esto antes de marcharnos. – le suplico. – Pero si te encuentras mal y quieres que te acompañe, lo haré. Tú eres mi prioridad.