『Capítulo 6: Reencuentro... ¿¡Y dónde carajos está Tweek!?』

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Y así la semana llegó concluyendo hasta el día domingo el tan esperado día de la fiesta llego, ya era medio día, en un pequeño departamento no muy vistoso un rubio caminaba con paso nervioso por el lugar, hasta que un pequeño de cabellos castaños y mirada verdosa lo ve intrigante por su andar.

─¿Sucede algo? ─le pregunta.

Sobre exaltado el blondo brinca en su lugar, no se había percatado de la presencia del niño en la estancia y observa su pequeña mirada seria.

─¿Te desperto mis pisadas Trent? ─le preguntó apenado.

─No, ya llevaba rato que me había despertado ─comento y se acercó para ubicarse y sentarse en ese sofá que solo proporcionaba comodidad para hasta dos personas. Suspirando se acercó posicionando su mano derecha en la cabeza del pequeño y despeinarlo un poco.

─¿Te gustaría que pida una pizza? ─le preguntó.

─¿No ibas a salir hoy a una reunión? ─contra preguntó el niño clavando su mirada penetrante en el. Sintió tensar su espalda al escuchar aquella pregunta y con una sonrisa nerviosa lo miro disimulando su verdadero estado.

─No era muy importante, además no puedo dejarte solo ─contesto mostrando una sonrisa cálida solo para el pequeño. Esté desvía la mirada por aquello y suspira.

─Puedo ir con los abuelos.

─¡No! no, ellos están aprovechando muy bien su retiro y no los vamos a molestar.

Dicho esto se levanta y va en búsqueda del teléfono, el niño agacha un poco la cabeza triste y suspira solo para cambiar el semblante y no provocar problemas, o eso es lo que sus pensamientos le decían.





Mientras en la mansión de la casa de los padres de Token ya todo se iba organizando, los invitados, aquellos viejos compañeros que no se veían por un tiempo esperaban tan ansiado el reencuentro. Ya todos, quienes fueron del agrado del chico moreno se encontraban juntos.

─¿Porque carajos hiciste la reunión al medio día? ── reclamaba un Clyde detrás de su amigo.

─Viejo este momento lo quiero compartir con ustedes, luego quiero pasar mi tiempo con Nichole ─le contestó mientras rodaba los ojos, cansado de aquello.

En la reunión una presencia se hizo presente, un azabache de ojos verdes, con mirada severa, con un porte que dejaba a más de una con la boca abierta, al chico los años le sentaron bien. Varias chicas lo saludaron apenas lo vieron pero su mirada se paseaba por el lugar, buscando aquella persona que le robaba sus suspiros y asaltaba sus sueños, a esa persona que no pudo olvidar sin importar el tiempo que paso, fruncio el ceño al no encontrarlo en ningun lugar. Continuó caminando y logro divisar a Token y se aproximó con la duda clavada en sus ojos.

─¿Dónde está? ─le preguntó.

El chico Black solo suspiro y miro de reojo como Clyde bajaba la mirada al ver que ni el chico lo saludó, eso si que lo había extrañado, pero jamas fue alguien curioso y entrometido.

─Quizás llegue más tarde, no estaba seguro en venir ─le contestó.

El chico resoplo ante aquello, se iba a quedar a esperarlo, sino aparecia iría a buscarlo.





Saliendo del departamento, el rubio iba pensativo, a su lado el pequeño lo miraba de reojo tratando de no distraerse de donde pisaba.

─Seguro te sentirás bien con que vayamos a abrir el café ─charlo el niño.

El rubio caminaba con la mirada perdida, sin prestarle atención. No pudo evitar negar ver como estaba tan absorto, no entendía porque no había decidido ir.
Caminaron un poco más y así llegaron al café, se dispusieron en abrir para luego recibir a la gente.

─Siempre suelen salir por las tardes, por eso no abríamos por la mañana ─le decía Tweek.
El chiquito solo asintió con la cabeza y lo ayudó mientras acomodaba el lugar.





La fiesta continuaba en su apogeo, pero el chico de cabellos negros ya estaba fastidiado, ¿Por qué no se presento? ¿Es que no le interesaba verlo?, ¿No quería verlo? ¿Ya tenía a alguien y por eso no llego? esa y miles de preguntas lo comenzaron a atormentar. Se levantó de su lugar para despedirse del anfitrión.

─¿Ya te vas? ─le preguntó Token.

─Si, sinceramente quería verlo, pero si no llego es porque en verdad no me quiere volver a ver ─le contestó tratando de evitar sonar adolorido por su ausencia.

Fruncio un poco el ceño al escucharlo, posicionó su mano en el hombro de el mirándolo severo.

─Craig, si quieres saber sobre él, ve a su cafetería ─fue lo único que le dijo, se volteo y lo dejó con la duda.

¿Por qué debería ir a la cafetería?

ℒ𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝓃𝓊𝓃𝒸𝒶 𝓈𝑒 𝑜𝓁𝓋𝒾𝒹𝒶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora