Recuérdame.

Capitulo 10.

Me levante temprano y me dirigí a la universidad al llegar me tropecé con una persona dejando caer todos mis libros.

—Deberías tener mas cuidado perra —escuche decir a la estúpida que estaba mas pendiente en decirle a su novio que no le vuelva a ser infiel que al camino.

—Quizás si fueras mas educada tú novio no te hubiera sido infiel, pero veo que la perra aquí eres tu —ella se quedo callada —. Perra y con cachos. —suspire y levante mis cuadernos con ayuda de otros chicos. —. Así que si vuelves a dirigirte a mi, con ese vocabulario y esa actitud de perra... —le sonreí —. Te reviento.

Ella se quedo callada y paso a mi lado sin decir nada.

—Bien hecho, se merece eso y más es bastante arrogante y mala —me dijo un chico con gafas, que si no mal recuerdo ella le había pisado los lentes.

—Tranquilo —intente coger mis cosas sin que se cayeran —. Me mantendré al margen.

Fui tranquila a mis clases y me concentre en prestar atención a todo. Luego al salir me dirigí a la biblioteca.

Empecé a buscar un libro de anatomía para luego completar mis tareas.

—¿Necesitas ayudas? —me pregunto el chico de las gafas rotas.

Lo mire y le sonreí —. No, esta bien —agite mi cabello.

—¿Segura? —me cuestiono —. Yo casi estoy terminando, y si quieres puedo ayudarte, o explicarte algo.

Se veía tímido, y su sonrisa era nerviosa. Deje que me ayudara, no por que no sabia que hacer, si no por que no sabía como decirle que no lo necesitaba. Me quede un largo rato hablando de anatomía con el.

—Te puedo prestar mis apunte si quieres.

—Tengo unos apuntes de mi tía, gracias.

—¿Tú tía estudio medicina aquí?

Asentí.

—Escuche que son pocos los que logran graduarse de aquí.

—Si, pero ella lo logro.

Era agradable, y se veía que era una persona enfocada, al terminar me despedí de él.

Camine a casa, y al llegar me di una ducha y me acosté un rato necesitaba descansar. Fui al trabajo para luego quedarme allí hasta que anocheció, tome mis cosas para luego irme a casa.

Me di una buena ducha para luego irme a la cama, me acomode en mis sabanas y justo cuando coloque mi cabeza en mis almohadas mi celular sonó.

—¿Estas lista? —escuche cuando tome la llamada.

—¿Lista para que Hans? —hable mientras me rascaba el ojo.

—Te dije que hoy te iba a llevar a otro lugar.

—No quiero ir a tiendas lujosas, con cosas hermosas y precios bastantes altos.

—Baja por favor —lo escuche bufar, y me sorprendí solo hacia ese sonido, cuando estaba nervioso o algo le molestaba.

—De acuerdo, pero ire en pijamas. No me pondré linda para ir a comer pizza.

Colgó la llama y me puse mi pijama de flores tome una cartera donde siempre llevaba efectico mi celular y las llaves del apartamento, amarre mi pelo en una cola alta y desarreglada y baje, lo vi recostado de la moto con los brazos cruzados y mirando a la calle.

—Hey —dije mientras me acercaba a él.

El me tomo del cuello y me acerco a sus labios de manera agresiva pero con pasión.