『Capítulo 5: Secreto Bajo el Tapete』

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Cartman y Wendy



¡CARAJO! ¡CARAJO! ¡CARAJO!

Se escuchaba tras la puerta de un baño, una rubia bufaba de molestia del otro lado, acomodó sus risados cabellos dorados y se decidió por golpear.

─¡Wendy ya llevas como media hora encerrada! ─dijo molesta.

Silencio, sin que nadie contestara, esa falta de ruido fue la respuesta que recibió.

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Narra Wendy

Me encontraba en el baño de Bebe, encerrada, hace ya tiempo no me sentía muy bien, y con lo de los últimos días las dudas de que es lo que tengo comenzaron a trastornar mis pensamientos y hasta mis sueños lograron atormentar. Lo primero que hice fue ir a una farmacia y luego correr al departamento de mi amiga.
Desde que deje South Park buscando mejoras para mi vida me vi involucrada en una ¿Relación?, o como carajos sea porque era todo menos eso, bueno eso a mi opinión.
La pregunta era con quién, y para disgusto de todos, incluyendo mis padres, con Erick Cartman, se que es difícil de explicar que le vi a ese gordo culón racista y narcisista. Nadie elige de quien enamorarse pero... ¡ya que!.

¿Cómo llegue a esto? ¿Por qué me encuentro en el baño de mi amiga?, fácil, sospechó que viene en camino otro gordito culón racista y narcisista, ante ese pensamiento no pude evitar reírme.
La prueba estaba lista, hace 15 minutos, pero no me atrevía a ver los resultados, al cabo de unos minutos salgo y la encuentro molesta cruzada de brazos.
Le doy pasada para que ingrese pero solo espera hasta que hable.

─Si quieres saber ingresa ─le dije ─Porque yo no me atreví a ver ─susurré esto último.

La chica me miró intrigada en saber que ocultaba, por lo que decidió ingresar a su baño y a los pocos segundos un grito ensordecedor salió del lugar. Suspiro sabiendo porque, mis manos habían comenzado a sudar, pero no me atrevía a voltear para saber.

─¿¡WENDY QUÉ CARAJOS!? ─fue lo primero que dijo a mi espaldas. Suspiro y volteo a verla, o más bien con la cabeza gacha no me atrevía a enfrentarla.

─Tuvimos un descuido y... ─no me atrevía a contestar.

─Nada de descuido ¡Un hijo de Erick Cartman!, ¿¡Encerio!?, sabés lo que opino de ese ─me contestó.

─Eso no me importa.

─Y dime... ¿Cómo crees que se lo tome ese copia de Hitler?.

En ese momento sentí como todo a mi alrededor desaparecía, era cierto, con Erick jamás hablamos de tener familia de hecho era algo que jamás le gustaba hablar. Y ahora me encontraba con esta situación.

─Yo se que ...─pero fui interrumpida.

─Que lo primero que te dira es que abortes ─me dijo de aquella forma tan cruda y tajante.

No me atreví a mirarla a los ojos, sentía que en parte tenía razon. Ella se percató como aquello me afecto por lo que suspiro resignada y clavo su vista en mi.

─Sabes mejor dejemos esto de lado, por lo menos hasta después de la fiesta de Token, vayamos, quizas volver a South Park sea lo mejor ─me animaba Bebe. Quizas tenía razon.

Dislumbre el sobre de la invitación, necesitaba primero poder tener mis ideas claras y luego afrontar a lo que se me vendría.

ℒ𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝓃𝓊𝓃𝒸𝒶 𝓈𝑒 𝑜𝓁𝓋𝒾𝒹𝒶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora