Recuérdame.

Capitulo 8.

—Soy una excelente cirujana —dijo mientras secaba sus lagrimas —. La cirugía es mi don, mi don es intentar salvar personas, pero... ahora quiero procrear personas —eso si no me lo esperaba —. Quiero tener una familia, casarme.

Suspire —Yo la apoyo, pero si piensa tener hijos y olvidarme no la apoyare.

—No te voy a olvidar nunca —ella me sonrió —. Estoy conociendo a alguien de vez en cuando tenemos encuentros sexuales, pero el es casado.

Sus lagrimas seguían.

—Pandora, no hay nada mas difícil que enamorarte de un hombre casado.

Me quede pensando en su situación.

—Puede embarazarse de el, y tener su hijo o hija y si el no quiere hacerse cargo usted puede criar sola a su bendición.

—Lo estuve pensado pero, como lo voy a cuidar esto de ser cirujana no tiene días libres. Si quiero tener un hijo de el, lo voy hacer y luego veré que pasa. No creo que el quiera dejar a su mujer, y yo no quiero preguntarle... le tengo miedo a la respuesta.

Me quede un rato hablando con ella acerca de todo.

—Yo nunca me le insinué, el me enamoro yo ni siquiera estaba pendiente a el. Todo sucedió en el hospital, habíamos muchos casos de traumas ese día. Luego de una noche difícil me senté en una silla, y empezamos a hablar, y luego terminamos en un cuarto teniendo sexo toda la noche.

De tanto hablar nos quedamos dormidas, mi alarma sonó y me duche al salir mi tía se entro a duchar y comió algo para luego irse al hospital.

Al llegar a la universidad tuve unos tres exámenes sorpresa el todo el día. Al salir no tenia ganas de ir a mi casa, así que camine a un parque tome asiento en un banco, saque un libro de mi bolso y me quede ahi leyendo, me sentía bien tranquila en ese momento y feliz por que mañana no debía ir a la universidad, dure unas tres horas leyendo en aquel lugar, para luego mirar al cielo y quedarme observando las aves volando, el sonido de mi celular me distrajo.

—¿Si? —hable mientras seguía viendo al cielo.

—¿Como estas? —sonreí al escucharlo.

—Bien ¿y tu?

—Bien, quiero que esta noche vayamos a un lugar quizás al disco bar de mi tío, quiero presentarte unos amigos.

—¿A que hora seria eso?

—¿Debes ir a la universidad mañana?

—No.

—Pues nos vemos a las 20:00, pasare por ti.

—Esta bien, nos vemos.

—Nos vemos.

Colgué y me levante, me dirigí a casa, al llegar observe el reloj eran las 18:32 decidí dormir un rato. Al despertar me duche, y me lave el pelo, me maquille de manera sencilla me puse una blusa corta con un lindo escote, un pantalón blanco negro alto y unos tacos sencillos y no tan altos. tome una cartera y espere la llamada de Hans. Luego de unos 15 minutos me llamo para que baje.

Lo salude con un beso en los labios y luego me subí en la moto, ya se me había hecho costumbre subirme en esa moto, al llegar al bar y al bajarnos de la moto, me tomo del cuello y me beso. Entramos agarrados de manos y nos sentamos en una mesa donde habían tres hombres y una mujer, la mujer se veía muy indiferente conmigo mientras los hombres se comportaron muy bien conmigo, me regalaron tragos y eran muy sociables.

—¿Siempre has vivido aquí? —me pregunto uno de los amigos de Hans, Anthony.

—En el país si, siempre he vivido en este país, pero no en este estado.