XIV

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–Nos llaman "La élite"–informó Raquel en cuanto entró a la gran sala.

–¿Qué?–Tony preguntó confundido desde el otro lado de la habitación donde jugaba billar con Neal.

–Nos llaman "La élite"–repitió –, miren– Raquel tomó asiento en el sofá–. ¿Recuerdan las fotos que nos tomaron con su majestad?–los chicos asintieron–. Avenyirs las acaba de publicar, vengan –. "Avenyirs"era la revista más popular del reino y una de las más importantes en todo el mundo.

–Deberíamos esperar a Lu y a Bruce–habló Tony–, para que las veamos juntos.

–¿Que no debieron haber salido la semana pasada?–preguntó Neal con el ceño fruncido.

Steve llevaba siendo rey, oficialmente, una semana y media y por órdenes directas del mismo, la revista había sido enviada con anticipación al palacio, Ana había sido la encargada de cerciorarse que todo estuviera en orden, no lo estaba, pues en esta, aparecían las fotos del monarca junto con Lady Emma, Paul y Hugo, por ello, la revista había sido editada de nuevo, atrasando así su venta en el reino.

–No tengo idea–contestó Tony.

–Los pobres diseñadores están como locos–Lu entró junto con Bruce riendo.

–Hay pánico por doquier allá afuera–habló Bruce–, en fin–suspiró–, todos están igual que anteayer–los presente no dijeron nada pero asintieron en silencio.

Absolutamente todos habían estado siendo acorralados los últimos días; sus diseñadores, sastres, doncellas habían estado trabajando con ellos para crear su vestuario de esa gran noche, el cumpleaños de Steve.

–¿Qué estamos haciendo?–Lu preguntó mientras se sentaba en el piso.

–De hecho, los estábamos esperando para ver las fotografías que nos tomaron con el rey, Avenyirs al fin se dignó a publicar–contestó con una sonrisa Raquel mientras abría la revista y buscaba el apartado en dónde estaban las fotos.

–Hace rato estaba repasando todo con Bruce–habló Lu–. Ana va a estar muy orgullosa–rio.

Ana Jarvis también había estado ejerciendo presión con sus clases, aunque para ser sinceros, no era tan difícil, después de todo, eran nobles y habían tenido una gran educación, pero el saber que cualquier palabra o dato erróneo dirigido a uno de los tantos invitados importantes que se presentarían esa noche podría afectar a su rey, ponía a todos nerviosos, debían agradarle a esa gente, por su bien y por el de Steve.

–Ya encontré la página–informó Raquel–, al fin sabremos lo que piensa el pueblo sobre nosotros–liberó aire de sus pulmones antes de comenzar a leer–. Todos habíamos estado esperando el día en el que, el entonces príncipe, siguiera la tradición al casarse con una hija de una familia noble–los presentes se miraron entre ellos con una sonrisa–, grande fue nuestra sorpresa cuando nuestro monarca decidió invitar a todos los jóvenes nobles sin importar su género–los chicos rieron–, después de dos meses en el palacio al fin tenemos un vistazo de cómo se llevan nuestros jóvenes con el rey–Raquel le dio vuelta a la página–. De acuerdo chicos, aquí está la primera foto y es de..., redoble de tambores por favor–Tony asintió con una sonrisa e imitó el sonido con sus manos y la mesa–. La primera foto es de nuestro queridísimo rey con... ¡Lu!–exclamó.

–Salgo horrible–la chica hizo una mueca y fingió desmayarse.

Los presentes rieron.

–¿De qué es eso?–Bruce dirigió su dedo al pie de la página donde había una gráfica.

–Eh...–Raquel frunció el ceño mientras leía de qué se trataba–. ¡Oh! Ya entendí, le hicieron una encuesta al pueblo y votaron por quién creían que se veía mejor con su majestad–Tony tragó duro, sintió un cosquilleo en su estómago, estaba nervioso.

El Rey                                                               [En pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora