Recuérdame.

Capitulo 23.

Pandora.

Nunca había ido a la empresa pero cuando la vi me di cuenta de que era algo inmenso, muchas personas se movían de aquí para allá.

—Sabes yo creo que ya es hora de hacer nuestra relación publica —murmuro en mis oído mientras me tomaba de la cintura.

—No aun no —no estaba lista para lo que el estaba acostumbrado.

—Yo quiero que todo el mundo vea a mi mujer —me dijo mientras me miraba directamente a los ojos.

—No vine preparada para eso, mírame como estoy vestida parezco una persona que no le gusta bañarse.

El se quedo pensando.

—Esta noche va aver una gala donde voy a conocer a otros dueños de empresas a ver si hacemos una línea o una temporada juntos, y esta noche todos te van a conocer. —yo me encontraba demasiado  nerviosa por que había veces que el y yo salíamos y ciertas personas se le acercaban o le tomaban fotos en la calle. Aparte de que el había modelado una temporada para su propia empresa y estuvo en todos los carteles vistos y por a ver.

—No lo se —le respondí.

—No es pregunta.

El día completo se la paso enseñándome como era todo esto y yo entendía bastante bien todo.

—Estas son las nuevas telas para la nueva línea —dijo una chica mientras se las entregaba a Hans.

—A mi no me las muestres, muéstraselas a Caonabo.

—¿Quién es ese? —pregunte mientras me acomodaba en la silla y el observaba una graficas.

—Caonabo es el diseñador, además no veo las telas por que si a mi me gustan y a el no, no puedo opinar pues al creador debe gustarle su arte así que yo no me meto en su espacio y no opino a menos que sea necesario —me dijo mientras observaba con mucha atención esas graficas me gustaba verlo así de concentrando se veía super serio y gruñón. —. ¿Nos vamos a cenar?

—Claro —me dolían las nalgas de estar sentada en esa silla.

—En tres horas debemos ir a la gala, no creas que se me ha olvidado. —a el no pero yo borre eso por completo.

—Si claro —unos de los choferes iba conduciendo mientras Hans hablaba por teléfono.

—En una hora irán unos estilistas a la casa para arreglarnos.

—No tengo vestidos —le dije mientras lo observaba.

—Ellos llevaran algunos y el que mas te guste ese te pondrás —me dio un beso y luego llegamos al restaurante empezamos a cenar para luego de terminar irnos super rápido, yo estaba nerviosa no me sentía nada preparada para el mundo del drama y eso, pero debo aceptar que era algo que iba a suceder.

Al llegar a casa nos duchamos yo vi unos vestidos hermosos había uno blanco con dorado que me dejo enamorada de mangas largas y escote hermosa era super ajustado en la cintura me pusieron unos tacones negros altos me arreglaron el pelo, me pusieron diamantes hasta en el pelo y me maquillaron, me sentía mas hermosa que nunca. Cuando vi a Hans casi se me sale la baba, estaba peinado  hacia atrás con un esmoquin azul, y un hermoso reloj en su muñeca.

—Estas hermosa —dijo mientras me besaba.

—¡Sr. Klein! Le acabo de pintar los labios a su mujer —dijo uno de los estilistas yo rei mientras me pintaban los labios nuevamente.

Luego de terminar nos subimos a uno de los autos y nos dirigimos a donde seria la gala, todo el camino yo iba mas que nerviosa.

Ya estábamos llegando habían muchas personas en el lugar los carros se movían lento.