『Capítulo 27: Promesa Cumplida』

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Luego de ese suceso solo pasaron unas horas, se encontraban en su departamento, dejaron que el niño se vaya a bañar, pero no estaban solos en la sala de su hogar, estaba también la policía con otra mujer que los miraba, no de mala manera.
Ella se acerca a ellos y ve como estaba tenso el rubio, suspira y les sonríe para evitar que se tensionen o reaccionen mal por su presencia.

─Señores, no se preocupen por Trent, en la casa hogar tendrá todo y no le faltara nada ─decía de forma amable.

─Es mi hijo señora, no se lo pueden llevar ─suplicaba Tweek. Ella lo miro conmovida.

─Sabes, aquellos que tienen hijos jamás les importa lo que les suceda y siempre es mas sencillo dejarle la responsabilidad a otro. Ustedes son buenos, y no me gustaría llevarme al niño, pero es mi trabajo y debo encargarme de su estabilidad ─sentó su mano sobre la del rubio clavando sus ojos en él.

─¿Podríamos verlo? ─pregunto Craig abrazando a su novio por los hombros.

─Por supuesto, tienen la libertad de ir a ver al niño, no se lo impediremos.

A los pocos minutos llego el niño ya aseado, tenia vendados los puños por sus heridas y una que otra curita hasta por su rostro. Miro a sus padres con una sonrisa y luego con desconfianza a la mujer, sus padres le hicieron seña para que no la vea así.

─Hijo, ella viene para llevarte... a una casa hogar ─comenzó a hablar el rubio, separándose de su pareja y agachándose frente al niño.

─¿No me quieren con ustedes? ¿Tan enojados están por lo que hice? ─decía espantado el niño.

─No hijo, no digas eso, si fuera por mi te quedarías para siempre con nosotros, pero es por cuestiones legales. Todo estará bien créeme ─acariciaba el rostro del infante.

─¿Pero no los volveré a ver? ─esta vez Craig al escuchar aquello se aproximo a ellos posicionándose a la misma altura que ellos dos.

─¿Confías en nosotros? ─recibiendo un asentamiento de cabeza como respuesta ─Entonces confía, que volveremos a estar juntos, ¿si?.

El menor salto a abrazarlo a los dos por el cuello siendo correspondido por sus padres. La pelinegra veía todo en silencio y miro a la mujer que estaba enternecida por esa escena. Cuando se separaron el pequeño fue llevado dejando destrozado a los chicos, la pelinegra se acerca y le toca el hombro sonriéndoles.

─Se que se solucionara esto, estoy segura ─les dijo tratando de levantarle los ánimos.





Habían pasado varios días, no estaban muy animados, pero por pedido de la pelinegra estaban sentados esperando la llegada de alguien que según ella ayudara mucho con su problema. El timbre de casa sonó y el peligro fue a atender, detrás de la puerta vio a la chica embarazada pero acompañada por otros dos mas que llamo su atención, eran Stan y Kyle, les dio pasada extrañado por su presencia, misma mirada puso Tweek cuando los vio ingresar.

─Kyle, que bueno verte, pero ¿Qué haces aquí? ─decía Tweek demasiado extrañado.

─Wendy me conto todo, y hay una solución rápida para que vuelvan a tener a su hijo ─dijo el pelirrojo sentándose frente a ellos.

Se miraron extrañados, a que se refería con eso. Wendy solo se reía, la respuesta era muy obvia pero ellos no se percataban de que era.

─El estado no permitirá que una persona soltera adopte, con el cambio que hubo estos años, no fueron muy exigentes sobre los requisitos de quienes puede adoptar ─comenzó a hablar, pero se ahogo una risa al ver las miradas confundidas de sus amigos.

─¿No lo entienden? Es muy obvio ─soltó Wendy ─No los dejaran a adoptar a Trent, porque no están casados ─al ver que no reaccionaban se desespero ─Significa qué se tienen que casar par de idiotas.

