Narra Matías
Desperté por el sonido precioso de mi mamá gritando mi nombre desde el primer piso. Maldeci por haberme dormido a las 4 por hablar con el Diego.
Tiré las mantas hacia atrás y me estiré, me senté en la cama y me puse las pantuflas de perritos que me regaló el Diego.
-¿Qué pasó mami? - bajé el último escalón y la vi sentada en el sillón.
-Hay que levantarse po- me miró enojada- 21 años y el perla quiere quedarse durmiendo hasta las 1 de la tarde, son las 10 ya.
-Pero mamá po, si estoy cansado- pasé una mano por mis ojos.
-Todos tus amigos viven solos y tienen vidas echas, tu todavía ahí sin hacer nada poe la vida- se quejó como todos los días.
-Pero mamá, si estoy trabajando po- Tiré todo mi peso en el sillón- Además estudiando ¿Qué más quiere?
-Que seas independiente- habló más calmada.
-Pero mamá, la plata apenas me alcanza para la U, comer y salir con el Diego po- últimamente no salía mucho con el Diego porque estaba en pruebas, pero cuando teníamos tiempo íbamos al parque o a la playa por dos días.
-Andate a un departamento con el Diego po, él también vive con los papás- rodé los ojos ante su comentario.
-Pero mamá, no tenemos plata para un departamento po.
-Piensa rápido- me tiró algo y me llegó a la cara.
-Pero mamá- reclamé y me toqué la nariz, al sacar la mano caché que estaba sangrando- Pero mamá- alargue la última A.
Ella solo se puso a reír y la miré mal. Mire lo que había caído a mis piernas y era un manojo con 3 llaves.
-¿Qué es esto mamá?
-3 años enseñandote a hablar y no sabes- webeo- Llaaa vess.
-Sii see- imite su forma de hablar- ¿Llaves de qué?
-De tu departamento con el Diego.
Abrí mis ojos de golpe y ella sonrió tiernamente.
- ¿Me estai webeando? - dije con euforia.
-No hijo- me tire sobre ella y la empecé a llenar de besos en la cara.
-Pero mamá ¿De dónde sacaste plata? - mi mamá trabajaba limpiando una casa y cuidando a una niña de 4 años, pero no le pagaban muy bien.
-Hablé con los papás del Diego y ahorramos 3 meses e hicimos la plata.
No tenía palabras psra expresar lo feliz que estaba, así que me quedé abrazado a ella dándole besitos en la cara. Pasamos así unos minutos hasta que mi celular comenzó a sonar, era el Diego.
Llamada...
-Amor ¿supiste? - dijo de una- Mis papás y tu mamá nos compraron un departamento.
-Sí, mi mamá me acaba de contar- sentía aue quería gritar de la felicidad.
-¿Nos juntamos dónde siempre y nos vamos juntos?
-Dale, nos vemos en 30, te amo.
-Te amo más.
Fin de la llamada.
(...)
Estaba en el café esperando al Diego, me dijo que venía en camino así que pedí mientras llegaba.
Miré a mi alrededor y había poca gente, era sábado y la mayoría de la gente que estaba venía a ver a gente a la cárcel o tomaban desayuno antes de entrar a fantasilandia.
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Culia Pesá
Ficção AdolescenteLa Feña es una weona pesa con quien se lo merece. Pero ¿Qué pasa cuando conoce al weon del almacén?