Tony presentía que llegarían en cualquier momento pero no quería abrir los ojos, si lo hacía, sabía que tendría que hablar con los demás y no le apetecía.
Pero tenía muy mala suerte, cuando hubo un poco de turbulencia, los abrió inconscientemente.
–Miren quién despertó al fin–demonios, farfulló Tony–. Paul Witteman, vizconde de Biloxi y esta es mi hermana, Lady Emma–estrechó la mano del primero y besó la mano de la mencionada.
Después de eso, todos comenzaron a presentarse, la mente de Tony sólo captaba los títulos; barón, conde, vizconde, condesa, baronesa, pero no guardó en su memoria ningún nombre.
–Soy Tony Stark, duque de Newhattan.
–¡Oh claro! Lo que hace años era California ¿cierto?–exclamó una chica. Tony no pudo decirle cuán equivoca estaba porque todos empezaron a decir nombres aleatorios de los antiguos estados creyendo que tenían razón.
Quiero saltar de este avión, pensó Tony mientras masajeaba su cien.
–De hecho, antes era conocido como Nueva York–un castaño sentado hasta atrás del avión habló–. Ahora, por favor, ¿quieren callarse? Trato de dormir–Tony entreabrió la boca mientras sonreía de lado. El chico le caía bien.
–Paul–el mencionado volteó–. ¿Quién es él?
–¿El gruñón que nos interrumpió?– Tony asintió repetidamente–. Bruce Banner, barón de Richmond, dicen que tiene temperamento–dicho eso Tony se encontró solo de nuevo y con unas inesperadas ganas de hablar con el tal Bruce Banner.
Tony, a pesar de que las ventanas de la camioneta se encontraban abiertas, sentía que se asfixiaba, sus palmas estaban sudorosas y su garganta se encontraba seca.
No le gustaba nada.
Absolutamente nada de esta situación.
–¿Nervioso?–Tony giró su cabeza encontrándose a Bruce.
–No–tragó duro–. ¿Por qué lo preguntas?
–No has dejado de mover tu pierna desde que entramos a la camioneta–Tony tragó duro, por segunda vez.
–¿Y tú? ¿No estás nervioso?
–Medito, entonces es fácil controlarse.
–En el avión vi otra cosa–bromeó Tony, lo que ocasionó que su acompañante se pusiera rojo–. Me agradaste desde ahí–trató de aligerar el ambiente.
–Lamento eso–Banner se rascó la nuca–. Es sólo que no había dormido nada y me puse de mal humor, pero juro que no soy así siempre.
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El Rey [En pausa]
FanfictionEn el reino de Camham existen diecisiete casas de nobles. Y como la tradición ha dictado por varios años ya, cada casa debe enviar al castillo a su hijo o hija, dependiendo del género del heredero al trono, para poder tener la oportunidad de partici...