Culia Pesá

Capítulo 28

(Leer el aviso cuando termine xfis)

2 año después

-Cumpleaños feliz, te deseamos a ti- cantamos todos al unísono- Cumpleaños Falloncita. Que los cumplas feliz.

-Sopla bebé.

La Fallon sopló la vela y la Valentina la ayudó atrás.

-Bravo- todos aplaudimos.

-Tía Nanda upa- la Fallon estiró sus brazos a mi y la levante.

-Estás tan  grande tienes dos añitos- sonrió.

-Quelo muto ti- me abrazó y cerró sus ojitos.

Luego de unos minutos se acercó la Valentina.

-Siempre que te pide brazo se queda dormida, anda a dejarla a la cuna- asentí y subí las escaleras.

-Crece tan rápido mi pulga galáctica- entró la Javiera y me ayudó a dejarla en la cuna- ¿Vamos?

Asentí y bajamos las escaleras.

-Aquí está la mina más rica del mundo- llegó el Cristóbal y abrazó a la Javiera.

-Que eri mamón- se dieron un beso y se quedaron abrazados.

-Voy a ver donde está el Arón- les sonreí y caminé al patio.

-Oye Feña- paré al escuchar a la Valentina hablar- ¿No te dijo el Nicolás si va a venir?

-Obvio que va a venir po- sonreí para calmarla.

-Igual fome que tenga que gastar tanto en el avión y todo para nada- hizo una mueca.

-Amiga tranquila, si también tenía ganas de ver a la Fallon, no la ve hace 3 meses- le hice cariño en el brazo.

-Aquí estás- entró el Áron y me dio un piquito.

-¿Están juntos?- nos señaló la Valentina.

-No.

-Si.

Ambos nos miramos y se puso incómodo.

-La Fer no quiere darme una respuesta hasta que el Mauricio despierte- noté lo serio que estaba.

-Oye yapo, llevaban un año en eso- se acercó la Sofía.

-Yo no hubiera podido, soy muy ansioso pa esa wea- molestó el Cristóbal.

-Yo creo  que deberían intentarlo, no se que tiene que ver el Mauricio en todo ese tema- se unió la Catalina con el Santi en brazos.

-No puedo creer lo egoístas que son ¿Por qué mierda no se ponen en mi lugar?- todos me miraron impresionados- Mi mejor amigo, unas de las personas que más amo está en coma, tengo mi cabeza ocupada 24/7 en saber si algún día va a despertar, pasé un año entero sin hacer nada porque solo salía del hospital para venir a la casa e incluso cuando se enfermaba me quedaba la noche en la sala.

-Ya amiga, calmate- El Matías puso una mano en mi hombro.

-No me voy a clamar, es fácil para ustedes si con cuea lo van a ver una vez al mes y es porque yo les digo- sentía como la rabia recorría por mi cuerpo.

-Tenemos vida aparte del Mauricio- escuché susurrar a la Javiera.

Reí de lo impresionada.

-Son increíbles y no en el buen sentido- me alejé de ellos y subí las escaleras.

Tomé mi mochila, guarde mi termo y las galletas.

-¿A dónde vas?- giré y estaba el Áron apoyado en el marco.