Capítulo 29

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Narra Fernanda

Habían pasado dos semanas de la última vez que había ido a ver al Mauricio. Tuve intenciones de ir pero tuvimos que llevar a la Fallon a urgencias, tenia un virus y se lo pegó a la Valentina, así que con el Nicolás y la Tania cuidamos a las dos guaguas.

-Ya Nico, me voy a la U, dejé los remedios con los horarios arriba de la cajonera de la cuna- apunté al lugar antes mencionado- Y dejé las sopas listas con los horarios de comida de la Fallon, por nada del mundo despiertes ninguna y toma la temperatura cada 1 o 2 horas y si sube me llamas.

-Si mamá Feña- habló como cabro chico el Nicolás.

-Ya oh chao- le di un beso en la mejilla y colgué mi mochila en mi espalda.

-Abrígate oye, hace caleta de frío- me retó la Tania.

Saqué una chaqueta y me la puse. Revisé tener todos los apuntes en la mochila con los destacadores ya que iba a ir estudiando en la micro, había estudiado todo bien pero igual quería  refrescar un poco los contenidos.

-¿Puedo sentarme?- alguien me distrajo de mis pensamientos.

-Si obvio, pasa- me corrí a la ventana y él se sentó al lado mío.

Volví a mirar mis apuntes.

-Hace frío- frotó sus manos en un intento de entrar en calor- Ni un tecito me alcancé a tomar.

Seguí en mis apuntes, en otra ocasión me hubiera gustado hablar pero ahora necesitaba concentrarme.

-¿Tú no tienes frío?- se acurrucó en su  chaqueta negra.

-No- respondí sin quitar la vista de mis apuntes.

-Que suerte, yo tengo los dedos congelados- lo miré de reojo y miraba sus manos.

Abrí mi mochila y saqué mi termo que me acostumbré a andar trayendo, serví un poco en la tapa-vaso y se la extendí.

-Wena, te pasaste- recibió el vaso y le dió un sorbo- ¿Qué lees?

-Estoy estudiando para una prueba- cerré mi destacador al darme cuenta de ya no podría seguir estudiando tranquila. 

-Yo también tengo prueba, pero es recomendable no estudiar justo antes de hacer la prueba- reí sarcástica a su comentario

- ¿Quién te dijo eso? - se encogió de hombros.

-Lo leí en Google- rodé los ojos divertida- ¿Siempre eres así de seria?

-Sí- volví a mirar hacia adelante.

-No era mi intención molestar, perdón- lo miré y hacía una mueca de perdón.

-No es tu culpa, sorry por ser pesada, pero estaba un poco estresada con lo de mi prueba- sonreí para calmarlo.

-Gracias...- hizo una pausa esperando mi nombre.

-Fernanda, pero dime Feña.

-Yo me llamo Stefano, pero dime Step- sonrió mostrando sus dientes perfectamente alineados y blancos.

- ¿Igual que en a tres metros sobre el cielo? - reí ante esa similitud.

-La mayoría se ve la película donde se llama Hugo y le dicen Hache, pero por lo visto te leíste el libro- noté su disgusto- Mi mamá es italiana y lo leyó en su adolescencia, por eso me puso este nombre.

-Me gusta, es diferente- apoyé.

- ¿Te gusta lo diferente? -Se acomodó de lado.

- Acabo de salir de una rutina, así que estoy empezando a probar cosas diferentes- de alguna forma me hacía sentir cómoda a pesar de los pocos minutos que llevamos hablando.

Culia PesáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora