Capitulo 35.

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Pandora.

Amo a este hombre, de una manera que nunca me imagine amar a alguien, amo como me trata, como me coge, como me cuida. Lo amo, lo amo y lo amo. Acaricie su pelo desordenado mientras el aun dormía, lo abrace nuevamente para luego levantarme y caminar a la ducha. Me di una ducha y luego lave mi pelo anoche me había acostado con el mojado. Tenia hambre y aun Hans no se levantaba. Así que camine hacia el para despertarlo.

—Amor —toque sus hombro y en ese momento me asusto.

—¡Bu! —grito mientras me espantaba.

—¡Hans! —grite espantada.

Suspire varias veces para recobrar el aire. —. Que sea la ultima vez, que me asustes así.

El no podia parar de reírse como un loco.

—Perdón amor pero no pude evitarlo.

—Dúchate tengo mucha hambre. —le dije mientras le daba un golpe en el hombro.

—Debiste ver tu cara amor.

—No es gracioso.

—Para mi no lo fue Hans.

Se levanto me dio un beso en la mejilla y fue a al baño.

Cuando Hans termino de bañarse y vestirse, fuimos a desayunar yo tenia una hambre loca.

—¿Te gusta el lugar? —me pregunto Hans mientras se llevaba el café a la boca y observaba su Ipad.

—Si esta hermoso.

—Espera amor.

Se levanto del asiento y camino hacia una puerta que llevaba a la piscina del hotel. Me quede en aquel lugar comiendo de todo el buffet que había. Hans luego de 5 minutos volvió y se sentó poniendo su Ipad a un lado.

—Perdón amor, se que no suelo trabajar mientras salimos y eso, pero se me presento algo.

—No te preocupes, mientras no lo hagas muy seguido no me molestare. ¿Lo resolviste? —le pregunte mientras me llevaba un rollo de canela a la boca.

—Si, ya resolví eso. —la temperatura esta un poco baja así que me envolví en mi abrigo y luego caminamos a la salida del hotel.

—No puedo llevarte en auto a los lugares que quiero mostrarte, por que sino no vas a disfrutar de nada. Así que prepara tus piernas por que vamos a caminar mucho. Iremos al museo

Asentí con una sonrisa. —No te muevas quédate así mismo —saque mi cámara y le tome una foto, el observando el hermoso edificio como de 60 pisos que había a unos 50 metros al otro lado de la calle. —. Me encanto, me encanto, me encanto esta foto. —dije mientras movía la foto para que se revelara.

—Pero ni siquiera la has visto, esta todo negro. 

—Amor —arrugue la cara —. El que esta en la foto eres tu, por lo tanto aunque no haya visto la foto me gusta, por que la persona que esta en la foto me gusta.

—¡Ah! —expreso el para luego echarse a reír como loco.

—¿De que te ríes? —le pregunte mientras cruzaba los brazos como niña malcriada.

—Deberías a ver visto tu cara esta mañana —se estaba riendo como loco tanto que puso su cabeza en su rodilla y luego se lanzo para atrás.

—¿Todavía sigues con eso? Me voy a molestar Hans.

—Ya amor, ya. —tomo aire unas cuantas veces.

Lo ignore y observe lo hermosa que quedo la foto.

Recuérdame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora