IX

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–¿Por qué no me dijiste?–preguntó Tony mientras se ponía su casco negro.

–Eres parte de todo esto Tony, también merecías que fuera sorpresa–le contestó el rubio mientras caminaban hacia los caballos–. ¿Te ayudo a subir?–preguntó el más alto.

Tony, por inercia, retrocedió unos cuantos pasos cuando la cabeza del caballo tocó su pecho.

–N-No, estaré bien–sonrió nervioso–. Aquí entre nos–el castaño trató de mantener la compostura–. Bruce no sabe montar, tal vez le vendría bien tu ayuda–Steve buscó con la mirada a Banner y rio cuando lo encontró pidiéndole permiso al animal que tenía delante de montarlo.

–Creo que sí la necesita–negó divertido el monarca.

–¡Su alteza!–Lady Raquel y Lady Lu gritaron al mismo tiempo ocasionando que ambas se miraran con el ceño fruncido, obviamente querían la atención del rubio.

–Deberías ir antes de que se maten–rio Tony.

–¿Seguro que estarás bien?–cuestionó el ojiazul.

–Muy seguro–contestó.

Steve giró sobre sus talones con un asentimiento de cabeza.

Tony negó divertido cuando vio a ambas chicas acorralar al rubio.

–¿Está bien duque?–el susodicho se sobresaltó.

–Lady Emma–sonrió cuando vio a la joven–. Me encuentro perfectamente, gracias–se veía magnífica montando el caballo–. Veo que usted también–la chica sonrió.

–Me encanta montar, siempre que tenía la oportunidad lo hacía en casa.

–No puede decir lo mismo de su hermano ¿verdad?–Tony rio.

Lady Emma miró en la misma dirección que el castaño, encontrándose con Paul.

–Sí...–Emma hizo una mueca–, Paul prefiere cazar que montar, iré a ayudarlo, fue agradable hablar con usted.

–Igualmente Lady Emma.

–Sólo Emma–exclamó la chica.

–Sólo Tony–dijo mientras observaba a la chica dirigirse al chico de ojos verdes.

–Me voy a caer, me voy a caer–Bruce pasó frente a él abrazando al caballo.

–Estás ahorcando al pobre animal Brucie–le dijo.

–Lo lamento amigo–Bruce se incorporó con miedo mientras le hablaba al caballo–. Odio cabalgar.

–Se nota–el azabache miró al soldado que estaba sujetando al  caballo que se le había asignado–. Sosténgalo bien soldado–Stark rio con nerviosismo mientras sus manos viajaban al fuste sujetándose con fuerza al mismo tiempo que su pie izquierdo se dirigía al estribo de la silla.

Ya arriba del animal, el viento golpeó su rostro, se sentía libre, vivo.

La sensación tan placentera recorrió todo su cuerpo y sin darse cuenta tomó el control del caballo.

Cabalgar no era tan difícil después de todo.

–¡Su alteza!–Neal Black, marqués de Rakaftca llamó la atención del susodicho–. Lo reto a una competencia–Steve sonrió de lado, era una persona competitiva.

–No lo sé marqués, no quisiera que su reputación como buen jinete se viera afectada–Paul y Hugo Balardi, conde de Malowi, rieron ante tal comentario.

Todos en el reino sabían que Steven era alguien a quien no deberían retar, era extremadamente bueno en todo, tal como se esperaría de un futuro rey.

El Rey                                                               [En pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora