『Capítulo 17: ¿Puedo decirte Papá?』

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Luego de que el pequeño enfermara ya paso una semana de eso, los tres se encontraban en el café del rubio, más una chica de cabellos negros reclamaba a los más grandes.

─¿¡Es enserio!? ¿¡Tanto les costo conseguirme UN PASTEL DE FRESAS MALDITOS IMBÉCILES!? ─gritaba irritada la chica.

─Tu y tus malditos antojos, ni loco iba a ir a las 3 de la madrugada, debo irme a trabajar ─se quejaba el azabache mientras tomaba una taza de café.


El rubio y el pequeño también se estaban tapando los oídos, la voz de ella llegaba a ser chillona y no es algo que a uno le guste escuchar por las mañanas. El mas grande se acerco a ambos chicos para despedirse.

─Regresare en la noche ─aviso.

─No te preocupes ─dijo el rubio sonriéndole.

─¿Craig llegaras a tiempo para que podamos ver la película? ─preguntó animado el niño.

─Te prometo que tratare de llegar lo mas rápido que pueda ─sonrió al pequeño revolviéndole los cabellos.

─No te preocupes Craig, la podríamos ver en otro momento ─salto Tweek.

─No, lo que prometo cumplo cariño, ahora con su permiso me retiro ─se levanto de su asiento, dio un beso corto a los labios de Tweek y se despidió del pequeño y con el dedo del medio se despidió de la pelinegra.


Estuvieron un rato callados viendo como se marchaba el azabache, pero la chica como no pudiendo soportar el silencio decidió hablar.

─Se esta comportando como todo un padre ─susurro sorprendida.

─Si ─soltó con una sonrisa el rubio.

─¿Y de que promesa se refería? ─pregunto pero fue el niño quien decidió contestar.

─Es que hace dos años salió una película que siempre quise ver, y em bueno, jamás se lo dije a papá y por extorción me saco las palabras Craig de la boca ─dijo con leve sonrojo.


La chica no pudo evitar reír por eso así aumentando el sonrojo del menor y que el rubio se contagiara de la misma risa.

─Y aparte de los antojos ¿Cómo vas con tu embarazo Wendy? ─le pregunto el chico para tratar de desviar el tema y no poner mas rojo al chico.

─No mentiré que si me siento un poco sola, pero agradezco tenerlos al lado y que Trent también cumpla mis caprichos ─ dijo canturreando lo ultimo, recordando como se le antojo sandía y el pequeño había salido a comprarle.


Después de charlar un poco y ver como comenzaron a ingresar mas clientes se dispusieron a trabajar. El pequeño también, ya que rogo por faltar ese día a clases quería ayudarlos.
La chica con mirada curiosa se aproximo a el niño.

─¿Trent que película es la que quieres ver? ─ le preguntó.

─Eh t-te reirás.

─Prometo que no.

─Esta bien ─resoplo ─Hace dos años cuando andaba por las calles, pase por una casa y vi que veían en familia esta película y quise lo mismo para mi ─susurro apenado por lo que dijo.

ℒ𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝓃𝓊𝓃𝒸𝒶 𝓈𝑒 𝑜𝓁𝓋𝒾𝒹𝒶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora