ℒ𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝓃𝓊𝓃𝒸𝒶 𝓈𝑒 𝑜𝓁𝓋𝒾𝒹𝒶

『Capítulo 26: Siempre Juntos』

Sintió como era tirado contra un suelo duro y frio, se quejo por el impacto y como pudo diviso la mirada de quien lo había arrojado. Su pequeño cuerpo se lleno de rabia con solo verlo, el hombre lo miraba con superioridad frente a el.

─¿Creíste que te podías esconder de mi toda tu vida? ─se burlo mientras sacaba un cigarro armado de su bolsillo y lo prendía, dando la primera calada y tirar el humo hacia él.

─¡Tks! ¿Cómo me encontraste?.

─No es fácil librarse de mi mocoso.

─Ya no te sirvo de nada, ¿Qué quieres conmigo? ─decía molesto, como pudo se sentó contra el suelo y lo miraba fulminándolo con la mirada.

─Oh hahahaha no no no, si me sirves aunque no lo creas ─dijo y este solo enarco la ceja curioso ─Mi proveedor a andado buscando un buen juguete, y se acordó de ti con mucho cariño ─decía sarcástico.

─… ─cuando escucho aquello, pudo reconocer del tipo que se refería, no si bien antes pudo escapar del tipo cuando tenia cinco años, trago  grueso y busco con la mirada como poder escapar.

─No te emociones, no podrás salir de aquí ─se acerco y lo sujeto del brazo, lo jalo y lo tiro aquel cuarto con olor a humedad. Cerro la puerta con llave dejándolo encerrado.

─¡Abrí carajo! ─gritaba mientras golpeaba la puerta. Suspiro al ver que no podía hacer nada, la desesperación ahora si ataco su cuerpo, aunque tenia solo siete años comprendía mas cosas que cualquier niño de su edad, y sabia muy bien a que se refería ese sujeto, se sentó de golpe contra la puerta llevando sus manos a sus cabellos, y jalándolos con desesperación ─Papás, ayuda ─susurro con lágrimas en los ojos.

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Tweek se encontraba aun en la cafetería, lleva su mano a su pecho, le dolía el corazón, levanto la mirada y dejo lo que hacia y se sentó agitado en una silla, Wendy al ver como se puso se acerco preocupada apoyando su mano sobre el hombro de este, se asusto por eso miro a la chica.

─¿Tweek que sucede?.

─Ay Wendy, tengo el presentimiento que a Trent algo malo le esta pasando ─dijo mirándola preocupado.

─No digas eso, seguro es porque no sabes nada de él, por eso podría ser ─decía sonriéndole.

No muy convencido asintió, el sabia por su presentimiento que era algo mas, pero es mejor no darle vueltas a eso, podría hasta alterar a la chica y con su estado no era conveniente. La puerta del local se escucho y por esta ingreso Craig, estaba serio, se acerco a ellos y los saludo.

─Saliste temprano ─dijo y recibió un beso del pelinegro.

─Si, no tenia mucho que hacer, pero le había pedido al gerente que me deje salir...  ¡Tweek!, Kenny y Stan descubrieron el paradero del sujeto ─soltó sin dar muchas vueltas.

─¿Dónde esta? ¿Dónde vive? ─comenzó a atacar con preguntas mientras agarraba del cuello de la camisa de su pareja, este asentó sus manos sobre la de el para que lo soltara, y así hizo.

─Tranquilo cariño, me pasaron la dirección, iremos, cera mejor que cierres temprano, Wendy ve a nuestro departamento, espéranos ahí, tu iras a la policía y yo iré donde el sujeto, cuando confirme que Trent este ahí, te llamare, ¿entendido?.

─¿Qué? No, yo voy contigo ─dijo serio.

─Primero muerto.

─Es mi hijo ─le dijo serio desafiándolo con la mirada. Suspiro resignado y asintió con la cabeza.