Abrieron los ojos por aquello y se miraron a los ojos, casarse?, si bien estaba claro en ellos que querían vivir juntos, jamás hablaron sobre contraer matrimonio. Si bien se amaban, y amaban a ese niño, y como dijeron harían todo lo posible para estar juntos, bien, se van a casar.
Se sonrieron y tomaron sus manos apretándose fuerte, los demás sonrieron por ello, hasta que salto la chica.

─Bueno, hay una boda que planear ─grito animada contagiando a los presentes con su entusiasmo.





En el orfanato el niño estaba garabateando una hoja, no estaba muy animado que digamos, desvió su mirada hacia afuera. Si se sentía cómodo el lugar, lo trataban bien y sentía que tenia casi todo.
Dijo casi porque sabia que lo que le faltaba eran sus padres, quería volver a vivir con ellos los extrañaba pero le explicaron que no podían tenerlos por no se que  carajo de leyes y eso. Miro su hoja toda rayada, no quería seguir dibujando, dejo las cosas a un lado y cuando se levanto una mujer ingreso, la misma que lo había llevado a ese lugar.

─Trent tengo una sorpresa para ti.

─¿De que se trata? ─pregunto enarcando una ceja.

─Bueno, te informo que acabaron de adoptarte ─soltó sonriendo la mujer.

─¿QUÉ? ─grito alarmado, no quería que lo adopten unos extraños.

─No te alteres, y ven a conocer a tu nueva familia ─dijo tomándolo de la mano.

El pequeño opuso un poco de resistencia, ¿Y sus padres? Porque dejaron que los adoptaran unos extraños, no lo entendía, no lo comprendía. Ya su cerebro estaba maquinando como escapar de aquella situación.
Veía al final del pasillo dos figuras que no podía reconocer, sentía miedo, pensó que jamás los volvería a ver, sus ojos se llenaron de lágrimas. Pero cuando pudo aclarar mejor la visión fue grande su sorpresa al ver a esas personas que conocía muy bien. Lo miraron con una sonrisa, el rubio se agacho estirando sus brazos, no lo pensó ni diez veces y disparo abrazando al rubio.

─¿Papá? ─pronuncio aun sin creerlo.

─Si Trent ─se separo del abrazo. El pequeño levanto la mirada y vio al pelinegro que los miraba sonriente.

─¿Ustedes me adoptaron? ─pregunto aun incrédulo.

─¡Claro! ¿Quién más? ─comento Craig revolviendo el cabello del infante.

Ahora este se agachaba y abrazaba a los tres, la mujer miraba enternecida la escena, pero debía entregarle un papel antes que se marcharan.

─Tomen, y con esto finaliza la adopción ─comento ya dejándole espacio a esa familia.

─¿Qué es? ─pregunto mirando curioso.

─Con esto, ahora eres oficialmente nuestro hijo ─le extendió la hoja al menor y leyó curioso.

─Trent Tucker… ¿Tucker? ─extrañado los miro. Estos sonrieron y mostraron la alianza que tenían en el dedo anular de sus manos izquierda.

─Claro que eres un Tucker, con tu papá nos casamos y así pudimos adoptarte ─le explico el pelinegro.

─Ahora si oficialmente eres nuestro hijo ─dijo emocionado Tweek alzando al niño.

Habían cumplido su promesa con el niño, ahora nada ni nadie los iba a separar, cumplieron su promesa que volverían a estar juntos y ahora en más estarían mas unidos que nunca.
Lo que comenzó con solo siendo ellos dos, enfrentando los problemas, para luego unirse ese pelinegro “asaltando”, como aquella vez dijo el niño, sus vidas y formar la tan ansiada familia que siempre su corazón anhelo.
Ahora como familia salieron del lugar, charlando animados a su hogar.

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Ya merito, subo el siguiente capitulo :'v

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ℒ𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝓃𝓊𝓃𝒸𝒶 𝓈𝑒 𝑜𝓁𝓋𝒾𝒹𝒶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora