『Capítulo 4: ¡No Puedo Soportarlo!』

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Kenny y Butters




Ya estaba atardeciendo en aquella ciudad, en un rustico departamento, sobre una cama de entre unas sábanas dos cuerpos se comienzan a remover. Dos cabelleras doradas sobresalen, con caras adormiladas, uno de ellos con aspecto más inocente estira su mano tratando de sostener el despertador que tenía cerca y poder cerciorarse de la hora. Bufo y se sienta de golpe.

─¡Maldición Kenny! perdí otro día de clases, estoy seguro que mi padre me mata si este año no me resivo ── se quejo Butters. El otro cuerpo hace presencia mostrando su cabeza y con una media sonrisa abraza de la cintura al chico.

─Pero valió la pena ──dijo comenzando a volverlo a tocar.

─¡Basta Kenny! ─se sobre salto saliendo de la cama.

Comenzó a vestirse, pero... ¿Ya para que?, las clases habían terminado, suspiró y miró al suelo.

─Kenny deberíamos aspirar a más y que te dejes de juntar con Stan, escucho las quejas de Kyle de cómo llegan hasta la madre ─se quejó mientras se ponía los pantalones. El chico medio sonríe y lo revisa con la mirada, casi comiéndoselo.

─Perdon, pero es difícil concentrarse cuando te veo dulzura ──le contesto.

Soltó un suspiro, siempre se solía dejar llevar por él.
En una mesa ubicada en su dormitorio la carta que Token les había mandado, la invitación, reposaba, la había leído, le fascinaba la idea de volver a South Park, aun que sea por un corto tiempo, pero también eso le atemorizaba, más porque mantenía su relación oculta de Kenny a sus padres.

─Si vamos al pueblo, no puedo verte un tiempo o hasta al menos regresar a la ciudad ─dijo Butters. Kenny apenas escucho eso bufo molesto.

─No puedo creer que aún ocultes lo de nosotros ─dijo molesto.

─Lo hago por mi padre, me da miedo su opinión y lo que llegue a hacer, recuerda que me mandó a un campamento por mi bi curiosidad ─se excusaba.

─¡Ya eres mayor Butters!, no puedes dejar que él siga controlando de esta manera tu vida ─se quejaba mientras lo acompañaba sin importarle si se encontraba desnudo no mostrando pudor alguno.
El pequeño Stotch no pudo evitar sonrojarse cuando lo vio, pero trato de guardar la compostura.

─Lo mismo Kenny, tengo miedo, lo siento ─se disculpó con lágrimas en los ojos.

Kenny al ver aquello no pudo más que suspirar derrotado y se acercó para luego abrazarlo.

─Esta bien no te presionare, pero quiero que también entiendas mi punto de vista, no me gusta esta idea que me ocultes ─le pidió clavando sus ojos en el.

El pequeño Stotch agacho la mirada apenado, no quería mantener su relación oculta, pero ahora que se había alejado de sus padres sentía que podia vivir su vida a su gusto y el hecho de volver y verlos de nuevo sólo eso flaqueo sus ideales.

─¡Perdoname Kenny! ─cerro un momento sus ojos, apenado por como se encontraba ahora.

El joven McCormick solo bufo, no le gustaba verlo como se ponía mal, pero sentía que lo suyo era prohibido, ¡CARAJO! estaban en pleno siglo XXI, y aún había personas con esos pensamientos tan retrógradas. Prefirieron no tocar más aquel tema por el momento, disfrutarían su corta estancia en el pueblo y volverían a seguir sus vidas como mas les guste.
Solo esperaban poder encontrar tiempo y lugar para poderse encontrar.

ℒ𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝓃𝓊𝓃𝒸𝒶 𝓈𝑒 𝑜𝓁𝓋𝒾𝒹𝒶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora