Capítulo 24.

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Regresamos a casa a eso de las 4:23 de la madrugada los pies me dolían de tanto caminar con esos tacones, en realidad me divertí y comparte con algunas chicas que eran modelos de la empresa de la chica que se acerco a mi.

—Me dare una ducha —le dije a Hans mientras el solo asentía mientras se quitaba los zapatos.

Me retire todo ese maquillaje y me di un baño de agua caliente mientras pensaba en aquella oferta. Mis padres no me habían respondido pues mande el mensaje ya a unas horas muy tarde de la madrugada. Me puse la pijama y me acosté mientras observe a Hans entrar al baño. Me quede dormida, al otro día me levante super tarde y agradecí tener el día libre por que me sentía bastante cansada como para ir a la universidad a estresarme.

No hice nada mas que bañarme cuando mis padres me llamaron y empezamos a hablar del tema.

—Yo digo que acepte —dijo mi padre —. Ósea esta bien que estés con alguien que te puede mantener esta y ochocientas vidas mas, pero debes ser independientes y recordar que tienes una pareja no un sugar daddy.

No puede evitar reír al escuchar a mi padre decir eso.

—Es cierto —opino mi madre —. Además no digo que vayan a terminar pero si sucede debes tener en cuenta que no te vas a llevar nada por que no están casados. ¡Y yo se! yo se que no estas con el por lo que el tiene, pero no esta mal que aproveches la oportunidad de crecer con el. Por que nosotros lo tratamos y nos dimos cuenta de que no es una persona egoísta, se ve que el quiere que seas alguien importante. 

—Si y nosotros te conocemos y nos damos cuenta de que rechazas todas las oportunidades que el te brinda —opino mi madre.

—¡Padres! —escuche gritar a Ana —. ¡Pandora esta en primera plana en el periódico!

—¡¿Que?! —dije mientras me ponía nerviosa, observe a través de la videollamada como mi madre le arrancaba el periódico a mi hermana para ver.

—¡Si es cierto! —grito mi madre.

Sabia que algo parecido iba a pasar pero no de tal magnitud, quizás un pequeña espacio en el periódico pero no en primera plana.

—¡Escuchen! —dice mi hermana quitándole el periódico a mi madre. —. En la gala mas esperada de los últimos tres años, el famosísimo galán Hans Klein dueño de la mejor y mas costosa marca de ropa de Alemania y otros países presento a la prensa y a todo el mundo a su hermosísima pareja actual, conocida como Pandora Hartd.

—A ver a ver si escribieron el apellido bien —le arranco el periódico mi papá a mi hermana. —. ¡Si!

Yo estaba feliz y nerviosa a la vez.

—¡Eres famosa! —gritaron al unísono.

—Si... no es cierto —dije mientras arreglaba mi ropa de manera nerviosa.

—¿Cuántos seguidores tienes en Instagram? —me pregunto mi hermana cruzada de brazos.

—No he visto —tome mi celular y me quede con la boca abierta al ver una cantidad de seguidores que nunca había visto antes.

—Mire la computadora y ellos se quedaron esperando respuesta.

—Setecientos mil —dije sin poder creerlo.

—¿Y antes cuantos tenias? —me pregunto con una sonrisa en la cara.

—Mil sesenta y cuatro —dije mientras tenia los ojos abiertos como platos.

El día fue pesado mi celular no dejaba de sonar ni un segundo muchas personas me escribían y me hacían muchos cumplidos.

—Hola —escuche la voz de Hans mientras yo observaba la pantalla de mi celular —. ¿Como te trata la fama Pandora Hartd? —dijo con una sonrisa en la cara.

Recuérdame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora