capítulo 24

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-ya sepárense- se metió alguien más.

-Suéltame culiao- alegó el Nicolás.

El Arón afirmaba de los hombros al Mauricio para que no siguieran peleando.

-No se pongan a pelear acá po weones, hay gente- los retó el Arón.

-Mira weon, vo voli a tocarle un pelo a la Fernanda y te dejo peor- Amenazó el Mauricio.

-¿Fernanda?- dijo confundido el Arón y sus ojos se dirigieron a mi.

-¿Le pegaste a una mina aweonao?- dijo el Arón con la mandíbula tensada.

-No weon, paren- dije cuando ví al Arón acercándose al Nicolás y antes de que pudiera hacer algo me puse frente al nicolás y afirme el brazo del Arón.

Conchetumare que onda lo duro

El Arón comenzó a mover el brazo tratando de soltarse pero yo no lo solté.

-Mirame- dirigió sus ojos a los míos y vi como poco a poco comenzó a respirar más lento- Vamos chiquillos, este weon no vale la pena.

-Vamos a hablar cuando no tengai a perkines atrás tuyo- habló el Nicolás.

Here we go again...

-Paren la wea weon, hay niños- dije ya chata.

Pero nadie me pesco y hasta el Arón le empezó a echar la chorea. Cuando el Nicolás le pegó un combo al Arón caché que no iban a parar y me entré al hospital dejándolos solos.

-Fernanda- llegó el Mauricio corriendo- ¿Te enojaste?

-Chao Mauricio- lo ignoré y seguí con mi camino.

Subí las escaleras y me dirigí a la habitación de la Valentina.

-¿Por qué la carita?- le estaba dando pecho a la Fallon todavía.

-Nada, una señora me webeo porque la empujé sin querer- mentí- ¿Qué hablaste con él Nicolás?

-Que no le voy a dejar ver a la Fallon si no madura y se pone responsable- dijo encogiéndose de hombros- Y me dijo que no tenía donde caerme muerta y que sin él me vo a quedar en la calle.

-¿Y qué le dijiste?- Nicolás culiao.

-Que no necesitaba de él para salir adelante- dijo segura- Puedo tener 18 pero soy capaz de hacer todo sola.

-Pero Vale si no estás sola, me tienes a mi- dije sonriendo.

-¿Pero dónde se supone que me vas a tener? La Javiera vive contigo y no creo que tengas espacio po- dijo incómoda.

-Pero amiga si tengo una pieza de escritorio que no se usa, pongo el escritorio en mi pieza y te cae de más una cama y una cuna po- animé.

Cuando chica mi tía vivía con nosotras y la pieza de escritorio era habitación. Mi mamá tenía la pieza de al lado, mi tía la grande y su hijo mayor la que era un poco más chica que la de mi mamá.  Cuando se fue mi mamá conservó su pieza, la que era mía la dejamos de escritorio, la más grande fue mía y la que sobraba era de invitados.

-Muchas gracias- dijo con los ojos llorosos.

Mi celular comenzó a sonar y caché que era el José.

Llamada...

-Hola Joshie- lo webe.

-hola Feñi- me webeo también- Oye saqué la licencia así que con la Cata vamos a tu casa.

-Estoy en el hospital- comenté- Pero me voy en un ratito más.

-Ah no po, te voy a buscar entonces- ofreció.

Culia PesáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora