VIII

2K 340 79
                                    

–Siga la luz joven Stark–los ojos del castaño se movieron de un lado al otro–. Parece que todo está bien.

–Hábleme de "tu", por favor, me hace sentir viejo.

–De acuerdo, pero sólo si haces lo mismo–Stephen levantó su ceja levemente.

–De acuerdo, gracias Stephen–el doctor sonrió y Tony tragó duro, se veía bien cuando sonreía.

–No hay de qué Tony, un honor cuidar a alguien con tan bello rostro–el castaño sintió su sangre subir hasta sus mejillas para después permanecer ahí mientras el doctor sacaba un pequeño frasco de su bata–. Creo que es hora de quitarte las vendas, de ahora en adelante sólo aplícate esta pomada en las noches sobre la herida para eliminar la cicatriz durante dos semanas ¿entendido?

–¿Entonces ya no vendrás?–se le escapó preguntar a Tony–Strange lo miró un tanto sorprendido.

–¿Quieres que siga viniendo?–el pelinegro sonrió de lado.

Tony entreabrió los labios, ¿quería verlo nuevamente? Sí, el castaño creía que sí.

–Tranquilo Tony–Stephen caminó hacia la puerta, cuando llegó a ella, giró sobre sus talones–. Sabes dónde encontrarme–el doctor apretó sus labios mientras sonreía de lado y salía.

Tony sólo asintió, sentía que si abría la boca nuevamente diría una nueva tontería.

¿Por qué dije eso?, Tony llevó ambas manos a su cabeza y masajeo esta suavemente.

Es educado, coqueto, un tanto misterioso, ciertamente guapo...,Tony meneó su cabeza varías veces.  ¿En qué estaba pensando? Estaba aquí por y para Steve, sólo eran amigos, claro, pero no se sentía cien por ciento correcto.

Además, ¿desde cuándo le atraían los chicos? ¿era una fase o las chicas por las que estaba rodeado eran muy maleducadas para su gusto y por eso las ignoraba?

¿Qué me está pasando?, se preguntó el castaño.

Tony se estaba asustando, realmente asustando, le atraía alguien, pero no era de quién debería estar atraído.

–¿Sabían que ya tuvo una cita?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

–¿Sabían que ya tuvo una cita?

–¿Quién te dijo?

–Mis doncellas me comentaron en la mañana.

–¿Habrá sido con Banner?

–Probablemente.

–Estoy tan celosa.

–Oh vamos señoritas, el único que ganará aquí soy yo–Bryce Johnson, vizconde de Rathford, era un chico muy parlanchín y fastidioso, Steve no necesitaba a alguien así.

Tony bufó, por eso no le gustaba pasar el tiempo en la gran sala, la cual había sido decorada sólo para ellos, los invitados.

Todos estaban ahí.

El Rey                                                               [En pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora